Senador Daniel Núñez sobre Empresa Nacional del Litio y Salar de Atacama: SQM debería estar  fuera de todo este juego

Senador Nuñez se refiere al futuro del litio en Chile en el marco de la Empresa Nacional del Litio y el feroz lobby de SQM

Senador Daniel Núñez sobre Empresa Nacional del Litio y Salar de Atacama: SQM debería estar  fuera de todo este juego

Autor: Director

Puntual, calmo y amable, el sociólogo y Senador de la República de Chile, Daniel Nuñez, integrante clave del Partido Comunista en la cámara alta, llegó hasta los estudios de El Ciudadano para conversar sobre la contingencia política y sobre el futuro del llamado «oro blanco» en Chile, el Litio en el marco de la pronta creación de la Empresa Nacional del Litio.

El Senador indica como tema central, la necesidad de que Chile pueda superar «50 años de políticas neoliberales» las que han beneficiado a grupos reducidos de la población, en perjuicio de las grandes mayorías y alertado por el lobby que desarrolla SQM y el ex yerno de Pinochet de la mano de hombres de «izquierda», nos dice «cuestionable es si las personas que se ponen a hacer lobby para SQM o trabajar  para ellos son de izquierda, porque obviamente hay conciencia en la izquierda más que en ninguna otra parte de que los recursos naturales deben estar en beneficio del  país y no a disposición ni en beneficio de una empresa privada, menos aún cuando  esta empresa tenía antecedentes por corrupción tan graves como SQM». 

El Senador Nuñez es explícito «Lo primero que a mí  me interesa es que se cree la Empresa Nacional del Litio, y cualquier modelo de  explotación que exista en el Salar de Atacama, sea bajo el paraguas o bajo la figura legal de la Empresa Nacional del Litio, y que esa explotación que se  haga no sea desde la lógica extractivista»

Respecto a la amenaza del lobby que realiza SQM al interior del Estado de Chile para perpetuarse en el Salar de Atacama el senador advierte «si el presidente Boric terminara abalando el actuar corrupto de la empresa  SQM, tendría un gran costo para el gobierno y es algo que yo creo y tengo la  certeza que no va a ocurrir«.

– Muchas gracias a usted por estar aquí, senador, para iniciar esta conversación, quiero  llevarlo a un tema de contingencia. Veo que hay una especie de alma dividida dentro del  gobierno. Dos fuerzas: Apruebo Dignidad, Socialismo Democrático.  Quiero consultarle, pues vamos a enfrentar elecciones pronto en este proceso  constituyente 2.0, ¿Cuál es el camino para la unidad?, ¿Es posible conciliar estas dos  almas, Senador?  

-Mira, yo creo que acá Bruno lo fundamental es preguntarse y tener la convicción  de que Chile requiere superar lo que han sido los últimos, ya no solo 30 años, sino que 50 años de políticas neoliberales. Entonces, lo de fondo es, uno entiende que Chile vive problemas estructurales y desigualdades, injusticias,  abusos, que no son sólo lo que haga un gobernante, un empresario aislado, sino  que es un problema estructural de cómo se consigue un modelo de desarrollo  donde lo que ordena es el poder del dinero, quien manda, quien tiene el poder y  sobre esa base, sobre la base de que esto tiene que cambiar y que tiene que haber un gobierno que tenga esa voluntad de transformación, es que nosotros creemos que todos los partidos tienen que estar dispuestos a involucrarse en ello. 

