El 26 de noviembre de 2002, Gustavo Cerati lanzó Siempre es Hoy, un disco que capturó el espíritu de cambio, caos y reinvención que marcó su vida en aquellos años. Desde largas zapadas en los Estudios del Cielito hasta la influencia de su separación de la chilena Cecilia Amenábar, el álbum consolidó su posición como uno de los músicos más relevantes del rock en español.
Un álbum nacido de zapadas psicodélicas
En una entrevista con Rolling Stone, Cerati describió cómo el proceso creativo de Siempre es Hoy comenzó con sesiones de improvisación que él denominó “zapadas psicodélicas”. Este término, que en Argentina se refiere a improvisaciones musicales espontáneas entre músicos, marcó el tono del álbum. A diferencia de Bocanada, más introspectivo y detallado, Siempre es Hoy fue concebido con la frescura de la energía colectiva. Cerati y su banda grabaron todo lo que surgía durante estas jornadas, dejando fluir la creatividad sin restricciones.
Confesiones y rupturas en la música
El contexto personal de Cerati también impactó profundamente el álbum. Durante su creación, el músico atravesó su separación de Cecilia Amenábar, con quien compartía dos hijos. “La decisión de decir ‘pasamos a otro estado de vida’ llegó en esa época. Antes de eso, yo tenía cierta comodidad”, confesó Cerati.
Aunque dolorosa, la separación lo energizó. “En un punto, la separación me energizó, porque en donde aflojo, caigo”, dijo. Esa energía se canalizó en un disco que él mismo consideró “bastante confesional”. Canciones como “Cosas imposibles” y “Karaoke” capturan esta mezcla de emociones personales y exploración musical.
Impacto en Chile y la recepción del disco
En Chile, donde Cerati dejó una huella imborrable tanto por su música como por su relación con Amenábar, Siempre es Hoy fue recibido con entusiasmo. Su relación con el país, sumada al éxito de Soda Stereo, aseguraron que este álbum resonara entre los fans chilenos. Canciones como “Artefacto” y “Vivo” se convirtieron en favoritas en los conciertos.
Colaboraciones memorables y anécdotas únicas
Uno de los aspectos más destacados de Siempre es Hoy fueron las colaboraciones que incluyó. Charly García aportó su magia en “Sudestada”, mientras que el legendario percusionista Domingo Cura tocó en “Sulky”. Cerati recordó con humor cómo, tras inspirarse en la supuesta edad de Cura (85 años) para escribir la letra, el músico lo corrigió: “Che, haceme un favor, no digas más que tengo 85 años porque me estás mandando a la tumba. Tengo 72”.
Reacciones críticas y legado del disco
En su momento, Siempre es Hoy recibió críticas mixtas. Algunos lo calificaron como un álbum “inconsistente” por su diversidad sonora, mientras que otros lo celebraron como una obra rica en texturas y emociones. Con el tiempo, el disco ha sido revalorizado como un testimonio de la versatilidad artística de Cerati y de su capacidad para reinventarse.
Más allá de la música: un contexto cultural único
Lanzado en un año marcado por la incertidumbre global tras los ataques a las Torres Gemelas y la crisis argentina, Siempre es Hoy reflejó tanto el caos personal como el contexto social que vivía Cerati. En medio de cambios profundos, este álbum se convirtió en un refugio creativo, consolidando su lugar como uno de los grandes innovadores del rock latinoamericano.
Un hito que perdura
A 22 años de su lanzamiento, Siempre es Hoy sigue siendo un testimonio del genio y la versatilidad de Gustavo Cerati. Un álbum que combinó espontaneidad, introspección y colaboraciones únicas, gestado en medio de cambios personales y sociales que marcaron su vida. Como expresó el propio Cerati: “Intenté salir del yo, pero esto me resulta más contundente. Suena mejor”.
Chile, un país donde su música nunca pasa desapercibida, continúa recordando este disco como una de las joyas más importantes de su carrera solista. Siempre es Hoy no solo marcó un hito en su trayectoria, sino que reafirmó su capacidad de transformar los desafíos en arte.