Este año el rodeo se tuvo que sentar en el banquillo de los acusados. Las denuncias por «maltrato» y «tortura» que antes solo venían de agrupaciones animalistas fueron amplificadas por marchas y encuestas ciudadanas en donde la demanda de «No Más Rodeo» se escuchó fuerte y claro. La comuna de Recoleta prohibió a través de una ordenanza su práctica en ese territorio y la de Ñuñoa no autorizó, al menos durante las fiestas patrias de 2016, la realización del llamado «deporte nacional» en la medialuna del Estadio Nacional.
Desde entonces los seguidores del rodeo han tenido que permanentemente salir en su defensa, como ocurrió recientemente en el marco de la presentación de la Escuadra Ecuestre Palmas de Peñaflor que se llevará a cabo el próximo 10 y 11 de diciembre en la medialuna del Parque Saval, en Valdivia, evento organizado por el Club de Rodeo Chileno de la ciudad sureña.
«No consideramos que haya un maltrato»
«El rodeo no es solo la atajada, el rodeo para nosotros es la fiesta del rodeo. El rodeo es tradiciones patrias, es caballos, es artesanía, música chilena, comidas típicas y rodeo», señaló en conversación con Radio Bío Bío el presidente de la organización, Claudio Rojas.
Consultado sobre si el rodeo implica igualmente maltrato, el dirigente indicó que «para nosotros no», argumentando que, por el contrario, habría una lógica de cuidado de los animales. «No porque alguien pertenezca a una agrupación defensora de los animales son más defensores que nosotros», aseguró.
Rojas sostiene que los animales de la asociación de Valdivia son prestados y que, en ese sentido, «nadie va a prestar sus animales para que se los maltraten o se mueran». Y agregó: «Yo digo: salen menos lesionados que en un partido de fútbol y, por lo tanto nosotros no consideramos que haya un maltrato». Junto con ello, el presidente del Club de Rodeo Chileno de Valdivia cuestionó que hoy se esté hablando «de que hay un maltrato psicológico, por lo tanto ya no estamos hablando de la atajada, estamos hablando de otras cosas».
«Los animales no son vistos como seres con capacidad de experimentar dolor y placer»
Conversamos con Gabriela Acosta Pizarro, integrante de la agrupación Derecho y Defensa Animal de la Universidad de Chile, sobre lo expuesto por Claudio Rojas en cuanto a que no habría maltrato en el rodeo. «Sí existe maltrato animal, ya que los novillos deben soportar fuertes golpes producidos por el jinete y su caballo, que se traducen en fracturas de costillas, hematomas, derrames internos, sangramiento nasal, bruxaciones e incluso la muerte, lo cual está demostrado por diferentes veterinarios», argumenta.
Acosta detalla que «muchas veces los novillos no se pueden volver a parar producto del maltrato que sufren, por lo que para obligarlos a hacerlo reciben patadas, bofetadas e incluso golpes eléctricos que se denominan picanas». Junto con ello, agrega que «el novillo sufre daño psicológico porque enfrenta un estrés constante, desde el encierro en los establos hasta la persecución en las medialunas, donde padece maltrato continuamente». Por último, añade que luego del rodeo «no reciben atención médica y no hay una verdadera preocupación por la salud de éstos, que son devueltos en pésimas condiciones».
Respecto a la comparación con el fútbol que hizo el presidente del Club de Rodeo de Valdivia, Gabriela señala que «es incomparable la situación de los novillos que participan en rodeo con las lesiones que pueden sufrir los futbolistas en un partido de fútbol, pues éstos aceptan esas condiciones en donde se podrían producir lesiones». En cambio, los novillos -agrega- «son obligados a sufrir terribles lesiones, ya que son vistos como meros objetos para la realización de una actividad y no como seres con capacidad de experimentar dolor y placer».
La integrante de Derecho y Defensa Animal apunta que si la organización ecuestre que preside Rojas «se preocupara realmente de los animales, en las reglas que regulan este ‘deporte’, específicamente en los Estatutos de la Federación del Rodeo Chileno, deberían existir artículos que se preocuparan de la salud y el bienestar de éstos». En ese sentido, Acosta apunta que «vemos que sólo aparecen reguladas las características que deben tener los novillos, y en caso de que el jinete lo maltrate, como tomarlo de la cola o castigarlo con la espuela, como máximo le cobran puntos malos o lo eliminan del rodeo».
Por último, Gabriela Acosta cuestiona el argumento en favor de la continuidad del rodeo que exponen Claudio Rojas y también el alcalde de Valdivia, Eduardo Berger, en cuanto a que se trata de una «tradición chilena». «Que una actividad sea considerada como tradición no quiere decir que no se pueda eliminar por su alto contenido de violencia y sufrimiento. A medida que la sociedad va evolucionando se van cuestionando estas costumbres arraigadas que conllevan maltrato animal», señala. Y agrega: «Es tiempo de que dejemos estas prácticas tan crueles con los animales y que fomentemos deportes y tradiciones donde no se dañe a ningún inocente».
Daniel Labbé Yáñez