Pucón: Vecinos y organizaciones se movilizan en defensa del lago Villarrica

Luego de una serie de acciones y movilizaciones de distintas expresiones de la ciudadanía, recientemente, previo a la salida de Bachelet de La Moneda, se declaró al lago Villarrica como “saturado”, lo significa que se reconoce oficialmente desde el Estado que este importante cuerpo de agua está en peligro por contaminación, marcando así el inicio de un largo proceso tendiente a su descontaminación.

Ante esta realidad, existiendo una urgente necesidad de cambios de conciencia, políticas efectivas, un mayor compromiso de la ciudadanía y también de los funcionarios públicos de organismos de la administración local, regional y nacional, es que se vienen realizando varias manifestaciones en localidades de la denominada zona lacustre, particularmente Pucón y Villarrica.

En el caso de Villarrica, la última -y concurrida- manifestación se realizó el jueves 29 de marzo, teniendo como punto de encuentro en el acceso norte, junto al puente, para continuar hasta las puertas de la Municipalidad. En Pucón, en tanto, la marcha estaba programada para este domingo 01 de abril.

El lago Villarrica o Mallolafquén (nombre en mapuzugun) se encuentra ubicado al sureste de la Provincia de Cautín y al norte del Volcán Villarrica (Ruka Pülliam o Pillan), en la Región de la Araucanía, centro sur de Chile, territorio que ancestralmente se conoce como “Ngulumapu”, parte del Wallmapu. Al poniente se ubica la ciudad homónima y al oriente la de Pucón.

Para contextualizar la movilización social en esta zona, compartimos la convocatoria realizada para la marcha en Pucón, de este domingo 1 de abril:

«Estamos frente a un cambio de época, la opción de continuar con los mismos patrones de producción, energía y consumo ya no es viable, lo que hace necesario transformar nuestro modo de producir, consumir y gestionar los desechos, es decir, hacer los esfuerzos necesarios para cambiar el modelo de desarrollo dominante por uno que nos lleve por la vía el desarrollo sostenible, participativo y con visión de largo plazo.

Hoy, nuestros suelos, aguas, bosques y diversidad biológica y cultural están siendo -rápidamente- degradados. La contaminación medioambiental de nuestro territorio se expresa, entre otros, en la creciente pérdida de diversidad biológica como resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero, del cambio de uso del suelo, de la deforestación y de la urbanización incontrolada, trayendo como resultantes la contaminación de las aguas, la agonía del lago y los problemas relativos a la salud humana y de todos los ecosistemas de la cuenca lacustre.

El crecimiento demográfico y la urbanización obligan a encontrar con soluciones e infraestructura sostenibles que permitan a las ciudades mitigar los efectos del cambio climático e impulsar el crecimiento económico y social sostenibles.

Nuestra ciudad es más que casas, hoteles, moteles, cabañas y restaurantes, es, antes que nada, una comunidad humana que tiene el derecho constitucional a vivir en un medio ambiente sano. En consecuencia, debemos poner la dignidad y la igualdad de las personas en el centro de nuestro actuar; va de suyo que éste es un proceso ambicioso y visionario que requiere de la participación de todos los sectores de nuestra comunidad.

Convencidos que la educación medioambiental es la base para mejorar la vida de las personas, y, proteger y preservar los ecosistemas, hemos decidido crear comisiones para hacer proposiciones concretas con respecto a: la elaboración de una declaración de principios del territorio, dirigida a la ciudadanía local y estival, que proponga y dé seguimiento a un plan de corto, mediano y largo plazos para mitigar los impactos negativos contra los ecosistemas de la cuenca del lago y recuperar los que sea posible; y, construir una plataforma de información y de participación de la sociedad civil para impulsar un desarrollo sostenible.

Indudablemente, para que la estrategia de desarrollo que proponemos sea eficaz, se necesitan alianzas que comprometan a los gobiernos locales, el sector privado y la sociedad civil; dichas alianzas deben contar con la más amplia participación de la comunidad, ser inclusivas e incluir las diferentes cosmovisiones del territorio. Nuestro norte debe ser asumir las responsabilidades que tenemos con las generaciones que aún no han nacido».

Fuente: Mapuexpress