Ahí justamente es donde nosotros creemos que la posibilidad de concordar con Socialismo Democrático es posible, pero requiere que no veamos el interés particular. Es decir, que superemos la dinámica de sacar la cuenta de cuántos cargos tengo en el gobierno, cuántos ministros, cuántos subsecretarios, cuánto seremis y que dejemos de lado el interés de poder de cuántos  votos saca mi partido, cuántos voy a tener y que entendamos que, sin unidad, sin una fuerza que convoque estas transformaciones, obviamente, este poder institucional que es tan fuerte, que es el del neoliberalismo, se mantiene incólume. Y eso es lo que nos convoca. Y nosotros creemos que desde lo que fuera la antigua Concertación se ha ido evolucionando a una mirada más crítica hacia las políticas  neoliberales. Y nosotros vemos que eso se consolida ahora y nos parece que la forma de consolidarlo con una lista única, porque sabemos que vamos a tener una elección muy reñida y cada voto cuenta. Y si  vamos en dos listas, los votos se dispersan y hay riesgo de elegir menos consejeros y consejeras constitucionales que si vamos en lista única. 

– ¿Y cómo van las conversaciones en esta línea?, ¿Cómo toma la temperatura usted hasta el  momento?  

-Mira, yo creo que el resultado es totalmente incierto. A mí me parece que hubo una respuesta muy positiva en cuestionar estas “pachotadas” que tuvo Gido Girardi, en que al final usó el lenguaje de la ultra derecha, de descalificar y de ponernos a todos, estigmatizarlos prácticamente por algo que era tan necesario como era tener un criterio de reparación por todo lo que implicó el estallido social y los  muchachos que estaban presos, y haber usado una facultad que es del presidente como el indulto, pero yo creo que el resultado es incierto aun cuando se ven señales de que se recompone una idea más profunda entre las dos coaliciones que somos parte del  gobierno del presidente Boric. 

– Senador, recientemente en el marco de la Fiesta de los Abrazos del Partido Comunista que se puede realizar finalmente manera presencial post pandemia, se lanza un libro del cual  usted es editor y de hecho escribe uno de los capítulos, pero me llama la atención  que asista al lanzamiento del libro la senadora Yasna Provoste, ¿Qué significancia tiene esto para usted? Y se nos puede contar un poco de este texto.  

-Claro, nosotros hicimos un esfuerzo con un compañero historiador con que hemos  trabajado hace varios años, Rolando Álvarez, en el sentido de poder pensar y  poder sistematizar lo que fue la experiencia del Partido Comunista en la Nueva  Mayoría. 

El Partido Comunista tiene una historia que es más bien de lucha, donde hemos  estado desde fuera los espacios de gobierno. Y los momentos históricos en que hemos sido gobierno han sido momentos de mucha tención y de crisis para el país. El Frente Popular con las grandes transformaciones que dieron la base de lo que fue un modelo desarrollista, pero que terminó con el Partido Comunista ilegalizado y con la proscripción que hizo González Videla, la famosa Ley Maldita. Y en la  Unidad Popular, una situación que ya es mucho más trágica, porque a pesar de las  grandes transformaciones que impulsó el presidente SalvadorAllende, el Golpe de Estado  terminó con ese proceso y con una situación de violaciones a los derechos humanos brutales.

Entonces, cuando uno se pregunta, bueno, al partido comunista le toca ser nuevamente gobierno y tiene ministros, tiene presencia en La Moneda. Con la Nueva Mayoría requeríamos pensar, mirar y valorar esa experiencia. Y lo hicimos  con un formato más libre de ensayo donde escribieron quienes miramos las cosas del Parlamento, como mi caso, yo era diputado, otros que eran ministros como  Marcos Barraza en Desarrollo Social o Claudia Pascual que era ministra de la  Mujer. Lo hicimos también con académicos como el Rolando Álvarez, que da una  mirada desde la historia reciente que es su disciplina y eso nos permite también valorar, sistematizar y sobre todo, sacar experiencias o aprendizaje de cara a lo que hoy ya estamos  viendo, ser parte de otro gobierno que tiene un programa más transformador que el de la Nueva Mayoría, un presidente que tiene una historia política mucho más vinculada a la izquierda y a la crítica al neoliberalismo que lo que era el gobierno de Michelle Bachelet y bueno, queremos aprender de esa experiencia y sobre  todo, sistematizarlas para no cometer los errores y poder avanzar en este proceso  que estamos viendo de transformaciones con las dificultades que conocen.

