Salud: Anuncian «Comisión de Diálisis» para hacer frente a inexistencia de políticas públicas dirigidas a pacientes dializados

Esta semana, en el Ministerio de Salud, se dio inicio formal a la Comisión de Diálisis, instancia integrada además por Fonasa, expertos clínicos, la Asociación de Dializados (Asodi) y la Sociedad Chilena de Nefrología, y que busca beneficiar a los más de 25 mil pacientes en diálisis en Chile, disminuyendo las brechas en la salud renal, fortaleciendo las políticas de salud pública y licitaciones, creando los programas o protocolos necesarios para pesquisar la enfermedad renal crónica en etapas tempranas, con el fin de enlentecer su progresión y su entrada a diálisis. 

Desde la Sociedad Chilena de Nefrología, indicaron que en Chile existen 23.773 pacientes en hemodiálisis y 1.520 en diálisis peritoneal. Cerca del 20% del presupuesto GES se destina a financiar estas terapias. Asimismo, recordaron que los pacientes en diálisis adecúan su vida al horario y lugar de la diálisis, puesto que se dializan 3 veces a la semana por 3 o 4 horas, de por vida.

A pesar de lo anterior, no existen políticas o indicaciones clínicas, desde las máximas autoridades de salud, para la pesquisa temprana de la enfermedad renal crónica en la población general: Desde el 2008, hasta la última actualización de las ‘Guías de Prácticas Clínicas GES. Prevención secundaria de la enfermedad renal crónica (ERC) 2017’, estas se enfocan en detectar la ERC en pacientes con altos factores de riesgo, como lo son diabéticos e hipertensos.

«Se recomienda el diagnóstico precoz de la enfermedad renal crónica, pero no hay una línea de pesquisa temprana de la patología en la atención primaria de salud. En el Examen de Medicina Preventiva (EMP) no se consideran test para detectar la enfermedad renal crónica, a diferencia de la diabetes y la hipertensión», apuntaron desde la Sociedad Chilena de Nefrología.

En ese sentido, en enero de 2022 hubo un conflicto importante con Fonasa por la puesta en marcha de la nueva licitación de diálisis, ya que provocó la migración de más de mil pacientes a otros centros de diálisis. Esta indicación no consideró la cercanía domiciliaria de los pacientes, puesto que los enviaron a centros más lejanos a su hogar de los que estaban y los más afectados fueron los pacientes de regiones. 

Tampoco se tomó en cuenta la importancia de las nutricionistas en el tratamiento de la enfermedad, aspecto que influye enormemente en el bienestar y tolerancia de los pacientes al tratamiento; y no se introdujo a otros profesionales importantes en salud renal, como kinesiólogos, asistentes sociales y psicólogos.

Otro punto crítico es que esta inexistencia de programas o políticas de salud pública en diálisis, no considera la progresión de la enfermedad crónica, la cual se proyecta que para el 2040 sea la quinta causa de muerte de los chilenos.