SEA cuestiona proyecto inmobiliario de la familia Piñera en Lago Ranco por posibles impactos ambientales

El proyecto inmobiliario impulsado por los hijos del expresidente Sebastián Piñera en la ribera del lago Ranco, enfrenta cuestionamientos del Servicio de Evaluación Ambiental por falta de información clave, dudas sobre la capacidad sanitaria del sistema que lo respaldaría y potenciales impactos sobre humedales protegidos.

SEA cuestiona proyecto inmobiliario de la familia Piñera en Lago Ranco por posibles impactos ambientales

Autor: Etiam Henríquez

El ambicioso desarrollo inmobiliario que impulsa la familia del expresidente Sebastián Piñera en Bahía Coique, frente al Lago Ranco, y valorado en 40 millones de dólares, sufrió un primer traspié en su evaluación ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).

Según información de Interferencia, el 26 de marzo, el SEA de la Región de Los Ríos emitió su primer Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones (ICSARA), dirigido al proyecto de Inmobiliaria Arenas Blancas S.A., parte del holding Odisea y controlada por los hijos del exmandatario: Juan Sebastián, Cristóbal y Magdalena Piñera Morel.

El documento recoge observaciones de distintas entidades públicas sobre la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ingresada para el proyecto “Nuevo Desarrollo Inmobiliario Bahía Coique”, que contempla levantar 208 viviendas vacacionales entre 2026 y 2033, en dos fases. Precisamente esta división en etapas fue uno de los primeros puntos cuestionados por el SEA.

Según el informe, la segunda etapa del proyecto está escasamente detallada, omitiendo datos clave para comprender su alcance. La descripción presentada indica que se desarrollará en una superficie cercana a las 22,86 hectáreas, sin precisar el tipo de urbanización a realizar.

Además, el SEA cuestionó que no se especificaran aspectos esenciales como el número de viviendas por etapa, sus características ni la duración de las fases, lo que impide una evaluación ambiental adecuada. Ante esto, el servicio pidió a la inmobiliaria optar por una de dos opciones: limitar el proyecto solo a la primera etapa o entregar una descripción completa de la segunda.

Problemas con el sistema sanitario

Otro aspecto que generó reparos fue la falta de claridad respecto al sistema de tratamiento de aguas servidas al que se conectará el proyecto. El SEA exigió pruebas de que el desarrollo cuenta con factibilidad sanitaria y cumple con las normativas correspondientes.

Aunque la inmobiliaria aseguró contar con un documento de factibilidad sanitaria emitido por Hotelera Lago Ranco S.A., este solo incluye un certificado que hace referencia a una autorización otorgada en 1995. Dicha empresa, además, pertenece al mismo grupo económico y comparte gerente general con la inmobiliaria: Felipe Vidaurre Waeger.

El SEA, sin embargo, advirtió que la resolución sanitaria mencionada no fue adjuntada y que no contiene información sobre la capacidad actual y proyectada del sistema ni el destino del efluente tratado. Esto impide verificar que el proyecto tenga efectivamente resuelto el tema sanitario.

Asimismo, el informe señala inconsistencias entre la cantidad de viviendas descritas en el proyecto (208) y las calculadas en los anexos (390), lo que resultaría en una subestimación de la generación de aguas servidas, estimada en 604 mil litros diarios.

Participación ciudadana y denuncias sobre el sistema sanitario

El proceso de evaluación incluye participación ciudadana. Hasta la fecha, se han presentado al menos 11 solicitudes en ese marco, entre ellas la del exsubsecretario de Previsión Social, Christian Larraín Pizarro, quien renunció en 2023 en medio de acusaciones de acoso.

En su escrito, Larraín cuestiona la existencia de una “empresa sanitaria informal” creada supuestamente para facilitar la urbanización de terrenos, pese a no contar con infraestructura adecuada. Acusa frecuentes filtraciones y derrames en la poza de decantación actual, agravadas por lluvias, y señala que no existiría una planta de tratamiento como tal, solo una instalación básica no fiscalizada adecuadamente.

Según Larraín, la inmobiliaria intenta desligarse del problema argumentando que el sistema sanitario es operado por un tercero, aunque ese tercero es parte del mismo grupo controlador, evitando así comprometer inversiones para mejorar el sistema.

Preocupación por los humedales

El SEA también pidió a los desarrolladores realizar un análisis sobre los posibles impactos del proyecto en los humedales Río Coique y Lago Ranco, ambos incluidos en el Catastro Nacional de Humedales.

Aunque la Declaración de Impacto Ambienta (DIA) afirma que el humedal Lago Ranco se encuentra a 60 metros del área intervenida y no sufrirá impactos, el SEA advirtió que deben justificarse posibles efectos derivados de obras como escarpes, desvío de cauces, manejo de aguas lluvias o agotamiento de napas.


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