Este domingo 3 de febrero, y luego de seis meses de marcha blanca, comienza a regir la Ley 21.00 que prohíbe la distribución de bolsas plásticas en las grandes tiendas.
La medida persigue “proteger el medio ambiente” y excluye aquellas que envasan alimentos y a las que cuyo uso sea necesario por razones higiénicas o para evitar el desperdicio de alimentos.
El incumplimiento de la ley será sancionado con una multa a beneficio municipal de hasta 5 UTM ($241.525) por cada bolsa entregada y serán las mismas municipalidades las encargadas de su fiscalización.
En el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas (almacenes de barrio) tienen un plazo de dos años -contados desde el 20 de julio de 2018- en el que deberán entregar un máximo de dos bolsas por compra.
“Este domingo 3 de febrero los grandes comercios, como supermercados o grandes tiendas, no podrán entregar bolsas plásticas, logrando Chile un nuevo hito en el cuidado del medio ambiente”, remarcó la ministra Carolina Schmidt.
La titular de Medio Ambiente agregó que en estos seis meses de aplicación de la ley, “podemos decir con satisfacción que en este periodo se ha evitado la entrega de alrededor de 1.000 millones de bolsas plásticas, las que ya no estarán contaminando el océano, ríos o nuestros barrios”.
Explicó que si se pusieran una al lado de otra las bolsas que se evitó entregar, sumarían 500 mil kilómetros. Es decir, 1,3 veces la distancia que existe entre la Tierra y la Luna, o 12,5 vueltas a la Tierra o 100 viajes entre Arica y Punta Arenas.
Además, si consideramos el peso de estas bolsas que se sacaron de circulación, sumaríamos unas 7.350 toneladas, equivalentes a 6.300 autos o 408 buses eléctricos del Transantiago.
“Con esto cambiaremos la cultura de lo desechable por la de lo reutilizable para no seguir contaminando con plástico nuestro medio ambiente”, concluyó la secretaria de Estado.