– ¿Y cómo valora la presencia de la senadora Yasna Provoste?, se lo digo porque, no sé, por  ejemplo, vamos a llevarlo al caso de Italia donde el Partido Comunista finalmente se une,  se junta en un gran bloque con la Democracia Cristiana. En Chile se pretende hacer un gran bloque de unidad. Entonces, ¿qué significa la  presencia de ella en este lanzamiento para usted?, ¿Cómo lo valora? 

-Yo invité a Yasna justamente porque era muy interesante el hecho que  rompiéramos esta especie como de mito o de nueva exclusión que se estaba  generando, donde se decìa que la DC no puede compartir espacios con el Partido Comunista  que además fueron las cosas que más tensionó a la Nueva Mayoría.  Yasna estuvo disponible y yo creo que ella tiene en ciertos contenidos análisis y  miradas muy parecidas a las que tienen la izquierda y el progresismo. Y yo creo que desde ese punto de vista, fue una señal de que no hay veto al Partido  Comunista y que desde la DC tampoco puede haber una política de exclusión hacia los comunistas y las comunistas. Así que me parece que fue una buena  experiencia. Yasna dice que se entretuvo mucho leyendo el libro. Así que dice que  realmente hizo la pega de leer y de comentar. Y yo creo que es una señal de que,  para poder afirmar este proceso de transformaciones que estamos viviendo con el presidente Gabriel Boric, hay que pensar en unir todas la fuerzas políticas que  quieren transformaciones y salir del neoliberalismo que van desde el actual demo  cristiana, entendiendo que ahí el sector más derechista se fue con Walker y  Ximena Rincón, hasta el Partido Comunista, y deberíamos incluir en ese análisis  también a los movimientos sociales que no son políticamente representantes de un  partido, pero que tienen una expresión política de crítica al neoliberalismo.  Entonces, un poco, esa expectativa la graficamos en la invitación a Yasna.  

– Da una señal de que es posible esa unidad. En el libro da  cuenta finalmente cómo el Partido Comunista, al integrar estos gobiernos de coalición, lo  que hace es tensar un poquito hacia la izquierda, movilizar hacia la izquierda. Sumarse a esta transformación social por la vía de las reformas. Usted da cuenta y dice “En el gobierno  de Bachellet quedó en evidencia que la hipotética y necesaria alianza entre los  movimientos sociales y el gobierno transformador de la nueva mayoría nunca llegó a  concretarse. Y aquí reside justamente uno de los motivos por los cuales las reformas  fueron menos profundas de lo esperado. Quiero consultarle lo siguiente: En el escenario actual, donde el presidente Gabriel Boric no tiene una mayoría en el congreso, ¿Qué  importancia le ve usted a el tejer puentes desde el gobierno con los movimientos sociales? 

-Yo creo que una de las grandes experiencias que los comunistas tenemos que sacar en la izquierda, de la Nueva Mayoría, la paradoja fue que el gobierno que  impulsó las más grandes reformas de los últimos 30 años, incluyendo la gratuidad en la educación superior, algo tan importante, no logró apoyos sociales visibles y  concretos a esa reforma, incluso a veces, indiferencia y cuestionamiento. Y eso  hizo que esas reformas, por lo tanto, si bien tenían los votos en el Parlamento, al no tener el apoyo y la legitimidad social, al final también perdieron votos en el Parlamento y fueron aprobadas mucho más mediatizadas. Uno extrapola esa  experiencia a la actual y se pregunta entonces, es posible que nosotros hablemos de una reforma previsional profunda, donde terminemos con las AFP, donde demos pensiones dignas, si los trabajadores y las trabajadoras, el movimiento sindical, es indiferente y no convoca a los trabajadores a presionar y exigir que se  concrete esa reforma provisional, ahí es donde uno justamente dice no, requerimos esa relación. 

