Por la Nacionalización de la Gran Minería: El Cobre y el Litio para Chile

La singular importancia de Chile en la producción mundial de cobre requiere de la nacionalización de la Gran Minería, por ser la mejor forma de asegurar un nivel de producción que responda de manera adecuada a las necesidades del país, sus pueblos y sus ecosistemas.

Por la Nacionalización de la Gran Minería: El Cobre y el Litio para Chile

Autor: Absalón Opazo

Quienes suscribimos esta declaración, apoyamos la renacionalización de la gran minería chilena nacionalizada por el gobierno de Salvador Allende en julio de 1971, con el apoyo unánime del congreso pleno, y que se desnacionalizó mediante legislación dictatorial a partir de 1981.

De esta manera se desconocía que “el Estado tiene el dominio Absoluto, Exclusivo, Inalienable e Imprescriptible de todas las Minas” como se estableció en la reforma Constitucional de 1971 que permitió que el cobre fuera chileno.

La renacionalización de la Gran Minería se funda en la necesidad de la recuperación de nuestra soberanía nacional sobre aquello de lo que nos han despojado, y en el hecho de ser la estrategia que mejor asegura, mediante un control racional de la producción, el fortalecimiento del erario público, el financiamiento de las demandas sociales, el cuidado del ecosistema, la generación de valor agregado a nuestros bienes y el tránsito hacia un nuevo modelo económico para el Buen Vivir que deje atrás el extractivismo.

En este sentido, respaldamos la norma presentada por los convencionales y las iniciativas de las organizaciones defensoras del cobre, que promueven la nacionalización de las empresas de la Gran Minería chilena, el fin a las concesiones y la verdadera nacionalización de los minerales e hidrocarburos.

El cobre es la principal riqueza básica de Chile, y representa aproximadamente el 50% de nuestras exportaciones. Somos el principal productor mundial de cobre, con el 28,5% de la producción mundial y el 33% del total de las exportaciones mundiales de cobre (en 2019). Aún más relevante es considerar, desde una perspectiva histórica, que contamos con cerca del 30% de las reservas mundiales de cobre, que es un metal indispensable para el funcionamiento de la industria verde, fundamentalmente por sus cualidades como conductor de electricidad.

La importancia de Chile como exportador de cobre es equiparable al total de las exportaciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que reúne a 13 países. Arabia Saudita, principal exportador de petróleo de la OPEP, exporta cerca del 10% de la producción mundial de petróleo. Es decir, la participación de Chile en el mercado mundial del cobre representa más de tres veces la participación de Arabia Saudita en las exportaciones de petróleo. De aquí, el enorme poder de mercado que posee Chile sobre el metal rojo y los importantes ingresos que puede otorgar al país, fenómeno que el presidente Salvador Allende denominó como “El sueldo de Chile”.

Según las cifras de la Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO) los ingresos por producción de cobre en dólares a cada año desde 1990 a 2019 alcanzan los 737 mil millones de dólares. Lamentablemente, más de dos terceras partes de estos ingresos han sido capturados por la Gran Minería privada, fundamentalmente extranjera, (casi 500 mil millones de dólares, según cifras oficiales). Esto implica que, en promedio, estas corporaciones obtuvieron ingresos de 16.000 millones de dólares anuales.

La tributación de la Gran Minería privada es ínfima. En 2019, las ventas fueron 35.000 millones de dólares y pagaron 2.937 millones de dólares por los impuestos incluyendo los impuestos específicos, es decir, sólo pagaron el 8,4% de las ventas. En 2020, subieron las ventas a 37.710 millones de dólares y disminuyeron los impuestos a 2.086 millones de dólares, pagaron solo el 5,7% de las ventas.

Pero hay que hacer notar que estas cifras son estimativas, puesto que las mineras exportan más de un 70% de su producción de concentrados de cobre, el que incluye otros minerales como el oro, la plata y el molibdeno que no son cuantificados, ni registrados y, por tanto, por estos minerales las empresas privadas no pagan impuestos.

La singular importancia de Chile en la producción mundial de cobre requiere de la nacionalización de la Gran Minería, por ser la mejor forma de asegurar un nivel de producción que responda de manera adecuada a las necesidades del país, sus pueblos y sus ecosistemas, y por tanto, resguarde los intereses nacionales y la recuperación de las zonas de sacrificio.
La refundación del país necesita recursos financieros y el cobre puede brindarlos.

¡El cobre y el litio para Chile!

Suscriben:

Orlando Caputo – Economista / Gerente General de Codelco nombrado por Salvador Allende
Marcela Vera – Economista / Coordinadora por la renacionalización del cobre y los bienes comunes
Manuel Riesco – Economista / Cenda
Julián Alcayaga – Abogado, economista / Comité de Defensa del Cobre / ONG Chile Cobre
Ramón López – Economista / Profesor titular Universidad de Chile (FEN)
Graciela Galarce – Execonomista Banco Central
Edward Gallardo – presidente del Sindicato Interempresa de la Minería, SIM
Carlos Tomic – Economista / Jefe área concentrados y subproductos, Codelco, 1970 – 1977
Pablo Sepúlveda Allende – Médico / Ex Coordinador de la Red en Defensa de la Humanidad
Francisco Marín – Sociólogo / Director El Ciudadano
Gabriel Ríos – Economista / Investigador en Minería


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