Representantes de la nueva Central de Trabajadores del sector privado: «Queremos mostrar un sindicalismo moderno donde podamos dialogar»

Manuel Sandoval Pastene, quien está a cargo de la Secretaría Internacional de la Central de Trabajadores de Chile (CTCh), y además se desempeña como presidente del sindicato autónomo de Jumbo, aseguró que la creación de esta nueva central está enfocada en el sector y que, a diferencia de lo que se puede pensar, no es una enemiga de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Representantes de la nueva Central de Trabajadores del sector privado: «Queremos mostrar un sindicalismo moderno donde podamos dialogar»

Autor: cristobalh

En agosto del año pasado Bárbara Figueroa logró retener la presidencia de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) tras llegar a un acuerdo con la lista de Nolberto Díaz que ocuparía el cargo de Secretario General.

Este puesto, antes de los comicios, era ocupado por el histórico dirigente de la CUT, Arturo Martínez. Con la decisión tomada por Figueroa, Martínez salió de la primera línea de la central y se encargó de una de las vicepresidencias de la CUT. Además, expresó que las elecciones anteriormente mencionadas carecieron de un «proceso limpio».

Es por esto que Martínez decidió crear una nueva central de trabajadores, pero esta vez enfocada en el sector privado. «Siempre se habla en las organizaciones superiores del sector público, muy pocas veces escuchamos que haya una intervención en el sector privado, así que era tremendamente necesario poder tener una organización que fuera sectorizada» indica Manuel Sandoval Pastene, quien está a cargo de la CTCh.

Manuel Sandoval

El dirigente, en conversación con El Ciudadano, contó las metas que esta organización se ha planteado, los problemas a superar y en qué se diferencian de la CUT.

¿Cómo surge la idea de crear esta organización?

Nace desde el descontento de muchas organizaciones sindicales que no estaban afiliadas a ninguna central, por lo que no sentían representación de sus demandas en el Poder Legislativo, y que, de alguna forma, veíamos con descontento como se iban dando las leyes laborales. Nos dimos la oportunidad de poder juntarnos y articularnos para hacer una organización nueva, potente, que no tuviera ninguna influencia partidista de ningún bloque político que pudiera manejar esta nueva central.

Fuimos construyendo poco a poco esta organización, articulando a estas organizaciones, y fue un año de trabajo para poder lograr juntar el quórum necesario que exige la ley para poder llegar a ser una central.

¿Qué condiciones se dan en el mundo privado qué hace necesaria la creación de esta organización?

La necesidad misma. Es innegable que se requiere equilibrar la balanza entre empleadores y trabajadores. Hoy día vemos con mucha desesperanza que se legisla y no existe un ápice de representación del mundo de los trabajadores que logre equilibrar la balanza en materia de legislación laboral. Siempre se habla en las organizaciones superiores del sector público, muy pocas veces escuchamos que haya una intervención en el sector privado, así que era tremendamente necesario poder tener una organización que fuera sectorizada, y allí ha tomado mucha fuerza la idea de construir la central y por eso es que pudimos llevarla a cabo.

¿Se sienten, desde el sector privado, un poco de lado en temas de derechos laborales?

Si, de todas maneras. Al final, el que mucho abarca, poco aprieta y, evidentemente, el mundo del sector público es diametralmente distinto al sector privado. Se necesita, incluso, otra expertiz para abordar los temas del sector privado. Para poder abordar los temas del sector privado hay que trabajar en el sector privado, es decir que en el sector público te rige un instituto administrativo, en el sector privado te rige el código del trabajo y para ello hay que estudiarlo.

Nosotros en el sector privado tenemos negociaciones colectivas arregladas, tenemos un mundo de trabajadores que es part time o full time, tienes una variedad de contratos y formas de contratos. tienes que estar ahí para poder abordarlos.

¿Qué características especiales tiene el sector privado? 

Las leyes que se van desarrollando también necesitan una concentración especial y, para qué decir, la cantidad de trabajadores del sector privado es mucho mayor que la del sector público y, sin duda, que también organizar a los trabajadores del sector privado es completamente distinto que organizar a los trabajadores del sector público. En este último tú dices «vamos a un paro» y no cuesta mucho paralizarlos, porque les pagan hasta las horas de paralización, pero en el sector privado no. Para poder hacer una manifestación tienes que esperar todo un proceso, que, básicamente, son las negociaciones colectivas y ahí tienes que hacerlo dentro del marco regulatorio, no es cuestión de amenazar simplemente y después concretarlo. Tienes que hacer un análisis completo para mantener ciertos equilibrios y no perjudicar a los trabajadores que tu representas.