Uno lo puede poner con el movimiento feminista, lo puede poner con los  pescadores artesanales ahora que vamos a discutir en marzo la nueva ley de  pesca, y vamos a caducar permisos en este caso, y derechos de pesca que se  entregaron en forma corrupta a la industria pesquera. Pero esa alianza es algo que tiene estar presente. Las figuras actuales del gobierno vienen del movimiento  social, eso debería ser un elemento de facilidad de esta relación, pero el poder absorbe en sí misma y no es algo que uno debe dar por sentado ni por dado espontáneamente. Entonces, creo que es algo muy importante de trabajar y yo sé  que es una preocupación del gobierno que, hasta ahora, creo yo, no hemos resuelto  plenamente.  

– Senador, todo indica que los principales dolores de la sociedad chilena actual, son el tema  de la seguridad y el tema económico. El tema del bolsillo en un escenario de inflación, donde el dinero vale cada vez menos, los salarios no suben, la canasta básica sube de  precio, etcétera. Quería preguntarle desde el punto de vista legislativo, en su caso, ¿Cómo  podemos abordar estas materias, o con medidas incluso desde el gobierno?

-Bueno, la verdad Bruno es que yo creo que nosotros tenemos que comprender y entender que la gente tiene una gran ruptura y una gran distancia con el mundo de la política, con la élite en Chile. Y aunque uno diga “yo vengo de un partido de  izquierda” o el presidente que viene de los movimientos sociales, cuando uno llega a espacios de poder al final para el ciudadano común y corriente, es parte de  la elite. Y yo creo que en ese sentido, nosotros tenemos que tener mucha más  sensibilidad con los problemas de a pie que viene la gente, problemas cotidianos. Claro, desde la izquierda a veces nos cuesta entender un poco como los problemas de delincuencia se viven en forma tan cotidiana en el mundo popular. Y en eso tal vez la derecha ha tomado esa bandera. No, eso es un error nuestro que debemos  corregir. Y es muy peligroso que nos ocurra lo mismo con los temas que están  impactando cotidianamente, como el alza el costo de la vida, el alza de la canasta  básica de alimentos, que hoy día están agobiando el pueblo chileno. Nosotros, en  ese sentido, le hemos pedido al gobierno mucha más premura. La próxima semana, el día lunes, la comisión de hacienda del senado va a discutir el paquete  de ayudas que informó el gobierno. Nosotros conocemos el titular, pero no sabemos cómo se da las marras. En beneficios para la gente concretos, que impliquen que va a poder ver alivianado en algo sus ingresos, porque hoy día gasta mucho dinero en los alimentos, en la canasta básica, transporte. Entonces  necesitamos que la gente viva mejor, que mejore la calidad de vida, mejor en forma significativa y bueno en eso estamos tratando de trabajar para que se exprese en estos días, en este momento y sobre todo pensando que en marzo, abril, hay un ajuste económico y eso hace que la situación sea aún más compleja. 

Bruno Sommer y Senador Núñez conversan en estudios de El Ciudadano

– Quiero llevarlo a un tema relacionado a la minería, en este caso, al Litio. Usted ha  señalado en más de una oportunidad, que le preocupa la corrupción que ha tejido SQM y  el señor Ponce Lerou en la política chilena. Nosotros recientemente acabamos de  desarrollar una investigación periodística de parte de El Ciudadano, que da cuenta que  este señor Ponce Lerou y SQM anda actuando nuevamente con un lobby feroz para  perpetuarse en el Salar de Atacama desde el 2030 en adelante.  

