El abogado Lorenzo Morales informó que la Justicia Militar sometió a proceso al ex general de Carabineros Iván Bezmalinovic Hidalgo por obstrucción a la investigación en el caso del comunero Jaime Mendoza Collío, fallecido en agosto de 2009 durante un desalojo ocurrido en las cercanías de Angol.
Actualización 13/05/2016: El procesamiento fue desmentido por el Fiscal Militar de Temuco, Eduardo Padilla, quien actúa como suplente en la Fiscalía Militar de Angol. Padilla señaló que Bezmalinovic no ha declarado en la causa y hasta el momento sólo tiene calidad de inculpado.
El oficial en retiro, conocido también como el caza-mapuche, es acusado la familia de la víctima como el presunto encubridor del asesinato de Mendoza por el cual ya fue condenado Miguel Jara Muñoz, sindicado como el autor del disparo.
En conversación con El Ciudadano, el abogado Morales sostuvo que es necesario aclarar la intervención personal que Bezmalinovic tuvo momentos después de la muerte del comunero.
«El general Bezmalinovic llegó a los minutos posteriores de este hecho y en ese momento hay un ocultamiento de pruebas, una cierta suplantación de otras pruebas que estaban ahí. Después de una hora y media llegó el fiscal militar. Todo eso lo queremos reconstruir, esa hora y media, donde él estuvo con el cuerpo y con otras seis personas del GOPE y ver que él era el superior jerárquico de todos los que estaban ahí», comentó.
Morales señaló que el fiscal de la época constató «que estaban manipulados ciertos elementos que eran parte de la indumentaria del cabo Jara, que es el autor material del hecho», lo cual amerita ser investigado.
En este sentido, existe ya un informe de la PDI que da cuenta de una manipulación del chaleco antibalas de Jara que es posterior al incidente por el cual resultó muerto Mendoza Collío. El documento es una pieza clave de la querella contra de Bezmalinovic, ya que demuestra que los perdigones incrustados en el chaleco fueron disparados de arriba hacia abajo, a una distancia de un metro y en una superficie de cemento, no a campo abierto.
Para el historiador Martín Correa es evidente que hubo un montaje para fabricar la versión de que los uniformados habían actuado en legítima defensa al disparar contra Mendoza.
«La Tercera, El Diario Austral y El Mercurio fueron voceros de lo que planteó la Dirección de Carabineros y el gobierno. En los días previos al funeral de Jaime Mendoza Collío, salió José Antonio Viera Gallo, que en ese momento formaba parte del gobierno, y señaló que si el carabinero no hubiera ido con el uniforme que correspondía, podría haber muerto. Luego se comprobó que Mendoza nunca disparó, pero quedó inscrita la imagen que se quiere construir del mapuche violento que atacó a Carabineros, cosa que nunca fue», explicó.
El investigador también discrepa con quienes dicen que la muerte de Mendoza fue un hecho aislado. «Forma parte de una historia de represión y no solamente en los últimos años», afirmó.
«Es una historia de persecución desde que el Ejército chileno decidió ocupar militarmente la Araucanía. A Jaime Mendoza lo asesinan en las faldas del Cerro Chiguaihue, donde se construyó el fuerte Chiguaihue en la ocupación militar de 1867, que es el núcleo de la avanzada militar en el Río Malleco. El primer muerto de la Reforma Agraria es Carlos Collío, en el año 1961, asesinado por el dueño del fundo Chiguaihue, Ignacio Silva. El primer muerto de la Concertación es Alex Lemún, quien también es asesinado en las faldas del Chiguaihue», explicó Correa.
El historiador recordó que a sólo cinco kilómetros del lugar donde cayó Mendoza «está el Retén de Pidima, donde funcionan las Fuerzas Especiales de Carabineros. Ahí mismo, el ministro Burgos fue a pasar el año nuevo. Entonces no podemos entender la muerte de Jaime como una casualidad. Es parte de un proceso histórico de represión a las demandas territoriales mapuche».