Por 137 votos a favor, uno en contra y siete abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó la resolución 457, que solicita al Presidente de la República que instruya al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, realizar todos los trámites necesarios con el objeto de que el Cementerio General de Santiago sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La propuesta fue planteada a la Sala por los/as PH Florcita Alarcón; independiente Érika Olivera; PS Marcelo Díaz; Evópoli Luciano Cruz-Coke; PPD Carolina Marzán; PC Camila Vallejo y Amaro Labra; UDI Nino Baltolu; y DC Matías Walker y Gabriel Ascencio.
En el documento se recuerda que José Miguel Carrera dio los primeros pasos para crear el Cementerio General, en 1813. Sin embargo, se destaca que no fue posible avanzar en ello debido a la lucha independentista, por lo que recién en 1819 se realizaron las primeras gestiones para encontrar un terreno apto, quedando las negociaciones en manos de Don Manuel Joaquín Valdivieso, quien logró un acuerdo con la Orden de los Dominicos para la cesión de unos terrenos ubicados en el antiguo camino de la Recoleta y la Cañadilla.
Se informa, asimismo, que el Cementerio General se construyó en torno a dos ideas centrales: constituirse como un panteón, un lugar para rendir culto y honores a los héroes de la independencia; y representar un lugar donde fuesen incluidos ricos y pobres, para terminar de este modo con el sistema de castas.
Se destaca que fue Bernardo O’Higgins quien, el 9 de diciembre de 1821, inauguró la necrópolis y, entre otros antecedentes, se comunica que su periodo más próspero coincidió con el apogeo del salitre, cuando las familias de colonias extranjeras y corporaciones erigían mausoleos y grandes obras de piedras.
Otros puntos resaltados en la resolución es que, en 2006, se hizo una declaratoria de Monumento Histórico al Patio 29 y que, en 2010, son declaradas Monumento Nacional las 28 hectáreas del casco antiguo.
Asimismo, se pone de relieve que, salvo Gabriel González Videla, todos los presidentes de Chile se encuentran enterrados en el Cementerio General, así como otros tantos personajes destacados de nuestro país, como Violeta Parra, Víctor Jara, Camilo Henríquez, Manuel Rodríguez, Andrés Bello y Pablo de Rokha.
El texto explica que, para que el Cementerio General sea declarado Patrimonio de la Humanidad o Patrimonio Mundial, de acuerdo a la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural adoptada por la Conferencia General de la Unesco, el 16 de noviembre de 1972, en París, es necesario no solo tener relevancia excepcional como herencia común de la humanidad, sino también, desde el año 2005, cumplir con al menos uno de los diez criterios descritos por el Comité del Patrimonio Mundial.
Se destaca que, de acuerdo al investigador Tomás Domínguez Balmaceda, de los diez criterios, el Cementerio General cumpliría con cinco. A saber: representa una obra maestra del genio creativo humano; entrega un testimonio del intercambio de valores humanos a lo largo de un período de tiempo o un área cultural del mundo; aporta un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida; ofrece un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje que ilustre una etapa significativa de la historia humana; y está directa o tangiblemente asociado a eventos o tradiciones vivas, con ideas o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal.
Fuente: Cámara de Diputados