-Bueno, la verdad todos sabemos que Chile tiene riqueza minera muy importante, nosotros estamos ad portas de votar en el Senado en la Comisión de Hacienda el Royalty de la gran minería del cobre, y creemos que un avance fundamental, es  parte el programa del gobierno del presidente Gabriel Boric que estamos  cumpliendo. Y el otro tema emblemático en materia de minería es la creación de la Empresa Nacional del Litio. Nosotros creemos que eso permite efectivamente, que haya una empresa pública, que sea ella la que tenga la política de explotación del litio en Chile, hay que definir el formato. Y lo más importante es que generemos industrias para incorporarnos y ser parte de la cadena de valor del litio, no quedemos solo en la extracción y en la venta sin valor agregado del litio, y eso va a implicar enfrentarse con SQM que está en el salar y con Albemarle. Entendiendo eso sí, que estas empresas tienen contratos con el Estado,  este caso con la CORFO y que, bueno, vamos a tener que ver la manera en la cual  la creación de la Empresa Nacional del Litio permita incorporarnos, estar ahí y desarrollar esta perspectiva de la explotación con el interés nacional y no con la  ganancia privada, digamos que hoy día es lo que está rigiendo a SQM y a Albemarle.

– Mire, yo le manifiesto esta preocupación justamente porque en el marco de esta  investigación, nosotros entrevistamos al subsecretario de minería: “subsecretario, ¿va a haber licitación en el salar de Atacama de aquí al  2030?” y nos dice, le preguntamos varias veces, nos responde: “Mira si hay licitación, va a  ser en los otros salares, ni Maricunga, ni Atacama, que son los salares donde están las  principales concentraciones de litio. En los otros salares ni siquiera hay exploración ni  siquiera se sabe cuánto hay. Entonces, le consulto a usted, Qué le parece a usted que el Salar de Atacama quedase por secretaría para Ponce Lerou?, porque eso  significa entregar el Salar de Atacama a los nietos de Pinochet.

-Bueno lo que hay que tener claro es que hoy día hay un contrato que vence el año  2030, y eso implica que el Estado tiene que ejercer la potestad y las condiciones para instalar en el Salar de Atacama la Empresa Nacional del Litio. Eso es lo que nosotros definimos en el programa de gobierno del presidente Gabriel Boric. Ahora, la forma en la cual eso se plasme y ahí hay un debate con minería, con economía, con la CORFO; es algo que yo creo que todavía está… No conozco cual va  a ser el formato, y ahí probablemente se va a tener que enfrentar debates con las  empresas que ya están ahí, como SQM, con las empresas que quieren incorporarse, donde hay intereses de empresas chinas, donde hay intereses de  empresas europeas, y donde, por supuesto, tiene que estar también el interés de Chile representado una Empresa Nacional del Litio. Yo creo que ese debate está  abierto, tiene que hacerse en forma transparente, con el debate ciudadano, con la opinión y velando porque obviamente hay una política de explotación del litio distinta a la que hay hasta ahora. 

– Como usted dice, hay múltiples actores, están los chinos, los australianos. Mucha gente  que quiere estar ahí. El tema es que, si se va a repetir lo que sucedió con el señor Bitran  que se va a hacer un acuerdo directamente CORFO/SQM, ¿o a su juicio se debiera abrir  una licitación del litio de 2030 en adelante? 

-Es que yo no me quiero centrar en si es una licitación o no. Yo no lo sé, eso economía lo está discutiendo, CORFO, lo está discutiendo minería. Pero yo, antes de si eso no es licitación, porque en rigor, una licitación en el Salar de Atacama también podría ganarla SQM, por ley no se la puede excluir. Lo primero que a mí  me interesa es que se cree la Empresa Nacional del Litio, y cualquier modelo de  explotación que exista en el Salar de Atacama, sea bajo el paraguas, la estructura o bajo la figura legal de la Empresa Nacional del Litio, y que esa explotación que se  haga no sea desde la lógica extractivista: de que yo saco la salmuera, casi la pongo dentro un container y la mando exportada, sino que se haga sobre la base de que  haya una política para, desde la base de ese recurso escaso y que está con un alto valor como el litio, yo genere cadenas de valor que nos permitan generar industria y desarrollo de la innovación y tecnología en Chile. Para mí esa es la clave. Eso  jamás lo iba a hacer una empresa privada, eso jamás lo ha hecho, ni lo va hacer  SQM, sino que tiene que hacerlo la Empresa Nacional del Litio y el formato es algo  que yo creo todavía está abierto. Estamos muy atento a cómo lo va a plasmar el  gobierno. 

