La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres ha manifestado de manera constante que la violencia hacia las mujeres es transversal: está presente en todas las clases sociales y afecta a niñas y mujeres a lo largo de todo su ciclo vital. No obstante, existen ciertos mitos, juicios y prejuicios en relación a la violencia machista: que pasa sólo en ciertos círculos y que los agresores, al igual que las víctimas, responden a perfiles estereotipados. Este agosto estuvo marcado por el destape de diferentes actos de violencia hacia las mujeres ejercidos por personeros del mundo político actual.
Hace unas semanas conocimos un audio donde Matías Huerta, ex candidato a concejal de la UDI, agredía, amenazaba y humillaba a su ex pareja mientras ella le pedía por favor que no la maltratara más. En las redes sociales su voz lo ocupó todo. Su frase “te voy a sacar la mierda cada vez que te vea” no paró de dar vueltas en Twitter. Fue tal el impacto que a la UDI no le quedó otra que pedirle su renuncia. Luego de esto, salieron a luz pública las agresiones que el diputado DC, Ricardo Rincón, propinó a su pareja en 2002. La Democracia Cristiana no le pidió su renuncia, incluso Rincón pudo darse el lujo de ser él quien renunciara a la Comisión de Familia de la Cámara, comisión que paradójicamente integraba hasta poco más de una semana.
Lamentablemente no fueron los únicos casos. Apareció entonces el audio del candidato a alcalde por Illapel, Raúl Musa, inscrito como independiente con el apoyo del PS, en el cual se le podía escuchar violentando e insultando cruelmente a su ex pareja. Así fue también como el 15 de agosto, Luis San Martín, concejal por Cabrero y militante UDI, fue detenido luego de que sus vecinos alertaran a carabineros de la agresión, quien más tarde fue formalizado por el delito de lesiones menos graves. Solo tres días después, el 18 de agosto, Jaime Rojas, concejal de Río Negro y militante del PS, fue detenido una vez que su pareja -quien además está embarazada- lo denunciara por violencia intrafamiliar.
La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres estuvo siguiendo cada uno de estos casos, y expresó su opinión consultada por distintos medios de comunicación.
La Coordinación Nacional de la Red destaca que “sin duda, se han masificado las reacciones frente a la violencia hacia las mujeres. Observamos indignación y mayor desaprobación a estos actos y a los hombres que los protagonizaron, al mismo tiempo que el repudio fue generalizado, sobre todo a Ricardo Rincón, por ser un político en ejercicio y por todos los años en que esta situación permaneció oculta”.
Por su parte, los medios de comunicación se encargaron de abordar estos hechos y, si bien, la mayoría lo hizo con el objetivo puntual de darlos a conocer, hubo otros -más críticos y comprometidos con los derechos de las mujeres- que, además de informar, los condenaron. La prensa, la radio y la televisión tuvieron dentro de sus pautas la cobertura de estos hechos y realizaron entrevistas y paneles sobre el problema. A pesar de lo anterior, bien sabemos que los medios de comunicación -en general- siguen manteniendo un enfoque machista, por lo que, como es habitual, responsabilizan a las mujeres y/o relativizan -en mayor o menor grado- la violencia hacia ellas.
En esa misma línea, la Red Chilena sostiene que “urge que los actos de violencia hacia las mujeres dejen de ser cubiertos por la crónica roja y comiencen a ser tratados como lo que son: un problema sociocultural, político y económico (…) es imprescindible elevar el conocimiento y la conciencia de las y los comunicadores, editoras y editores respecto de la discriminación y violencia hacia las mujeres”.
Para la Red Chilena, otra arista importante a destacar es el rol del Estado en proteger y garantizar una vida digna y libre de violencia para niñas y mujeres. “Las insuficiencias de la ley hoy están claras, se ha hecho evidente la falla institucional. Antes preguntaban en qué falla, hoy es una afirmación: la institucionalidad ha fallado en dar protección a las víctimas, desarrollar políticas públicas de prevención y reparación, y sancionar efectivamente a los agresores. Y es que el Estado hasta ahora mantiene una visión parcializada de la violencia hacia las mujeres al reducirla al contexto intrafamiliar”. Parte de lo mismo, señalan, es que hoy los agresores de mujeres puedan ocupar cargos públicos
La Red Chilena llama a todos los sectores a condenar con fuerza la violencia hacia las mujeres y a manifestar una contundente sanción social y hace un llamado a los partidos a no proteger y a denunciar a sus miembros cuando uno de ellos protagonice actos de maltrato y, a todas y todos “exigir que los maltratadores de mujeres queden inhabilitados para ejercer cargos públicos, ya que es impresentable que sean ellos los que nos representen y tomen decisiones que nos afectan directamente”.