En prisión preventiva quedó el sacerdote Óscar Muñoz Toledo (56), quien asumió en el año 2011 como canciller del Arzobispado de Santiago. El cura enfrenta los cargos de abuso sexual, abuso sexual impropio y estupro reiterado en contra de menores de edad, delitos que habrían sido cometidos entre los años 2002 y 2011.
El pasado jueves se concretó la detención de Muñoz Toledo, uno de los más altos cargos de la Iglesia Católica en Chile. El sacerdote había emitido una autodenuncia de carácter canónico a comienzos de año por un caso de abuso, por lo que permanecía en libertad.
Al respecto, su abogado defensor, Gabriel Henríquez, precisó que «en esa autodenuncia, se precisaron hechos que hoy fueron formalizados. Esos hechos evidentemente no se cuestionan”. Indicó además que «se formalizaron cinco hechos, por lo menos tres hechos claramente no están dentro de los que nosotros pensábamos que estaban incluidos dentro de la formalización”.
Según una publicación de La Tercera, hasta el momento existen siete víctimas, con edades que fluctúan entre los 11 y 17 años al momento de los hechos. En enero de este año, Óscar Muñoz reconoció haber abusado de un menor en la parroquia Jesús de Nazareth de Estación Central.
Asimismo, cinco de sus sobrinos figuran entre las víctimas, al igual que una persona que lo denunció en Rancagua. De acuerdo al matutino de Copesa, este caso dio pie al fiscal de O’Higgins, Emiliano Arias, para solicitar la orden de detención contra el sacerdote.