Por infracción a la Ley de Control de Armas se encuentra recluido en el anexo cárcel de la Subcomisaria Pudahuel Norte un ex mayor de Carabineros formalizado esta semana por el Ministerio Público en el contexto de una investigación que busca determinar el origen del armamento usado por bandas de narcotráfico en la comuna de Maipú.
Danilo Rojas Rivera abandonó la institución hace más de 10 años. Fue calificado como «héroe» por sobrevivir al atentado explosivo que en 1988 mató al jefe del GOPE, Julio Benimelli Ruz, quien tenía vínculos con los servicios de inteligencia de Pinochet.
Con preparación policial de élite, su perfil de LinkedIn lo describe como un «Instructor-Capacitador en Tiro Defensivo Armas Cortas para Personas Naturales de Alto Perfil».
Según reveló 24 Horas, el oficial en retiro fue capturado este miércoles en compañía de Nicolás Martínez Perrot, quien señaló, a través de su abogado, que Rojas guardaba en su estacionamiento un vehículo lleno de municiones que posteriormente vendía ilegalmente en el mercado negro.
El Noveno Juzgado de Garantía de Santiago decretó el ingreso del ex uniformado a un recinto policial en tanto no se proporcione por la autoridad de Gendarmería un lugar con las medidas de seguridad suficientes para dar cumplimiento a su prisión preventiva.
Rojas Rivera es padre de tres funcionarios activos de Carabineros que trabajan para el GOPE: el teniente Gonzalo Rojas Álvarez, de la Región del Biobío; el capitán Rodrigo Rojas Álvarez, de la Región de la Araucanía, «zona roja» del conflicto mapuche, y el teniente Danilo Rojas Álvarez, quien trabaja en la Sección Educación del mismo grupo de operaciones especiales.
El Departamento de Comunicaciones Sociales de Carabineros declinó referirse a la situación actual del ex policía, «ya que no pertenece a la institución».
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