Desde octubre de 2019 a octubre de 2020 son cuatro las veces que el edificio que alberga a la Comisión Chilena de DD.HH y al sitio de memoria ex Clínica Santa Lucía ha sufrido robos y daños.
En los primeros ingresos se llevaron los computadores con la información contenida sobre “víctimas de violación de derechos humanos ocurridas a partir del 18 de octubre, respecto de los cuales nosotros hemos tomado el patrocinio. Luego ingresaron en dos oportunidades más y han hecho registro, pero no se han llevado nada más porque no había nada más que llevarse”, explicó Carlos Margotta en conversación con Radio U. de Chile.
“Nos parece grave porque no creemos en las coincidencias, no creemos que en la madrugada del 26 de octubre, en medio del toque de queda, muy cerca de una comisaría y con un gran despliegue policial en toda la ciudad se haya producido un ingreso tan fácil de desconocidos a nuestra sede. Pensamos que a algunos les molesta el trabajo que venimos desarrollando con mucha fuerza, porque nos debemos a nuestro mandato institucional de defender y proteger a las víctimas frente a los graves atropellos de los derechos humanos”, añadió Margotta.
En cuanto a si este nuevo atentado a la propiedad afectó a la información sensible de las personas que ellos patrocinan, el abogado señaló que tales datos ya habían sido puestos en un lugar a salvo luego del primer robo ocurrido el 15 de diciembre.
“Si ellos buscaban información respecto de las causas que llevamos, entonces fracasaron completamente porque eso está resguardado. Hay un dato relevante acá y dice relación con que este inmueble nos fue entregado en concesión en 1992 y durante 28 años nunca sufrimos ningún tipo de ataque ni ingresos de desconocidos, sin embargo a partir del 18 de octubre ya llevamos cuatro, siendo el último el sufrido luego que se supieran los resultados del Plebiscito, entonces esto no es casual”, concluyó el abogado.