Con una fiscalización a 24 centros de cultivo de salmones en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, la Dirección del Trabajo (DT) inició un programa de mejoramiento de los estándares de seguridad laboral de las y los trabajadores que prestan servicios de buceo a la salmonicultura industrial chilena.
Este programa es parte de la implementación de una serie de compromisos acordados entre el gobierno, el Sindicato Nacional de Buzos de Chile, y parlamentarios regionales, para enfrentar las altas tasas de accidentabilidad y muerte de trabajadores submarinistas, situación que viene siendo denunciada desde el 2013 por las organizaciones sindicales y ciudadanas del sur de Chile.
Así, según se informó, las acciones de fiscalización de la DT vinculadas a las condiciones de seguridad laboral, abarcarán desde mediado de diciembre hasta fines de enero del 2023 e incluirán 8 centros de cultivo industrial en cada una de las tres regiones salmoneras, debido a que entre el 2021- 2022 han ocurrido 31 accidentes laborales graves, de los cuales 6 resultaron fatales.
El Centro Ecocéanos ha registrado entre marzo del 2013 y agosto del 2022, la muerte de 25 buzos en los centros de cultivo de salmónidos.
El más reciente sucedió el 22 de agosto del 2022 en el centro de engorda de salmones «Aracena 2»,- a 106 kilómetros de Punta Arenas-, perteneciente a la empresa noruega-norteamericana Nova Austral, donde murió la buzo comercial Yaneth Pérez Mora (32 años), mientras otros dos submarinistas que laboraban junto a ella a través de una empresa subcontratista Austral Service SpA, sufrieron graves problemas de descompresión.
La abogada Fabiola Gaete, asesora legal del Sindicato Nacional de Buzos, indicó que «esta fiscalización es parte de los acuerdos de la mesa de trabajo realizada hace un mes junto al Subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo y miembros de diversas instituciones públicas, junto a Néstor Sanhueza, secretario del Sindicato Nacional Buzos de Chile, y los dirigentes Jorge Cárdenas y Oscar Cárdenas».
«En esa mesa de trabajo la autoridad se comprometió a iniciar estas fiscalizaciones para atender esta necesidad que le hemos planteado reiteradamente a la Ministra del Trabajo. Es el inicio de una serie de intervenciones de fiscalización de las autoridades regionales como la Dirección del Trabajo y Directemar, así como las mutualidades y otros organismos, que permita disminuir la cantidad de sucesos negativos, accidentes y muertes en el rubro del buceo», puntualizó la abogada.
Inicio en Chiloé
El 19 de diciembre un equipo de la Inspección del Trabajo de la capital regional, encabezado por el Director Nacional del Trabajo, Pablo Zenteno, el Subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo y el Seremi del Trabajo Ángel Cabrera, dieron inicio al programa inspectivo en un centro de cultivo ubicado en el sector de Teupa, isla de Chiloé.
La fiscalización abarcó el pontón y el área de balsas- jaulas, incluyendo tanto a la empresa mandante principal, como a sus contratistas.
Pablo Zenteno explicó que «dado los objetivos niveles de alto riesgo que afectan a los buzos y buzas, decidimos repetir un programa inspectivo realizado a fines del año pasado para verificar el cumplimiento de las normas laborales y de seguridad y salud en el trabajo en las empresas que laboran en los centros de cultivo de las regiones del sur, y cerciorarnos de que las empresas están adoptando las medidas de protección y control correctas para hacer totalmente seguras las labores de los buzos y buzas profesionales».
Zenteno recordó que desde julio de 2018 es obligatorio que las empresas comuniquen a la DT y a las Seremis de Salud los accidentes ocurridos por condiciones hiperbáricas. Es decir, la anormal cantidad de oxígeno en la sangre que trastorna el normal funcionamiento del organismo.
También subrayó la preocupación permanente de la DT sobre el buceo profesional en general, no sólo en la salmonicultura.
En agosto pasado la Directemar, -organismo dependiente de la Armada de Chile- , capacitó a 23 fiscalizadores y fiscalizadoras de inspecciones de las ciudades-puerto, para que sepan interpretar las «tablas de buceo», que relacionan la profundidad, el tiempo de inmersión y la descompresión en la subida hacia la superficie.
Los y las fiscalizadoras también profundizaron conocimientos en la fisiología del buceo, las enfermedades profesionales y las leyes físicas incidentes en las inmersiones.
Asimismo, Zenteno recordó que la DT participa de dos mesas de trabajo sobre la actividad acuícola. La primera, instalada en septiembre del 2022 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), recopilará información de las empresas y los sindicatos de buzos para realizar en 2023 diálogos sociales tripartitos en las tres regiones del sur, los que desemboquen en acuerdos que mejoren la seguridad del buceo.
La segunda, específicamente con el Sindicato Nacional de Buzos, persigue la reducción de riesgos. Respecto a esto, el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, señaló que «tal como lo comprometimos con la Ministra del Trabajo, Jeannette Jara, tras atender la preocupación de las y los buzos, estamos impulsando y coordinando una mesa de trabajo tripartita, que desde el Gobierno convoque e integre a trabajadores/as, empleadores, y diferentes agentes políticos, para resolver problemas relativos a asuntos de salud, seguridad y normativas laborales».
Principales infracciones
A fines de 2021 se fiscalizaron 20 centros de cultivo entre Los Lagos y Magallanes con 291 fiscalizaciones específicas y 24 sanciones.
Las principales infracciones constatadas se relacionaron con que el trabajador o trabajadora no asumía las medidas para proteger su seguridad, el no otorgamiento de descansos compensatorios por trabajar en domingos o festivos, y la distribución de las jornadas de los buzos(as) en más de seis días, y menos de cinco días a la semana.
Centro Ecocéanos: Detener los salmones de sangre de la Patagonia chilena
El Centro Ecocéanos, en conjunto con las organizaciones de trabajadores de los centros de cultivo, plantas procesadoras y de la flota de transporte naviero, desde 2013 monitorean los impactos de la expansión de la industria del salmón sobre los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
La organización señala que el reglamento de buceo puede ser transgredido o modificado por las compañías mandantes y subcontratistas, según sus intereses o necesidades, sin que exista sanción alguna.
«Esto se debe a la inexistencia de una legislación que asegure el derechos a la vida y a la seguridad del buzo que realiza una labor de altísimo riesgo, a bajas temperaturas, exposición a corrientes submarinas, y profundidades que superan los 30 mts», aseguran.
«La precariedad laboral derivada del actual Código neoliberal del trabajo, con sus altos niveles de contratos temporales y subcontratación, no respeto a los protocolos de buceo, carencia de equipos y capacitación adecuada, a lo que se une entre otro factores la falta de una adecuada fiscalización, ubican a Chile como el país con el récord mundial de muertes de trabajadores y trabajadoras de la salmonicultura global», señaló, por su parte, Juan Carlos Cárdenas, director ejecutivo del Centro Ecocéanos.
Según la organización ciudadana, «los tercermundistas estándares laborales existentes en el segundo país productor de salmones de cultivo, están llamando la atención de los mercados y consumidores internacionales, ya que evidencia la existencia de dumping laboral en sus exportaciones».
Por ello, el eje colaborativo entre las organizaciones sindicales y de la sociedad civil para el 2023-2024, será la defensa de la vida en el mar, y lograr que la actividad de los buzos (as) de la acuicultura industrial chilena sea reconocida a través de un estatuto laboral propio, que permita avanzar en la prevención, fiscalización y detención de la «salmonicultura salvaje» en Chile.
Vía Ecoceanos News
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