Es un mundo totalmente distinto y tienes que tener habilidades y competencias para poder representarlo de una forma eficiente y obtener resultados. Hay que hacerlo con mucha responsabilidad y entereza. Evidentemente había una falta de representación potente y no la puede hacer nadie más que los propios dirigentes del sector.

¿Abandono por parte del Estado?

No sé si será culpa del Estado, las cosas siempre han estado así. La crítica la vamos a poder hacer más adelante, vamos a ver como va a reaccionar el Estado hoy día con esta organización. Evidentemente, esta no es una organización per se política, es representativa. Nosotros nos constituimos con 72.000 trabajadores el 25 de enero y entre el 25 y esta fecha ya se han incorporado más de 10.000 trabajadores más y recién nos vamos a juntar con los dirigentes nacionales en las primeras semanas de marzo para poder armar la agenda del año y darle la función a la secretaría.

¿Cómo ha ido este proceso?

Esto viene creciendo y nosotros esperamos duplicar nuestras cifras en el primer año, así que esto va a tomar fuerza y esperamos que el Estado y todas las autoridades competentes vean a esta organización como una oportunidad de diálogo real, porque es una organización representativa, no política. Lo que nosotros pongamos en la mesa como discusión no es lo que nos contaron, es lo que nosotros vivimos diariamente y por ahí vamos a poner ciertos principios de primacía de la realidad en la mesa porque esta organización está compuesta por dirigentes y sindicatos reales donde vamos a poner en la mesa problemáticas que existen, no que nos contaron. Estamos haciendo un trabajo potente para poder plantear las necesidades reales de los trabajadores.

¿Cuáles son sus lineamientos?

Esta es una organización autónoma. Para nosotros es súper importante declarar que somos una organización que no tiene ningún político pese a que algún dirigente pueda tener, y hablo de los dirigentes base desde una organización sindical hasta algún dirigente que pueda estar en el directorio ejecutivo, alguna ideología política, pero la organización central, como tal, no entraría en ningún partido político porque somos autónomos.

¿Cuales son sus pilares como organización? 

Dentro de los principales principios está la declaración de autónoma, no tiene ninguna inclinación política partidista más que la política sindical. Es una organización que está basada en el diálogo… nosotros no venimos a romper esquemas ni a hacer una revolución. Lo que queremos hacer es plantear una nueva forma de poder relacionar el mundo del trabajo con los distintos actores políticos (parlamentarios, mundo del trabajo, empresarios, Ministerio del Trabajo) y poder trabajar. Queremos desafiar al Estado, y a los distintos estamentos, a trabajar y, seguramente, para cada problema que nosotros planteemos, vamos a llevar propuestas de solución.

Lo que queremos hacer es mostrar un sindicalismo moderno donde podamos dialogar, pero también desafiando a poder avanzar en todo lo que signifique mejorar los estándares de calidad de los trabajadores, para poder desarrollar este país de manera más acelerada de lo que se viene haciendo hace años, pero que a veces no se nota mucho el avance.

¿Creen que la sociedad se ve representada en ustedes al no tener «colores» políticos?

Al decir que no somos una organización con fines partidistas, no significa que estemos alejados de la política. Evidentemente nos interesan  los temas sociales, nos interesan los temas de AFP, que no nos cobren las multas de los tags de forma exagerada, una mejor salud, una mejor educación. Somos una organización sindical con una mirada social, ya que no estamos ajenos a las otras realidades que no afectan como sociedad.

Pero cuando decimos, y aclaramos, que somos autónomos, lo que queremos decir con ello es que no nos vamos a dejar manejar por los partidos políticos. Los partidos están ahí, pero están ahí para el servicio de las instituciones, de las personas, pero no al revés. Lo que no va a pasar con esta organización es que se ponga al servicio de los partidos políticos, porque ahí es donde pierde la calidad de una representación real de los trabajadores, estaríamos bailando a la orden del gobierno de turno y es ahí donde se flexibilizan las demandas de los trabajadores y eso es lo que no puede pasar con una organización sindical.

¿Van a mantener contacto con la CUT o van a trabajar independientemente a ellos?

La CUT para nosotros no es un enemigo. Nosotros no estamos por dividir, de hecho es más, nuestra organización está compuesta en su mayoría por organizaciones que no estaban sindicalizadas. Nuestro trabajo es ayudar a generar más sindicalización, ya que la mayoría de nuestras organizaciones no confiaban en las organizaciones superiores. Hemos estado trabajando arduamente en ir a buscar sindicatos que no tenían confianza en las organizaciones existentes y ahí está nuestro plus. Vamos a seguir buscando esos sindicatos y la CUT para nosotros es una organización que respetamos porque tiene una historia.

El Ciudadano


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