Parlamentarios se unen con el mundo científico y la sociedad civil para detener la destrucción de las turberas en Chile

El 3% del territorio chileno son turberas y humedales, es decir, aproximadamente 4.600.000 hectáreas. De éstas, el 70% están ubicadas en la Patagonia.

Parlamentarios se unen con el mundo científico y la sociedad civil para detener la destrucción de las turberas en Chile

Autor: Absalón Opazo

Las turberas están amenazadas en Chile. Hoy en día, en el país se extrae turba con muy pocas restricciones, ya que una de las pocas regulaciones que existe está en el Código de Minería, que las define como un “recurso mineral no metálico”. Además, no se sabe a ciencia cierta cuál es la superficie, volumen y ubicación de la turba presente a nivel nacional, y hay muy poca información respecto a cuáles de ellas están amparadas bajo alguna figura de protección.

No obstante, estimaciones indican que el 3% del territorio nacional son turberas y humedales; es decir, aproximadamente 4.600.000 hectáreas. De éstas, el 70% están ubicadas en la Patagonia Chilena, entre la región de Los Ríos hasta el Cabo de Hornos en la Región de Magallanes. Se estima que las turberas en Chile contienen 4.800 millones de toneladas de carbono lo que es casi 5 veces más que el carbono almacenado sobre los suelos de bosques nativos (20% del carbono del suelo a nivel mundial).

Por lo mismo, es necesario generar acciones que permitan mantener o conservar estos ecosistemas y, con ello, evitar la liberación de dióxido de carbono (CO2) y otros gases responsables del calentamiento global.

Javiera Valencia, geógrafa del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral, señaló en el encuentro virtual que las turberas son “un reservorio de carbono 1,7 veces superior a la biomasa de los bosques del planeta (…). Además, las turberas en Chile podrían datar entre 13.500 y 18.000 años, por lo cual observamos que estamos frente a ecosistemas fundamentales y bastantes relevantes” para la conservación y protección de los ecosistemas y la biodiversidad.

Cabe destacar que gran parte de estos ecosistemas se localizan en la Patagonia chilena, incluyendo el archipiélago de Chiloé, “no obstante, los remanentes de turberas se extienden a través de la Cordillera Pelada (Región de Los Ríos) y llegan hasta la parte sur de Corral. Es decir, se extienden por la cordillera de la costa hasta el límite con la Araucanía”, contó Mauricio Soto, representante del Comité Medio Ambiental La Chabelita del sector Chabelita de Valdivia.

“Toda la disponibilidad de agua que tenemos, la sustentan el bosque nativo y las turberas”, añade el representante de la agrupación.

Fernán Silva, analista del área de Protección de los Recursos Naturales Renovables del Servicio Agrícola y Ganadero de la Región de Aysén, señaló que una de las problemáticas hasta ahora, es la identificación de estos ecosistemas.

“Los humedales son muy diversos, y las turberas son una variedad de ellos. Hay una variedad tremenda muchas veces mal representada. De modo que si (se sabe que) algo existe, se cuida; pero si no se reconoce su importancia, no se cuida”, opina.

Iniciativas legales para la protección de las turberas

Actualmente, existen dos iniciativas parlamentarias que buscan regular la extracción del musgo Sphagnum magellanicum: una, cuyo objetivo es someter los proyectos que busquen intervenir las turberas a Estudios de Impacto Ambiental (Boletín N°12017-12); y otra, que persigue derechamente prohibir su extracción en Chiloé (Boletín N°11672-12).

El lunes 5 de octubre, el proyecto destinado a la regulación de la extracción de turba en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, retomó su discusión en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, tras ser aprobada en el Senado en octubre de 2019.

“Este proyecto principalmente lo que busca es regular las turberas, someterlas a Estudios de Impacto Ambiental y establecer una modificación en el Artículo 7 del Código de Minería para que sean sustancias no concesibles. Es fundamental, considerando que las turberas son parte de la Contribución Nacional Determinada (NDC) [que Chile presentó ante la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en abril de 2020], por lo que se requiere su tratamiento y sometimiento a normas generales de protección”, enfatizó en la instancia el senador Alfonso De Urresti, Presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado y autor de esta moción parlamentaria en el congreso.

“Una discusión que falta reafirmar es que es necesario promover la protección efectiva del pompón Sphagnum magellanicum. No partir tanto de la idea de que para proteger este recurso hay que manejarlo, sino que también falta agregar algo contextual: los pomponales son ecosistemas, y en ese sentido es necesario considerar que este recurso provee servicios ambientales, y ahí es donde se requiere atención en una ley de protección de turberas”, agregó Jorge Valenzuela, director del Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural (CECPAN) de Chiloé.

Por su parte, el diputado Felix González aclaró que su voluntad, como presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados y miembro del Partido Ecologista, es aprobar en general este proyecto: “Tenemos el compromiso, de parte del movimiento ecologista, ya que conocemos la urgencia de aprobar todos los proyectos que vayan a combatir la crisis climática. Aquí está en juego la civilización”, concluyó el legislador.


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