Hace una semana el proyecto termoeléctrico Los Rulos obtuvo luz verde para contaminar, pese que diferentes organizaciones y comunidades de pueblos indígenas habían presentado un recurso de invalidación ante la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA) para detener su construcción, principalmente por no haber realizado la consulta indígena a las comunidades que están debidamente registradas. Pero, la CEA rechazó de forma unánime estos recursos, dejando más ancho el camino para la construcción de la termoeléctrica.
Paola Márquez Tancara, vocera de la Asociación Indígena Cultural Pachakutik y coordinadora de la comisión de medioambiente de dicha organización, explica que los recursos administrativos fueron presentados como parte de una “necesidad de hacer fuerza común con todos los movimientos sociales”, tomando en consideración que la presencia de las comunidades indígenas en la región de Valparaíso “no es menor” y que trabajan en muchas áreas, desde lo cultural, educación, salud, vivienda, entre otras.
La reclamación apuntaba directamente a detener el proyecto pues se iba a emplazar en la comuna de Limache, dentro de la provincia de Marga Marga, pero como la Asociación está inscrita en Villa Alemana, y no en Limache, la CEA evaluó que la afectación al pueblo no iba a ser grave, por lo que rechazó el recurso. Sin embargo, Paola se manifiesta contraria a esta visión ya que “también vamos a tener una afectación grave porque tenemos unos ríos y unos valles que nos conectan a toda la provincia, entonces ninguna comunidad indígena va a quedar al margen”.
Paola explica que si bien la asociación está registrada en Villa Alemana, un alto porcentaje de la comunidad está radicada en Limache, Quilpué y otras ciudades, “es decir que si tuviéramos que determinar dónde convive esta comunidad abarcaríamos las cuatro comunas”. Pero también menciona que las prácticas culturales que realizan, las hacen precisamente en lugares naturales, como la Reserva de la Biósfera La Campana – Peñuelas. Y de hecho, la vocera recuerda que tuvieron una reunión con la Seremía de Salud para construir un centro de salud indígena aymara en Limache, por lo que “estamos precisamente insertos en la comuna de afectación directa del proyecto”, sostiene la dirigenta.
“La actitud del CEA nos parece incongruente, atentatoria porque colocan en serio riesgo el derecho a la vida, a la diversidad, a la salud en toda la Provincia del Marga Marga y de la región, y no solo a la gente de Limache porque no es justo y no es real”, sostiene Márquez, quien explica que la evaluación no se puede reducir a una sola comuna porque “no hay murallas, no hay una cápsula en Limache”. Además, de la contaminación del aire y las partículas tóxicas, también Paola recuerda que la termoeléctrica tiene proyectado utilizar miles de metros cúbicos de agua. “Esto no es sacar un poco de agua del río, no, es hacer una tremenda perforación hacia la roca madre, y eso violenta y es intervención al normal equilibrio del espacio ancestral”, dice la vocera.
Para la dirigenta la decisión del CEA “es absolutamente delicada porque vulneran no a un pueblo, sino a más de uno”, a diaguitas, mapuche y aymaras. Obviamente, “el sentir de los pueblos no se va a hacer esperar”. Tendrá que haber una manifestación porque “es legítimo, es nuestro derecho”, espeta Paola.
En el Valle del Marga Marga hay presencia de vestigios arqueológicos que han sido investigados por grandes arqueólogos e instituciones que los han datado en más de 500 años, es decir “nuestro pueblo siempre estuvo y por eso no nos vamos a mantener al margen, porque el territorio y la Ñuke Mapu es una sola y el indígena realiza este deber, que es un deber de vida”, dice Paola. En el fondo, “este territorio es ancestral y no porque no tengamos un título que reconozca que es un territorio ancestral no lo va a ser”, cierra.
Herramientas de protesta
En el caso de la termoeléctrica Los Rulos desde la Asociación Indígena Multicultural Pachakutik han realizado diferentes métodos y herramientas de manifestación. Han hecho campañas de difusión, concentraciones, reuniones, protestas y también el tema judicial administrativo para que en la evaluación del proyecto se contemplara la Consulta Indígena con los estándares internacionales del Convenio 169 de la OIT a todos los pueblos de la provincia, una consulta que debe ser libre, previa e informada. “Nosotros exigimos el proceso de Consulta Indígena, porque no es posible que solo por conveniencia contemplen ciertas áreas y ¿a nosotros nos niegan los derechos?”, sostiene Paola quien agrega que esa “es la grave contradicción por eso pusimos los recursos”.
“Nosotros llevamos peleando por más de 500 años por un espacio”, dice Paola, y esta no será la excepción: “los pueblos originarios son capaces de arriesgar la vida para proteger la vida, y así me gustaría que la sociedad entera nos mirara”.
Chile originario
Paola critica que Chile utilice la imagen de los pueblos indígenas en el extranjero pero que en el país “no valida la visión humana, la visión global y única que tienen los pueblos originarios respecto a todo el entorno de la vida, la biodiversidad, los recursos, y sobre todo la postura de afectación de la cultura extractiva de tantos tipos”. Y agrega que “en el mundo los empresarios creen que pueden determinar la vida de todos, pero hay que agregar factores como los derechos humanos y que se considere el Convenio 169 de la OIT”, dice la dirigenta.
El mismo día en que se rechazó por parte del CEA estos recursos, los dirigentes de las respectivas organizaciones anunciaron que la lucha continuaría en instancias superiores, y así lo reafirma Paola Márquez, quien asegura que luego deberá tomar la decisión el Comité de Ministros, pero que por ahora “estamos preparando el material y organizándonos nuevamente porque esto no va a parar ya que tenemos una claridad de la situación en que es imprescindible seguir la lucha”.
Reconoce que sí hubo mucha frustración, desesperanza y desconfianza, pero finalmente “el resultado de la última votación no es más que el resultado de una política equivocada que no entienden, y peor, que no tienen la voluntad política de hacerlo”, asevera Paola quien agrega que eso en ningún caso coarta “porque tenemos nuestra expectativa por la defensa de los derechos que legítimamente estamos demandando”.