¡Somos consumidores! Si compras un montón de cosas, eres un buen ciudadano. Pero si no compras un montón de cosas, pregunto yo, ¿qué eres, me pregunto yo? Si no compras cosas nuevas -papel de baño,, nuevos vehículos, yo-yos computarizados, dispositivos sexuales operados eléctricamente, sistemas estereofónicos con implantes cerebrales, computadoras activadas mediante voz…
Brad Pitt en el papel de Jeffrey Goines, en «12 monos» (1995, dirigida por Terry Gilliam).
Un día como hoy pero de 1970, nacía la canadiense Naomi Klein, analista política, docente, investigadora y activisrta política por el ambiente y en contra del cambio climático. Como adolescente, recorrería incansablemente los malls canadienses en búsqueda de determinadas marcas de ropa y accesorios que ejercían sobre ella un hechizo singular, que pasadas las cavilaciones románticas y desarrollado su espíritu crítico, invertiría un enorme esfuerzo en investigar y desenmascarar.
Naomi Klein es la autora del libro «No logo», pero la sumatoria de su obra hasta el momento en dicho libro lo sobrepasa en mucho. Sus investgiaciones en contra de las grandes corporaciones comerciales y el márketing se han convertido en puntos de referencia no solo para lo nuevos estudios económicos sino que, paradójicamente, se han convertido, en un gran bestseller internacional.
NO-LOGO
Sobre-redzucamos en este punto la cuestion del valor de una marca. ¿Debemos considerarla solamente en términos de todo lo que logra vender en un periodo fiscal dado? ¿O debemos, a la hora de contemplar una mercancía, cuestionarnos sobre las relaciones laborales que subyaecen cn su producción? Por supuesto, esto conlleva riesgos, pues conlleva el riesgo de contradecir que toda mercancía es producida de manera voluntaria, sin esclavos. A partir de ese momento, lo que sigue es analizar los talleres que estas marcas han implementado en países «en vías de deesarrollo» y las implicaciones éticas y políticas que conllevan adquirir dichas prendas y accesorios.
¿Elegimos lo que compramos?
Klein concluye que no. Al constituirse el mercado como un sistema cerrado, en dado caso somos libres de escoger lo que el mercado pone ante nosotros. Si el mercado considera que un producto determinado no está concebido para nuestro rango de consumidores, simplemente no lo encontraremos en el mercado local. Encontraremos lo que los CEOS suponen que debemos encontrar y nada más. Si preguntamos en el súpermercado por algún prducto que ellos no ofrecen, el «asociado» interpelado nos verá con una mirada de incomprensión y sorna. El mecado no está ahí para satisfacer las necesidades del cliente: es el consumidor cuyo papel central es consumir sin chistar lo que le impone el mercado.
¿Consumidores o ciudadanos?
La diferencia es clara: los consumidores eligen entre productos; los ciudadanos eligen entre proyectos políticos. Así las cosas, ¿dónde entramos nosotros? La discusión se vuelve más acuciante en cuanto hablamos de márketing político. Y a final de cuentas, ¿no representa este concepto el ocaso del proyecto político predeterminado y el ascenso de un modelo en el que lo perfiles políticos no son más que otras marcas, que pueden recurrir a lo que sea para llamar nuestra atención?
datadura
Naomi Klein.
País de origen: Canadá (nacida en 1970)
Obra publicada:
«No logo» (1999)
«Vallas y ventanas» (2002)
«La Doctrina del Shock: el levantamiento de Capitalismo de Desastre (2007).
«Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima» (2014).
«No ya no es sufuciente: resistiendo la política del shock de Donald Trump y ganando el mundo que deseamos».