“Prohibir y no legalizar ni regular”. Ese es el objetivo planteado por el senador Navarro para evitar que las máquinas populares de azar, que no son de destreza, sean investigadas y retiradas de los casinos populares.
Para ello es que, junto a su Proyecto de Ley, que busca eliminarlas gradualmente, el parlamentario se reunió con el fiscal nacional Jorge Abbott y le propuso disponer de un fiscal especial.
Ambos concordaron en que se debe fortalecer el trabajo de investigar, dilucidar y perseguir los delitos asociados a estas máquinas y se revise el continuo funcionamiento de estos juegos en casinos populares, por lo pronto, en las regiones de Biobío, del Libertador Bernardo O’Higgins, Valparaíso y Antofagasta.
Tal como se lo señaló Navarro al fiscal Abbott, “a nosotros lo que nos preocupa es terminar con estas máquinas y no legalizarlas o regularizarlas. Hay demasiados antecedentes que demuestran que efectivamente aquí lo que hay son comisión de delitos. Y en ese sentido estamos resguardando a los más pobres, a los más humildes”.
Máquinas hechas para sacarle dinero a los jugadores
Además de la ilegalidad de las máquinas populares de azar y de las prácticas mafiosas que se asocian a ellas, existen problemas que las hacen uno de los juegos de azar potencialmente más dañinos. Aunque buena parte del problema de los juegos de azar está enfocada en el jugador, también hay factores relevantes que se atribuyen a los juegos en sí mismos.
Las máquinas tragamonedas son enormes generadores de ingresos, y muchos de sus programas están diseñados para mantener a los jugadores en su silla con la finalidad de maximizar las ganancias para el dueño de la sala de juegos. Sin embargo, algunos de los programas de las máquinas pueden llevar a la gente a creer que tienen una mejor oportunidad de ganar de la en realidad tienen.
Los jugadores tienen que estar conscientes de que estos programas en las máquinas tragamonedas están diseñados que para hacer el juego emocionante y también para hacerlo confuso o causar pérdidas al jugador.
Los sectores de juego donde están desplegadas las máquinas de juego, son populares y están densamente poblados, por lo atraen grandes números de jugadores. Con las técnicas para hacerles perder dinero y los problemas de adicción al juego que generan, las máquinas populares de azar se han convertido en un importante factor de empobrecimiento de las comunidades.
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