Por Jorge Molina Araneda
La agenda de salud fue un verdadero dolor de cabeza para el segundo gobierno de Piñera.
No solamente las deficiencias en el sistema del Fonasa y las largas listas de espera en el sector público condicionaron el panorama sanitario a nivel nacional, sino también las consecuencias de la pandemia de Covid-19.
En ese contexto, Piñera se encargó de fortalecer considerablemente el plan de vacunación a lo largo de todo el territorio. Sin embargo, el ex Presidente dejó de lado varios de los compromisos que había hecho dentro de su campaña presidencial en relación al sistema hospitalario.
La modernización de los servicios de salud y Fonasa, perfeccionar la Ley Ricarte Soto y, por cierto, la protección y las garantías ante Enfermedades Catastróficas, fueron las principales deudas que dejó su gobierno, lo cual contribuyó a que más de 15 mil personas durante el 2020 murieran en listas de espera, según un reporte elaborado por el Ministerio de Salud en 2021.
Además de lo anterior, encontramos el hospital fantasma de la comuna de Colina, cuya ficticia historia principió en 2019.
De acuerdo a la periodista Karina González: El alcalde de Colina de ese período, Mario Olavarría (UDI), se reunió el 15 de julio de 2019 con el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, para presentarle el lugar ideal para construir el hospital de la zona norte de la Región Metropolitana.
El ministro estuvo de acuerdo, le dio el visto bueno al proyecto, y Olavarría no dudó en dar la noticia con un acto en la Plaza de Armas de Colina.
En 2019 los vecinos de la zona norte de Santiago celebraban el anuncio de la construcción de este nuevo hospital. Pero eso solo quedó en palabras luego de que se rechazara la edificación en dicho terreno, ya que su uso era solo agrícola.
Una serie de errores y promesas que terminaron por afectar a más un millón de personas que deben viajar kilómetros para atenderse en un recinto colapsado como el Hospital San José.
Además, en agosto de 2019 el mismísimo Sebastián Piñera anunció que el nuevo hospital para la zona norte de la Región Metropolitana se construiría en la comuna de Colina.
El terreno que el ex alcalde de Colina, Mario Olavarría, consideraba ideal, se ubica al costado poniente de la autopista Radial Nororiente y a unos 500 metros de la intersección con la Ruta 5.
El contrato de compraventa de dicho terreno se celebró el 24 de noviembre de 2020 con una persona llamada Carmen García Reus. Persona que le vendió al Estado las cinco hectáreas por un precio de 100.000 UF ($3 mil millones).
En aquel contrato se especificaba que la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Colina, persona jurídica de derecho privado, adquiriría el inmueble. Ello «con la finalidad de destinarlo a la ejecución del megaproyecto denominado hospital Zona Norte de la Región Metropolitana».
Asimismo, también se especifica que «el inmueble que se transfiere queda sujeto a la prohibición de cambiar su destino, que actualmente es agrícola, en conformidad a los artículos 55 y 56 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, en relación con el artículo primero del Decreto de ley 3.506 del año 1990».
Respecto a lo anterior, el pleno del Consejo Regional Metropolitano aprobó el jueves 30 de diciembre de 2021 la solicitud de cambio de uso de suelo, ya que el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) lo prohibía en ese lugar.
En aquella solicitud se encontraban los primeros problemas e irregularidades. Y la primera duda que surge entre la sociedad es que el cambio de uso de suelo no fue solo para las 5 hectáreas destinadas a la construcción del hospital, sino que para 14 hectáreas.
Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, dio cuenta de las irregularidades que encerraba el proyecto del nuevo hospital para la zona norte: «Yo este tema lo he denunciado en la Contraloría de la República y, como consecuencia de mis denuncias, la Contraloría le informó por escrito al mismo Orrego (Gobernador de la Región Metropolitana) de que esta posibilidad de modificar el uso de suelo viola una disposición contenida en el instrumento Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS)».
La modificación que se realizó al PRMS es contraria a la Estrategia Regional de Desarrollo (ERD). Por lo mismo «tal acto administrativo no ha ingresado en la Contraloría General de la República para la correspondiente toma de razón», explicó Herman.
La modificación es contraria porque la vigente Estrategia Regional de Desarrollo tiene dentro de sus principios proteger la disponibilidad de suelo agrícola con factibilidad de explotación (el terreno se ocupaba para cultivos). Y el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago (GORE) debe actuar de manera coherente con la ERD.
Entonces la modificación del PRMS, al transformar ese suelo en urbano, incumple el señalado principio de la ERD; y eso la vuelve contraria a la letra a) del artículo 16 de la ley 19.175 sobre Gobierno y Administración Regional. Por lo tanto, también se declara ilegal.
Eso se lo advirtió implícitamente la Contraloría a la Seremi de Vivienda y al GORE.
El artículo en cuestión señala que: ‘Serán funciones generales del gobierno regional:
a) Diseñar, elaborar, aprobar y aplicar las políticas, planes, programas y proyectos de desarrollo de la región en el ámbito de sus competencias, los que deberán ajustarse al presupuesto de la Nación; a la estrategia regional de desarrollo y a los instrumentos de planificación comunal’.
Para Patricio Herman, «aquí estamos frente a una operación comercial fallida; la compra por parte de una corporación municipal no fiscalizable, por ser privada, a una señora que vendió en muy subido precio su terreno rural. En rigor, lo que debiera suceder ahora es que la operación comercial, promovida por Mario Olavarría, se va a tener que someter a resciliación. Es decir, todo va a tener que volver a hoja cero y las platas que ya se habían pagado a esa señora van a tener que ser devueltas por ella al municipio de Colina».
Hay una lista de espera de 14 mil pacientes esperando por su especialidad para ser atendidos en el hospital San José. Las ambulancias desde Tiltil se demoran aproximadamente una hora y media en llegar al hospital sin haber mucho tráfico.
Los problemas con el terreno no son actuales, pues el 16 de octubre de 2021 el Gobierno Regional de Santiago emitió una declaración pública en donde ya expresaba ciertas situaciones problemáticas del caso.
Entre ellas, que el ex ministro de Salud Enrique Paris y el ex subsecretario de Redes Asistenciales Alberto Dougnac, «tanto en reuniones como en comunicaciones telefónicas, manifestaron al Gobierno Regional Metropolitano la intención de cambiar la ubicación del citado hospital».
«El propio subsecretario Dougnac nos envió el ordinario C49/No 2972 del 28 de septiembre de este año (2021); en el que se comunica al Director del Servicio de Salud Metropolitano Norte que -según reuniones avanzadas con el Ministerio de Defensa- se liberaría el uso de un inmueble de uso militar en la comuna de Conchalí, que en principio tendría una mejor ubicación», agrega la declaración.
Apenas fue publicada esta información, vecinos y vecinas de la zona norte de la Región Metropolitana se tomaron las calles y la agenda mediática.
Ello, pues expresaron que el segundo lugar escogido para la construcción del nuevo hospital para la zona norte no tiene el acceso adecuado en el transporte público; debido a que a la zona no llega el Transantiago ni tampoco la locomoción interurbana. La manera más segura y rápida para llegar a Conchalí es mediante vehículos particulares. Situación que no es viable para las personas que se necesitan atender en el hospital con patologías, enfermedades o que estén en situación de discapacidad.
Solo queda por manifestar que esta falsa promesa fue una nueva burla de Piñera y compañía, quienes jugaron con las ilusiones de muchas personas en un tema tan importante como es la atención de salud. Nada nos extraña de este especulador.
Por Jorge Molina Araneda
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