El sacerdote jesuita Carlos Bresciani trabaja hace más de diez años en las comunidades de Tirúa, región del Biobío. En diálogo con El Desconcierto, señaló que espera que la visita del Papa Francisco a Temuco el 17 de enero sea una “oportunidad para visibilizar realidades que están invisibilizadas por nuestro racismo ambiental, institucional, y hasta eclesial”.
“Espero que de verdad se haya enterado bien de lo que pasa acá en el territorio, de las comunidades violentadas, de la realidad histórica que vive acá el pueblo mapuche de usurpación territorial, de devastación económica a través de las forestales. Bueno, él ha sido bien consistente, pero espero que pueda decirlo aquí en terreno, con todos los actores involucrados en Temuco, ya sabemos cuál son: Multigremial y compañía”, añadió el cura.
Además, comentó que le gustaría que el líder de la Iglesia Católica repitiera “grandes palabras que ha dicho a lo largo de los años, como cuando estuvo en Bolivia con las comunidades indígenas. Yo espero que sus palabras y ojalá también sus gestos –no sé cuáles pueden ser porque está todo tan maqueteado, pero este hombre a veces se sale un poquito del libreto–, puedan de alguna forma reflejar esa realidad”.
En relación al perdón que ha expresado el Papa a pueblos originarios de otras latitudes y que ha sido exigido por algunas líderes mapuche, el sacerdote Bresciani piensa que “no sólo hay que pedir perdón, sino que el perdón –además que eso lo creemos por doctrina– va acompañado de acciones concretas, y las acciones tienen que ver con restituciones territoriales, con diálogos comunitarios, en cómo colaboramos juntos”.