Si bien en junio de 2017 la Presidenta Michelle Bachelet anunció la creación de un parque marino de 485 mil kilómetros cuadrados en el archipiélago de Juan Fernández, esa promesa no solo aún no se concreta, sino que la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura intenta reducir la extensión de esa promesa en un 80 por ciento.
Daniel González, presidente de los pescadores de Juan Fernández denuncia que Subpesca se ha dejado influenciar “por los intereses de las pesqueras, específicamente del pez espada, del jurel y la albacora”.
En una misiva difundida en diversos medios a mediados de diciembre, varias organizaciones de la zona como el Sindicato de Pescadores Independientes de la Pesca Artesanal de Juan Fernández, la Agrupación de Pescadores de Robinson Crusoe, el Sindicato de Pescadores de isla Alejandro Selkirk y el Gremio de Turismo de Robinson Crusoe, denunciaron dichas presiones.
“Subpesca está defendiendo los intereses particulares de la flota que pesca pez espada, lo que atenta contra el ecosistema del que dependemos y pone en riesgo su legado como Presidenta de Chile”, advierte la misiva, que también acusa a la repartición estatal de negarse “a la ampliación del área marina protegida de múltiples usos de 12 a 24 millas”, expresaron.
Además de no querer ampliar el área marina, Subpesca tampoco quiere hacer el parque como se planteó pues “proponen hacerlo en aguas prácticamente desiertas. Es ahí la problemática”, sostiene el dirigente.
El resguardo de las especies
Hasta ahora los pescadores artesanales del archipiélago viven de la pesca de la langosta, la cual ha sido administrada exitosamente gracias al manejo que han hecho en los últimos 120 años.
Daniel González explica que los pescadores artesanales tienen un área costera entre la milla cero y la once, y la propuesta es que se amplíe eso hasta la 24 y “de ahí para afuera se resguarden las especies que viven en las cercanías de Juan Fernández para que hayan pescados para Chile para siempre”. Esta propuesta ya se presentó en instancias internacionales como en la Reunión Anual de los Océanos, en Estados Unidos en la ONU, o en la reunión Impact 4 que se realizó en Coquimbo, Chile, y en Malta en octubre. En esas instancias, estuvieron junto a la Presidenta Bachelet y al Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz.
Pero el lobby ha puesto en entredicho esa propuesta. De hecho, en la misiva que enviaron las organizaciones a la Presidenta a mediados de diciembre de 2017 manifiesta que la naturaleza y los recursos marinos no durarán mucho tiempo “si no hacemos algo para cuidarlos”, porque -denuncia la misiva- cada vez más se acercan barcos industriales a pescar a estas aguas de manera indiscriminada, y como estas flotas ya han depredado las costas cerca del continente y los peces escasean, “vienen a buscar lo que nosotros hemos mantenido por más de un siglo”.
Las organizaciones apoyaron a Bachelet en la decisión de proteger el mar de Juan Fernández, refrendada el 1 de junio de 2017 en la Cuenta Pública, pero ahora no entienden por qué la Subpesca “defiende los intereses particulares de la flota que pesca pez espada, lo que atenta contra el ecosistema del que dependemos y pone en riesgo su legado como Presidenta de Chile”, dicen en la carta.
“Pensando como mis abuelos”
“Yo pienso igual como pensaron mis abuelos, ellos pensaron en que yo pudiera comer, entonces yo también tengo que pensar en mis nietos y bisnietos”, sostiene Daniel González, quien explica que el modelo continental tiene las pesquerías colapsadas, con muchas especies en peligro de extinción, y además, una parte mínima de esa pesca industrial va para consumo humano, pues la mayoría es para alimentar la agroindustria.
La riqueza del archipiélago de Juan Fernández, que tiene uno de los índices del mundo más alto de distribución de biomasa en cantidad de peces por km2, y una cantidad de especies endémicas más alto que las islas Galápagos, hace que los pescadores quieran defender su territorio marino, pues González sostiene que “una pesquería quizás va a durar 10 años, pero los próximos nos vamos a morir de hambre”.
El dirigente explica que en Juan Fernández tienen medidas de autorregulación que ha durado más de 120 años y que les ha permitido tener la biomasa que hoy tienen. “Antes que existieran regulaciones en Chile, nosotros ya nos autorregulábamos”, sostiene González, quien agrega que Juan Fernández “se muestra en el mundo como un modelo que funciona bien, que es sustentable y que es replicable en el mundo”, y eso se acentúa más si se compara con las pesquerías del Chile continental que “están casi agotadas”, asevera.
“Nosotros no tenemos encerrados estos peces, ellos migran y son de todas las especies que tienen alto interés pesquero para la flota continental”, explica González, quien manifiesta que esto va a tener un “efecto rebalse” donde protegiendo los 485 mil kilómetros cuadrados en Juan Fernández, el resto del país y el mundo se verán favorecidos.
Por eso, las organizaciones del archipiélago presionan para que esta propuesta quede decretada en esta administración (Bachelet), para que quede saldada antes de la llegada de Sebastián Piñera, aunque en su gobierno se tendrán que ver los detalles de la implementación.