– ¿Usted estaría, por ejemplo, por una Empresa Nacional del Litio que sea 100% estatal?

– Ósea, la Empresa Nacional del Litio es cien por ciento estatal. Si eso implica que vamos a discutir y ver un modelo, por ejemplo, como el que se hizo en Bolivia, yo creo que hay que mirar toda la experiencia. En Bolivia se creó la empresa nacional que explotó los hidrocarburos y se asoció con capital extranjero. El capital extranjero minoritario era europeo y la empresa nacional era mayoritaria, de esa manera logró que el expertise y la tecnología que no se tenía se incorporara, pero  de la base del control del Estado, y subordinado a una política pública, en ese  sentido, digamos, yo tampoco creo que esto sea solo todo el Estado sin ningún actor privado, porque en este sentido, tenemos hoy desarrollos tecnológicos importantes. Si usted me pregunta a mí, por ejemplo, una empresa china que viniera a Chile se asociara a la Empresa Nacional del Litio y pone en Chile una fábrica de baterías para autos eléctricos con uso de litio, a mí me parecería un  aporte fundamental al desarrollo nacional. Pongo un ejemplo, siempre y cuando el  Estado tiene mayoría, el Estado dirige las líneas de lo que quiere obtener y no le entrega la riqueza natural del país a una especie extranjera que lo extrae y se  quede con toda la ganancia rentista. Es otro modelo y en ese sentido, estamos  abierto a ver de qué manera se va a plasmar. 

Ojalá que participen diversos actores de esto, porque lo que tendríamos es totalmente lo  contrario. Y le quiero preguntar, ¿qué le parece que en las redes de lobby de este señor Ponce Lerou y SQM, quienes le hagan el trabajo sean personas que en algún momento se manifestaron ser de izquierda? 

¿Cómo quienes? 

Como Enrique Correa, como el señor Osvaldo Puccio.

-Bueno, lamentablemente, con SQM lo que se dio fue que el poder del dinero de  esta empresa corrompió y buscó hacer lobby a través de figuras muy heterogéneas. Muchas de ellas figuras políticas que provenían de la izquierda y  por esa vía coptarlas, es decir, tenerla afín a sus intereses. Y, obviamente, lo que  uno exige es que tengamos una total independencia del mundo político de los  capitales económicos, de los poderes económicos y particularmente de SQM. Más cuestionable es si las personas que se ponen a hacer lobby para SQM o trabajar  para ellos son de izquierda, porque obviamente hay conciencia en la izquierda más que en ninguna otra parte que los recursos naturales deben estar en beneficio del país y no a disposición ni en beneficio de una empresa privada, menos aún cuand  esta empresa tenía antecedentes por corrupción tan graves como SQM. 

– Yo veo que aquí hay una doble trampa; por un lado, una trampa económica porque le permitiría perpetuarse desde el 2030 hasta no sé qué año sin que haya competencia. Es decir, sin que haya una licitación, ahorrarse el dinero de lo que significa una licitación,  porque para ir a una licitación tienen que poner el derecho a llaves. Se ahorran eso, se ahorran la competencia, se perpetúan; es decir, una trampa económica, pero también hay una trampa política, porque ¿Qué pasa si el gobierno del presidente Gabriel  Boric termina repitiendo lo que hizo Piñera con Bitran?, por secretaría extenderle la concesión. Terminaría enterrando el gobierno, haciendo que el presidente Gabriel Boric le entregue el salar hasta el 2050 a los nietos de Pinochet.

