La Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Maipú ha acusado a la alcaldesa Cathy Barriga por irregularidades en la tradicional entrega de juguetes a los niños durante la reciente Navidad.
La presidenta de la organización, Adriana Mena, explicó en conversación con El Ciudadano que el proceso consiste en elaborar en conjunto con la municipalidad una lista en donde se identifica a cada niño con sus datos, así como a un adulto que esté a su cargo. Sin embargo, acusan que este año el sistema tecnológico levantado para dicha inscripción falló, lo que -junto con generar dudas entre los afectados- implicó que unos 8 mil niños y niñas no hayan recibido sus regalos.
La dirigenta detalla que en 2016 se repartieron 25 mil juguetes, con un costo de 80 millones de pesos para el municipio. Este año, en cambio, esa cantidad aumentó a 42 mil y significó un desembolso de $211 millones. «Aún hay niños sin regalos. Entonces, algo pasó. Yo no estoy diciendo que alguien se los haya robado, pero el sistema les falló», acusa Mena.
Junto con ello expone un hecho que, de confirmarse, agravaría el escenario. «Yo he escuchado a vecinos decir que sus nietos que viven en otras comunas, se inscribieron aquí y se llevaron juguetes. Otra gente aprovechó la garantía y no se previó que esto podría haber pasado. Y juntas de vecinos quedaron sin juguetes», sostiene. Esto último podría haberse dado debido a que se crearon dos links para poder realizar las inscripciones, uno para las juntas de vecinos y otro libre para los vecinos que quisieran recibir directamente los regalos.
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos denuncia igualmente que la clave para ingresar en línea los datos de los niños y niñas le fue entregada solo una semana antes de que se cerrara el plazo. «Las claves que nos dieron a nosotros no funcionaron. Me cambié de computador tres veces porque pensé que mi computador era el malo (…) Yo creo que en donde nos discriminaron fue en la entrega de la clave», declara.
«A los dirigentes sociales les entregan una clave, y uno pudo ver que la página se cae a cada rato, así que muchos dirigentes no pudieron inscribir a sus niños y no pudieron obtener en la fecha que ellos tenían acordado con sus asambleas sus regalos», refrenda por su parte, Héctor Silva, también dirigente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos. Junto a eso, releva igualmente el hecho de que a los niños solo se les haya entregado un regalo y -a diferencia de los años anteriores- este no haya sido acompañado de algún dulce o golosina.
Por último, Mena asegura que, además, en la web fue puesto en un momento un aviso de que la entrega de regalos se haría «hasta agotar stock». «La municipalidad no es un supermercado. Entonces tenemos esas diferencias entre los dirigentes que son aliados del sistema y los que no lo son», explica.
«Juegan con la ilusión de los niños»
Héctor Silva plantea igualmente sus reparos con lo ocurrido. «Yo no quiero pensar que hay una mala intención detrás de esto, pero sí hay una muy mala gestión (…) Hay gente que no está preparada, no está calificada para asumir un puesto de responsabilidad, porque -como dicen por ahí- este barco es grande, Maipú es la segunda comuna más grande del país, y hay desórdenes, hay un caos, y más encima juegan con la ilusión de los niños», criticó.
Adriana Mena apunta que si bien se intentó paliar la situación por parte de la Municipalidad, la solución no fue completa porque -ejemplifica- «a juntas de vecinos con 200 o 300 niños solo se les dio un porcentaje de regalos y no la totalidad». «Yo creo que estuvo mal enfocado el plan de entrega de juguetes de Navidad (…) En 27 años nunca tuvimos ningún problema; se inscribían los niños y recibían los juguetes», sostiene la dirigenta.
«No sacas nada con entregarle un regalo a los niños después del 24 de diciembre», apunta Héctor Silva. Algo en lo que también coincide Mena. «A esta altura no tiene sentido que la gente se siga inscribiendo para que le manden su regalo, ya pasó», critica, contando además que el miércoles recién pasado ella recibió los juguetes, aunque advierte que estos no eran de la misma calidad de los que recibieron otras juntas de vecinos. «Ellos recibieron unos juguetes muy bonitos, en caja, otra calidad», asegura.
La denuncia realizada por la Unión Comunal de Juntas de Vecinos visibilizó igualmente una serie de cuestionamientos a la gestión de Cathy Barriga al mando de la alcaldía y de lo gravitante que parecen resultar las diferencias políticas entre la administración y algunas organizaciones sociales. «Esta administración quiere una comuna desorganizada; dividir para gobernar», afirma Silva.
«La alcaldesa se dirigió a mí y me dijo que los niños ‘no eran políticos’ y a mí me acusó de ser una operadora política. Yo no soy una operadora política, nosotros somos dirigentes sociales -la palabra lo dice: dirigimos socialmente- y eso es lo que nos preocupa, los vecinos», señala Adriana. En ese contexto, destaca la importancia que para ellos tienen actividades como la realizada durante la Navidad. «Después de 27 años de haber recuperado la democracia, se ha instaurado el hecho de que las juntas de vecinos reciban este beneficio, con lo cual se ha constituido en un derecho», postula.
El Ciudadano