El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos Humanos de las Cortes de Concepción y Chillán, Carlos Aldana Fuentes, dictó auto de procesamiento en contra de Vicente Francisco Montecino Billeke, Capitán de Fragata (R) de la Armada, por su responsabilidad como encubridor en el delito de homicidio simple del recluta de esa institución Luis Alberto Villegas Meza, perpetrado entre octubre de 1975 y diciembre de 1976.
En la resolución (causa rol 3-2019), el ministro Aldana procesó a Montecino en calidad de encubridor del delito de carácter de lesa humanidad, al comprobarse, en la etapa procesal, que la víctima murió por acción de terceros y no por un suicidio, como se informó y aseguró en su momento.
El procesado era, a la época de los hechos, teniente de la Armada y comandante de reclutas en el destacamento N°3 Aldea de la Base Naval de Talcahuano, donde ocurrió el crimen.
Durante la etapa de investigación de la causa, el ministro en visita reunió antecedentes suficientes para tener por acreditados los siguientes hechos:
‘A) Que el 1 de octubre de 1975, Luis Alberto Villegas Meza ingresó al Destacamento Nº 3 «Aldea» de la Armada de Chile, ubicado al interior de la Base Naval de Talcahuano, Fuerte Borgoño, para iniciar su período de instrucción militar, como recluta (…) y que el 8 de ese mes y año, no se presentó a «la llamada» del Centro de Instrucción de Reclutas Infantería de Marina, hecho que fue denunciado al Juzgado Naval como constitutivo del presunto delito de deserción calificada.
Que a raíz de este hecho, el Mando Institucional del Destacamento Aldea de Talcahuano dispuso su búsqueda dentro del recinto naval y luego, se dirigieron al domicilio de la madre del conscripto, doña Consuelo Meza Paredes, a quien le informaron la desaparición de su hijo, motivando que ésta, junto a su otro hijo -René Villegas Mesa- se trasladaran hasta el Fuerte Borgoño para hablar con el Comandante de la Unidad, de apellido ‘Letelier’ (…) siendo recibidos por el Teniente Montecino, Comandante de los reclutas en conscripción, quien le señaló que encontró un papel en el interior de su chaqueta de civil, en el que daba a entender que se iba a quitar la vida, lo que la familia no creyó, dado que había recibido cartas de Luis Alberto Villegas Meza, fechadas el 6 de octubre último que llegaron a su domicilio el 10 de octubre de 1975, dirigidas tanto a la familia como a su polola, donde se lee que estaba muy feliz en el servicio militar, y que tenía una ‘pasión loca’ por ingresar a la Armada, a la que postuló por tres años.
Además, el Comandante Letelier le leyó un papel con el listado de cosas encontradas por el Teniente Montecino en el casillero de Luis Alberto, donde aparecían sus 2 cinturones, uno mapuche de colores, tejido de lana, y un cinturón de cuero café, ancho, con hebilla, que su hijo llevó como pertenencias desde su casa y un gorro «quepis» institucional (…).
B) Que habiendo transcurrido cerca de un año desde la desaparición del conscripto Villegas Meza sin haberlo encontrado, su madre, desesperada por la falta de resultado, le escribió una carta a la Sra. Lucía Hiriart para que la ayudara a encontrar a su hijo, contestándole que su caso fue derivado a la Presidencia de la República y desde allí a la II Zona Naval de Talcahuano, donde se habría radicado en el Servicio de Inteligencia.
Al mes siguiente de esta gestión, se presentó en su domicilio personal de la Armada, indicándole que se había encontrado un cadáver, con algunas especies, los que pertenecerían a su hijo, iniciándose otro proceso ante el Juzgado Naval, cuya Fiscalía Naval instruyó causa por «presunto suicidio».
C) Que de la referida investigación, consta que en horas de la mañana del 1 de diciembre de 1976, en una quebrada ubicada a unos 300 metros aproximadamente de los dormitorios de los reclutas del destacamento Nº 3 Sargento Aldea de Infantes de Marina (…) se encontró en el suelo el cadáver de un individuo vestido de uniforme verde oliva y en avanzado estado de descomposición, fundamentalmente huesos, y desde una rama de un árbol colgaba, a 3,50 metros de altura, un cinturón aparentemente reglamentario de uniforme IM, anudado a una huincha de tejido artesanal, de 1,25 centímetros de extensión y un «quepis», igualmente perteneciente a la Infantería de Marina.
Realizada las pericias a los restos óseos con ADN, esta arrojó una probabilidad de 99, 999996 % que estos correspondan a Luis Alberto Villegas Meza’, concluye el informe del ministro en visita.
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