-Es un tema primero hay que tener claro que desde el punto de vista político, digamos  que si el presidente Boric terminara avalando el actuar corrupto de la empresa  SQM, tendría un gran costo para el gobierno y es algo que yo creo y tengo la  certeza que no va a ocurrir, porque obviamente nosotros no vamos a reproducir  las prácticas ni de la dictadura. Pero, lo que hay tener presente es que el segundo contrato de explotación del Salar de Atacama, ha resultado más conveniente para el Estado que el primero, pero el segundo se hizo después de la presión que  nosotros mismos dimos como parlamentarios, se hizo en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, con Eduardo Bitrán director de la CORFO, y a nosotros nos parece que  aun así, aunque se haya capturado más renta. Porque se pusieron condiciones más firmes de pago a SQM, aun así nos parece que eso es un modelo insuficiente, porque el modelo se basa en que el Estado entrega una riqueza a una empresa privada que lo explota. Lo que nosotros queremos es que se cree una empresa del  Estado, que esa empresa de Estado dirija una política pública con participación mayoritaria, y yo ahí sí creo que nosotros vamos a tener que ver con cuáles  actores participar. En mi opinión, lo correcto, lo ideal sería que SQM estuviera  fuera de todo este juego. La manera como esto se va a resolver, yo no lo sé,  porque probablemente eso nos alarga todo hasta el año 2030, donde este  gobierno no va a estar participando en el poder ejecutivo. Entonces, creo que todas esas dificultades son las que va a tener que enfrentar el gobierno del  presidente Gabriel Boric, pero esto tiene que hacerlo en forma de un debate ciudadano, incorporando la opinión de la gente y lo más importante, creando la  Empresa Nacional del Litio, que tome asiento en el Salar de Atacama, y eso va a hacerlo con mucha tensión y con muchas dificultades con SQM, que seguramente  va tratar de mantenerse incólume como decías tú hasta el 2040, 50, o  indefinidamente.  

Con este con este lobby; tengo entendido que el anuncio de la Empresa Nacional  del Litio se iba a hacer ahora en enero y que producto de esta investigación que nosotros hemos realizado, se está estudiando, viendo y espero que se tomen los resguardos por el bien de la nación. El litio es un elemento clave, está en un momento de un super ciclo  económico. Una licitación transparente finalmente podría recaudar para las arcas fiscales bastante dinero que se necesita ahora, porque ya sabemos con los equilibrios que hay en el Congreso, la Reforma Tributaria y todo eso va a tomar su tiempo y para llevar  adelante el programa se necesitan recursos. 

Senador, pasando a otro tema. Este año se conmemoran los 50 años del Golpe de Estado,  un momento en que se quebró nuestra institucionalidad democrática. En nuestro país aún  hay materias pendientes en temas de derechos humanos, y estos 50 años son un  momento especial, ¿Cómo podemos avanzar en este marco, en estos 50 años, para que se  puedan resolver los temas pendientes en derechos humanos en nuestro país? 

-Bueno, lo primero es que es un hito muy importante la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado y desde ese punto de vista creo que la labor de recuperar la memoria, reivindicar la obra del gobierno de la Unidad Popular, la figura del presidente Salvador Allende, es fundamental, es recuperación de la  memoria, es enfrentar también todas estas campañas de mentira, son las fake news de 50 años atrás que hoy día se reviven de otras maneras, pero hay que  recordar lo que significó para los chilenos chileno el “Plan Z”, esta amenaza que iban a haber guerrilleros que iban a hacer masacres sobre personas inocentes, que fueron puras mentiras que se levantaron y bueno, y desde ese punto de vista,  obviamente la herida abierta es las brutales violaciones de derechos humanos de la dictadura, donde hemos avanzado, pero aún en forma insuficiente.

Pero yo creo que el tema también para nosotros es, cómo reivindicar la necesidad de avanzar a  una sociedad más justa, una sociedad con perspectiva socialista. Adaptando, por supuesto,  nuestra lectura y nuestra realidad al siglo XXI, tomando toda la riqueza de la experiencia de la Unidad Popular, así que va a ser una gran jornada de memoria histórica y nosotros, como Partido  Comunista, estamos también desplegando todas nuestras capacidades para participar. 

