El vicario de la parroquia San Pablo de Carahue, Carlos Ignes Olguín, fue declarado culpable por almacenar material pornográfico infantil, ya que a la luz de la investigación se descubrió la posesión por parte del inculpado de un disco con archivos fotográficos que mostraban situaciones sexuales explícitas protagonizadas por menores.
El hecho que permitió descubrir este delito se produjo el año 2013 en el Liceo Politécnico de Pueblo Nuevo en Temuco, al descubrir un profesor que una estudiante de Tercero Medio que participaba de su taller de computación, mantenía una conversación de clara connotación sexual a través de un chat con el párroco.
Según consigna el sitio Soy Chile, a partir de esta primera denuncia la diócesis de San José de Temuco determinó que el cura Carlos Ignes Olguín debía cesar sus funciones en la parroquia de la comuna de Carahue, cuya investigación sería realizada por el obispo de Temuco, Héctor Vargas.
Este caso viene, nuevamente, a develar cómo la Iglesia Católica continúa albergando la presencia de sujetos quienes bajo el amparo de la investidura que les fue conferida por la institución, actúan comandados por sus discutibles impulsos y bajo el silencio impune que sostienen sus pequeñas posiciones de poder. Entonces, es de suma urgencia que la Iglesia redefina las maneras de decidir quiénes serán los sacerdotes responsables de liderar el trabajo evangelizador y con esto, dejar de dificultar las decisiones legislativas y políticas de carácter nacional como la ley de aborto o la reforma educacional, y que muchas veces, van en contra de su visión conservadora y disociada de las necesidades reales de la ciudadanía.
Por último, la sentencia a Ignes, quien ya fuera declarado culpable, será leída el próximo 01 de abril a las 11 de la mañana.
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