“Estamos escribiendo en un libro en blanco”. Así de categórico, el biólogo del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), Matías Guerrero, cuenta a Dedal de Oro los detalles del innovador proyecto en el que está involucrado y que busca reintroducir una manada viable de guanacos en el Cajón del Maipo. Y es que, según asegura, no existen precedentes de una experiencia similar en el país.
La iniciativa tiene lugar en el el marco de un ambicioso plan que apunta a la restauración del ecosistema mediterráneo de la zona central de Chile, liderado por el IEB. Los intentos por reintroducir la especie nativa se dan a casi medio siglo que ésta fuese virtualmente extirpada debido a la caza indiscriminada, la pérdida del hábitat natural, la urbanización y la introducción del ganado doméstico.
La primera fase del proyecto ha sido un éxito. Consistió en la liberación de dos ejemplares de cuatro años de edad en el Santuario de la Naturaleza Cascada de las Ánimas. El primero, en julio de 2017 y el segundo en febrero de este año. Según cuenta el científico ambos ejemplares fueron donados por un criadero de la Universidad Católica ubicado en Pirque. Son machos y están esterilizados ya que su liberación busca determinar la forma en la que se relacionan con el bosque esclerófilo, formación vegetal propia de Chile. Y lo más importante, viven en completa libertad pese al temor que existía en un comienzo por su seguridad.
Ninguno de los dos tiene nombre, por lo que los organizadores de la iniciativa se preparan a lanzar una campaña para bautizarlos e involucrar, de esta manera, a la comunidad de San José de Maipo. Los ganadores serán favorecidos con paseos de avistamiento de los ejemplares en su, hoy, hábitat natural.
“La introducción del guanaco traerá efectos positivos directos en la restauración del ecosistema. Estos camélidos son jardineros naturales. Al ser el único herbívoro nativo de la zona, cumplía una función clave en el ecosistema como dispersor de semillas y generador de caminos y defecaderos, lo que permitía la germinación de diversas especies de flora y el enriquecimiento del suelo, en beneficio directo del bosque esclerófilo”, relata el biólogo a cargo de la iniciativa.
Hasta que partió este proyecto, la presencia de guanacos en la zona central del país y más específicamente en el Cajón del Maipo era prácticamente anecdótica o estacional debido a la presencia de una manada en particular proveniente de Argentina que migra a Chile algunos meses del año pero que jamás se queda.
“Fue una etapa larga y difícil el escoger dónde íbamos a liberar estos dos primeros ejemplares. Cascada de las Ánimas resultó el más idóneo pues no hay registro de la presencia del depredador exótico del guanaco: el perro asilvestrado. Están completamente en libertad, recuperaron su instinto, pese a provenir de un criadero, tienen cada uno su hogar específico, cuentan con alimento y agua suficiente. Todo marcha bien hasta ahora. Hemos visto sus huellas, sus defecaderos, y sus baños de polvo que utilizan para el control de parásitos. Cuentan con un territorio de unas 100 hectáreas”, cuenta Matías Guerrero.
Actualmente el equipo a cargo del proyecto busca obtener fondos necesarios para instalarles a los ejemplares collares GPS que permitirán monitorearlos en tiempo real, conocer sus movimientos migratorios en distintas épocas del año, la altura a la que se movilizan y otros datos que permitirán obtener la información necesaria para dar el vamos a la siguiente fase.
Porque el plan es aún más ambicioso. Contempla la introducción de una manada completa, viable y permanente, posiblemente en el mismo sector donde fueron liberados los dos primeros ejemplares.
«La idea es, en un plazo de dos años, reintroducir una manada viable (reproductiva) compuesta por un macho alfa y ocho o nueve hembras. Existen grandes desafíos, desde conseguir la donación de los especímenes, para lo cual estamos en conversaciones con un criadero en La Ligua, su traslado a la zona, el equipo humano -ecólogo, veterinario, experto en conducta, etc.- que estará destinado a su cuidado, etc. Calculamos que se requiere de una inversión cercana a los $ 15 millones poner en marcha esta etapa», explica Guerrero.
Esta iniciativa, junto con acelerar la recuperación del bosque esclerófilo y la gran cantidad de especies endémicas, permitirá contar nuevamente con estos hermosos animales en la zona central del país y, específicamente, en el Cajón del Maipo.
El guanaco es el mamífero terrestre más grande de Chile. Posee dos categorías de conservación dependiendo del lugar en que habite: en el norte, centro y sur se encuentra en estado “vulnerable”, mientras que en el extremo sur, entre Aysén y Magallanes, está clasificado como “preocupación menor”. Allí se concentra alrededor del 60% de la población total del país.