– Lo quiero llevar al otro momento histórico importante de nuestro presente. Tras esta  democracia intervenida, porque así yo la defino nuevamente lo que fue el plebiscito de salida, de la propuesta de nueva Constitución, fue intervenida por fake news,  por desinformación a la población, no fue un ejercicio democrático limpio. Tenemos la oportunidad de este proceso democrático para un proceso constituyente 2.0, con un  acuerdo que podrá gustarnos o no, pero está ahí y viene en camino. Y usted ha dicho  respecto a eso de que tal vez el mayor riesgo es que esto quede coptado por una elite  política y económica que al final vele por los intereses de los grandes grupos económicos y  que las demandas y expectativas ciudadanas queden en segundo plano o derechamente no se consideren.  Le quiero consultar, ¿qué podemos hacer para evitar?, para que esto no suceda. Usted ha  dicho que falta sumarle al proceso constituyente movilización popular, ¿de qué forma? 

-Acá tenemos a lo menos tenemos dos grandes tareas. La primera es, a pesar de  todas las limitaciones que haya, nuestro deber, de la gente de izquierda y quiere una nueva Constitución, soberana, democrática, que deje de lado todos los amarres que tiene la constitución pinochetista, es participar del proceso constituyente y dar la batalla en las nuevas elecciones que hay con los  candidatos que se inscriben el 9 de febrero. Pero en paralelo, yo también creo  que no podemos limitar la expresión ciudadana, la participación solamente a los espacios institucionales de representación, como el voto de los consejeros y  consejeras. 

Y hay que entender que lo que estamos viviendo del proceso constituyente nace también de la movilización popular y de la revuelta social del 2019, eso no tenemos que negarlo. Yo creo que, al contrario, hay que reivindicarlo. Por lo  tanto, eso implica que la gente tiene que tener el legítimo derecho de expresar sus  demandas sociales, y el Movimiento de Pobladores de los sin casa podrá llevar la  demanda por la vivienda digna, los trabajadores tendrán que poner al centro la necesidad de tener un código del trabajo que permita realmente la relación  sindical y que resguarden los derechos laborales. Y eso lo harán votando en su minuto por delegados, pero también movilizándose.  

Entonces, lo que yo creo es que no hay que entender estos procesos como un  camino de participación institucional que te aísla de la necesaria lucha social y al contrario, hay que pensar que la lucha social tiene que hacerse también para  exigirle a esta nueva Constitución, que estamos prontos a empezar a re articular o a dar vida, que responda a problemas sociales muy sentidos, que ponga término al Estado Subsidiario. Eso tiene que nacer de la sociedad chilena y por eso es que no  tenemos que ver este nuevo proceso constituyente ajeno a la movilización social y la expresión popular. Y en eso el pueblo puede manifestarse sin que tengamos  que caer en las situaciones de exceso como las del estallido social, como los  saqueos, son cosas que no queremos que ocurran, que no son parte de la  movilización social. Por lo tanto, es muy importante que el pueblo se movilice,  levante sus demandas y las ponga de cara al nuevo proceso constituyente. 

-Que se empodere, que participe, porque para los que dicen algunos: “fuimos derrotados”.  Yo también tengo otras lecturas, pues el proceso democrático fue intervenido. Pero si uno va a ver los sentires en la población, en  la ciudadanía: el derecho a una vivienda digna , el derecho a una educación de calidad para las personas, la salud, esos derechos siguen y esos deseos siguen vivos en las personas. Así que yo creo que no hemos sido derrotados, senador. Le quiero dar muchas gracias por haber estado aquí en nuestra Entrevista Ciudadana.

-Muchas gracias ustedes por la invitación y espero encontrarnos nuevamente. 

– Gracias, será hasta una próxima.

Por Bruno Sommer

Fundador El Ciudadano


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