El día 23 de octubre se lanzó una declaración en diversos idiomas, entre los cuales se encuentra el Mapuzungun, vía redes sociales, para que personas y organizaciones la firmaran a través de una petición en línea en favor del Pueblo de Chile.
Esta acción se dió en el contexto de las jornadas globales de apoyo que convergieron en la “Marcha más grande de Chile” el viernes 26 de octubre, con la participación de más de un millón de personas, movilizaciones pacíficas y multitudinarias que expresaron con claridad durante varios días el rechazo a la violencia decretada por el gobierno y su declaración de guerra.
De esta forma, personas e instituciones de más de 60 países y territorios reunieron en apenas 72 horas, a partir del día 23 de octubre de 2019, 5.525 firmas. Destaca la adhesión de destacada/os intelectuales y defensores de Derechos Humanos como Eduardo Jozami, Judith Butler, Toni Negri, Etiene Balivar, Silvia Federici, Susan Buckmorss, Horacio González y Dora Barrancos entre mucho/as otro/as.
La declaración también cuenta con la firma de miembros y militantes de muy diversas instituciones, organizaciones sociales y políticas, entre las que resaltan múltiples agrupaciones feministas como “NiUnaMenos Argentina”, organismos Internacionales de Derechos Humanos como Amnistía Internacional, hasta organizaciones territoriales. En esta pluralidad reside la fuerza de esta declaración que ha sido capaz de convocar a importantes académico/as de cerca de cuarenta universidades de todo el mundo.
Esta significativa diversidad es un respaldo político a la valiente lucha del Pueblo Chileno: “Es un mensaje de preocupación ante la vida porque en estos momentos Carabineros de Chile y las Fuerzas Armadas está torturando, aplicando la violencia política y sexual, desapareciendo y asesinando a distintas personas a nivel nacional” como indica la declaración.
El comunicado enfatiza los impactos de la violencia de Estado en “una población cansada de sufrir el agobio salvaje del modelo neoliberal que desmanteló los derechos sociales”. Y expresa que si bien lo que gatilla la revuelta es el llamado de estudiantes secundaria/os a evadir el pago del boleto del metro debido a su alza, esta es una ola de protestas que cuestiona el modelo económico y político.
También rechaza enérgicamente la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado y del Estado de Excepción; y ante el cerco mediático existente en el país, hace un urgente llamado a los medios de comunicación internacionales, así como a los organismos internacionales de Derechos Humanos para que se hagan presentes en Chile ahora.
Después de los sucesos de Ecuador, apenas un par de semanas antes, la declaración es una muestra del dinamismo y la intensidad de la solidaridad internacional con estos procesos.
La declaración termina afirmando que ningún diálogo social ni político es posible con los militares en las calles. En este sentido suscribe el clamor popular que exige la renuncia del Presidente Piñera y celebra el llamado a una Asamblea Constituyente que varios sectores han hecho.