«Beneficios y Consecuencias del Primer Año de Teletrabajo en Chile» Es el nombre del estudio realizado en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica y liderado por el profesor Daniel Halpern, que, en base a las opiniones entregadas del 25 de diciembre al 5 de enero por 750 personas, estableció como ha cambiado la vida de los trabajadores con el Teletrabajo, entregando cifras lapidarias respecto a las condiciones de los trabajadores en pandemia.
El investigador SST Fundación FIEL Fernando Quillaleo, fue el expositor de la presentación de los resultados de la investigación, las cuales concluyeron que hubo una buena respuesta inicial al teletrabajo, pero que, con el tiempo, esta modalidad precarizó la vida de los trabajadores.
En primer lugar, se mencionó que “los costos de implementación (computadores, material de apoyo, celulares, etcétera) fueron asumidos casi mayoritariamente por los trabajadores y las trabajadoras, y estos costos adicionales se fueron incrementando con el tiempo y también fueron generando baja de ingresos; por lo tanto, no solamente tuvieron más gasto los trabajadores sino también tuvieron menos ingresos”.
Mientras que, respecto a los horarios de trabajo un 68,5% de los consultados, comentó que aumentó su tiempo dedicado a trabajar, tanto de manera moderada como excesiva, y respecto del tiempo dedicado ahora a las labores asalariadas el 3% dijo que disminuyó considerablemente, el 10,7% que disminuyó parcialmente, el 18,6% que no hubo cambios.
Estos datos se complementan con los índices de ingresos con el teletrabajo, donde un 44,4% de los consultados indicó que su salario bajó con el inicio del trabajo en casa.
Calidad de vida
Entre los aspectos consultados respecto a la calidad de vida de los trabajadores, los resultados son bastante dispersos, ya que el 72,4% señaló que el sentirse estresado le impidió desarrollar un mejor trabajo a distancia, y el 52% lo dijo por sus niveles de angustia.
Por lo cual, los consultados en la sección sobre que falta mejorar en sus empresas, un 17,2% indicó que deberían tomarse medidas para proteger la salud mental de los empleados, un 12% solicitó que sus empleadores fueran más empáticos y flexibles con sus horarios, mientras que un 11,5% dijo que el mayor problema en su trabajo eran los liderazgos.
A pesar de lo anterior un 16,2% vio positivamente el hecho de pasar más tiempo con las personas con las que viven, mientras que el 41,7% declaró que su relación de pareja había mejorado (frente al 27,3% que admitió que empeoró y el 31% que sigue igual), y para un 42,9% mejoró la relación con su núcleo familiar (frente al 20,9% empeorado y 36,2% igual).
Ausencia de leyes laborales claras
Según indica Radio Uchile, el 26 de marzo de 2020, se publicó la ley Nº 21.220, que modificó el Código del Trabajo, donde se tipificó el teletrabajo como parte de las funciones laborales de los empleados en este contexto.
Al establecer esta modalidad laboral, no hubo un periodo adaptativo y fue implementada de manera inmediata, lo cual según Fernando Quillaleo produjo que hubiese pocas regulaciones respecto a los salarios.
“Hubo pérdidas de bonos y disminución particularmente de las rentas variables hubo disminución de las remuneraciones y se vieron perjudicados particularmente en el retiro de ciertos bonos que tenían los trabajadores que se dedican a la renta variable a la venta particularmente como es el caso de los Call-Center por ejemplo”, aseguró el expositor de la presentación.
Esta falta de regulación y periodicidad en la implementación del teletrabajo promovió la precarización laboral, ya que la mayoría de las empresas no establecieron tarifas o bonificaciones extra por el uso de internet.
Sobre este punto, el estudio reveló que un 84,8% de los encuestados cree que las empresas deberían pagar por el Internet en los hogares de sus trabajadores y un 75,1% que las empresas deberían pagar por todos los extras asociados a teletrabajo, como mayores cuentas de luz. Lo cual evidenciaría la falta de regulación a nivel legal sobre estos tópicos.
Brecha de género y pandemia
Por último, respecto a la calidad de vida de las trabajadoras, en la encuesta también se evidencia una alta brecha de género, ya que a las mujeres se les suma la cuota del trabajo en casa, además de las labores en el hogar.
Una de las encuestadas del informe expresó que: “No creo que cumplamos dos roles. Yo creo que cumplimos aquí como 50 roles. Porque está el ser trabajadora, el ser mamá, esposa, hija, hermana, para las que viven con los hermanos y con los padres, ser tú. Simplemente tú. No hay espacio para eso, no se puede delimitar porque o te faltan horas en el día o te faltan metros cuadrados para tener un pedacito para ti”
Sumado a lo anterior, en los últimos meses de confinamiento, se ha evidenciado que las tasas de violencia domestica e intrafamiliar ha aumentado, por lo que las presiones para las mujeres trabajadoras, con la pandemia han aumentado significativamente.
Ignoran denuncias por enfermedades laborales
Tamara Muñoz, Vicepresidenta de la CUT y Presidenta de la Federación Nacional de Trabajadoras de Call-Center, denunció que un factor muy preocupante que empeoró con la pandemia y el teletrabajo fue la salud mental pues solo un 4,2% de las denuncias hechas por enfermedades laborales fuera considerada.
“No es casual por ejemplo que de 876 denuncias realizadas por las y los trabajadores de las instituciones privadas encargadas de administrar la ley 16,744 como enfermedades profesionales, sólo 37 de ellas hayan sido calificadas como enfermedades profesionales es decir; un 4,2% fueron reconocidas como enfermedades profesionales”, explicó citada por Diario U de Chile.
Ante el alarmante panorama que plantea el estudio, desde Fetracall y CUT plantearon la necesidad de abrir un debate serio sobre los efectos de esta modalidad de trabajo, los riesgos que trae y la notoria falta de fiscalización del cumplimiento de las normas y la defensa de los derechos de los trabajadores.