La píldora, que ya fue presentada al Instituto de Salud Pública (ISP) para su aprobación e ingreso a Chile, está siendo evaluada por el MINSAL para su incorporación a las estrategias locales, en momentos en los que el VIH ha vuelto a la palestra como un tema urgente para salud pública local, con un avance en los contagios de 96 por ciento entre 2010 y 2017.
La toma diaria y regular de una tableta de PReP, es la única estrategia aprobada por la FDA –agencia estadounidense responsable de proteger la salud pública mediante la regulación de los medicamentos de uso humano, para prevenir el VIH. Lo que hace este medicamento es impedir la multiplicación del virus y que éste se incorpore en la célula, bloqueando unas enzimas en el sitio del virus cuando va a entrar a la célula.
“Se ha demostrado científicamente y hay muchos estudios al respecto, en que se reduce a más de un 90 por ciento la transmisión del virus, tomando estos medicamentos de forma regular”, señaló Afani, quien detalló que tiene un costo aproximado de 500 mil pesos al mes para los usuarios regulares y en caso de ingresar al país, lo haría probablemente con un plan enfocado en grupos vulnerables, desde el Estado.
“Esto no es una cosa que la persona vaya a comprar la pastilla, no. Aquí primero hay criterios de selección, para quiénes sí y para quiénes no. No es para todos. Es algo que tenemos que conversar, y la autoridad tiene que ir viendo las posibilidades de incorporarlo en el corto plazo dentro de esta estrategia integral de prevención”, explicó Afani.
Según el inmunólogo usualmente la población que se levanta como el “blanco” para utilizar este fármaco, son aquellos que tienen un alto número de parejas sexuales, que hay evidencia de que han tenido otras infecciones de transmisión sexual como sífilis, gonorrea u otras, que han tenido una exposición frecuente al contagio y que no han usado preservativo, y que son VIH negativo. Trabajadoras sexuales, quienes usan drogas inyectables y quienes tienen parejas seropositivas son también población susceptible de evaluación para el uso de la píldora.