Esta semana, un grupo de senadores de oposición presentó un proyecto de ley para regular el acceso de menores de 14 años a las redes sociales, muchas de las cuales son utilizadas por niños y adolescentes a pesar de tener -algunas de ellas- limitaciones de edad.
Según consignó El Mercurio, la iniciativa fue patrocinada por la senadora Adriana Muñoz (PPD) y los senadores Jaime Quintana (PPD), Alejandro Navarro (independiente) y Carlos Bianchi (independiente).
En específico, los legisladores pretenden modificar la Ley sobre Protección de la Vida Privada, que -señalan- no incluye el resguardo de la información de niños y niñas, «lo que permite un uso indiscriminado sin supervisión».
De acuerdo con los autores, «la información que se comparte en ellas no siempre es bien utilizada, ya que es vendida y se crean bases de datos o se hacen seguimiento a diversas personas sin su consentimiento, lo que se torna más grave respecto a los menores de edad, quienes están en alto riesgo de que su información personal, como nombre, dirección, fotos, videos, y otros, sea ocupada por redes de delincuencia organizada, especializada en tráfico de personas, prostitución, trata de blancas, tráfico de órganos, estupro o almacenamiento de material pornográfico infantil, entre otros».
Por todo lo anterior, el proyecto propone agregar un nuevo inciso final al artículo 5 de la ley, del siguiente tenor: «Sin perjuicio de lo anterior, el registro de datos personales o sensibles de niños o niñas menores de 14 años de edad, solo procederá previa autorización expresa de los padres o el tutor legal del o la menor».
En ese sentido, los senadores explicaron que la iniciativa tiene como referencia un sondeo de la compañía de ciberseguridad Kaspersky y la consultora de estudios de mercado Corpa, que concluyeron que un 55 por ciento de los niños menores de 13 años utiliza redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok y Snapchat pese a existir limitaciones de edad.
Basados en estos datos, los parlamentarios identificaron en el proyecto tres formas de acoso a las que se pueden enfrentar los menores:
-Grooming, cuando un adulto con fines sexuales busca ganarse la confianza de un menor de edad.
-Sexting, que implica intercambio de relatos, fotografías o videos con contenido erótico y, en algunas ocasiones, explícito. A veces, esta práctica es utilizada por los agresores para extorsionar a quien envió contenido, llegando a causar daños psicológicos considerables.
-Ciberbullying, que alude al acoso entre personas por internet, que por su alcance global, implica un alcance mayor que afecta más a la víctima, a su familia y amigos.