César Mallea, de 46 años, fue detenido en la 56 Comisaría de Peñaflor el 25 de octubre de 2019 por infringir el toque de queda. Horas más tarde y en extrañas circunstancias apareció muerto en el calabozo donde estaba recluido. Según la declaración oficial de Carabineros se trató de un suicidio, aunque la familia lo niega e insiste en la tesis del asesinato.
César era mecánico automotriz de la comuna de Peñaflor, lugar donde vivía junto a sus padres desde abril del año 2019, cuando se había separado de su mujer. Al finalizar su jornada de trabajo, acostumbrada visitar a su hija mayor Catalina o a sus hermanas Silvana y Marusella; César era muy sociable, y alegre, siempre estaba rodeado de amigos; los Mallea han sido siempre una familia muy unida.
Hasta el 18 de octubre, donde la indignación nacional se volcó a las calles, en una lucha a muerte contra un régimen inquisidor, que no dudo ni un minuto en recrear por medio de la violencia y el horror, los años más oscuros de la vida de los chilenos/as. Para esas semanas de agitación popular se originaron dos hechos relacionados en su final: En la comuna de Molina, Germán Ulises Aburto Aburto, fue detenido el 26 de octubre en su hogar, cuando una veintena de efectivos policiales lo detuvieron violentamente; horas más tarde de ingresar al calabozo fue encontrado “suicidado”. Según la versión oficial de Carabineros, German Aburto deshilachó una frazada y la colgó a un conducto de aire desde donde se quitó la vida, y al igual que en el caso de Cesar Mallea, los efectivos argumentaron que las cámaras se encontraban con desperfectos técnicos.
La familia de Cesar Mallea, acusa estar siendo víctima de hostigamientos y amenazas contra su integridad, aun a pesar de ser una familia bajo protección y reparación del Estado, debido a que el padre de César fue también víctima de torturas en la Dictadura de Pinochet, y por lo cual son parte del programa de reparación PRAIS (programa del Ministerio de Salud que responde la obligación del Estado con las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, ocurridas entre septiembre de 1973 y marzo de 1990).
Actualmente la familia Mallea integra la Agrupación de Familiares de Asesinados en el Estallido (Afae) “Sin justicia no habrá paz”.
Entrevista a Silvana y Marusella Mallea
-¿En qué contexto ocurrió la detención de su hermano?
Marusella Mallea (M) :
-Mi hermano había estado con mi sobrina mayor, la había ido a ver, y estuvieron hasta alrededor de las 23:30 de la noche, juntos en una plaza, a esa hora se reunieron y el prometió ir al otro día a verla porque normalmente lo hacían. En ese momento, a él lo detuvieron por transgredir el toque de queda. Supuestamente dicen que él iba con alcohol en el cuerpo y ellos lo detuvieron y lo trasladaron, aunque todo esto es un supuesto… porque aún nada está esclarecido completamente, desde la Comisaría también supuestamente lo trasladaron a la Emergencia que queda con suerte a cinco minutos a constatar lesiones. Saliendo de ahí se demoraron media hora y lo llevaron a la Comisaría de vuelta, y desde ahí, por lo que ellos narran (Carabineros) ingresaron a mi hermano al calabozo, y horas más tarde aparece misteriosamente ahorcado. Ellos dicen que las cámaras fallaron, que el policía que tenía que hacer la vigilancia esa noche, no estaba en ese momento; dicen que supuestamente fue al baño y se demoró una hora en ir al baño y que fue justo la hora que dicen ellos que mi hermano se suicidó.
A nosotros por ningún lado nos cuadra esta versión. Mi hermano había estado dos días antes aquí en mi casa, habíamos conversado, él estaba bien, no noté ninguna mínima muestra de depresión, se rio, dijo mucho chistes, y quedó de venir el sábado a buscarme para comprar algunas cosas, y “pa` que nos tomemos un helado” me dijo, y resultó ser que el día sábado yo me tuve que trasladar al Instituto Médico Legal de Melipilla a retirarlo en un ataúd, junto a mi hermana y mi familia.
–¿Había tenido algún problema con la policía anteriormente?
-César había tenido varias situaciones que fueron transitorias, como que él de repente fumaba marihuana y lo pillaban en la calle y lo detenían, le pasaban partes y él los pagaba, y hasta ahí había llegado.
-¿Ustedes consideran una detención arbitraria lo que ocurrió con su hermano?
-Mi hermano se suponía que iba transitando desde la casa de su hija hasta la casa de mis padres -donde vivía- y fue interceptado por Carabineros, donde, insisto, “supuestamente” lo llevaron por infringir el toque de queda. Según las leyes nacionales, dice el artículo 497 del Código Penal, que el hecho de infringir un toque de queda solo amerita una amonestación que es de 1 UTM, que es una unidad tributaria mensual, que son alrededor de 46 mil pesos chilenos; eso era lo que ameritaba que hicieran con él, no ameritaba que lo llevaran detenido. Él no estaba haciendo escándalo ni estaba entorpeciendo el libre tránsito de ningún vehículo o peatón por lo cual tampoco tiene sentido.
–¿Ustedes tuvieron algún contacto antes o durante su detención?
-Como esto era algo tan transitorio, mi hermano habló con mi hijo hasta las tres de la madrugada, de cosas que iban hacer durante la semana; le dijo que estaba detenido por toque de queda, que al otro día él iba a llegar, que no le avisara a mis papás, para no preocuparlos. Entonces esta situación nos parece absolutamente contraria a lo que él tenía planificado, de hecho el día lunes, después de haberlo enterrado, me llamó mucha gente a mi casa preguntándome por qué no salía nadie de la casa de mis padres, que necesitaban ubicarlo a él, y recién se vinieron a enterar que a mi hermano lo habíamos enterrado el día domingo. Entonces, si tu empiezas atar cabos, eso no concuerda con el relato que hace carabineros de la 56 Comisaría de Peñaflor, donde dice que él se suicida. ¿A razón de qué se quitaría la vida?
–¿En qué condiciones fue encontrado el cuerpo de tu hermano?
-La Brigada de Homicidios habla de una cantidad de costillas fracturadas de ambos lados, de la segunda a la quinta; era visible su fractura de nariz; tenía las manos fracturadas; entonces no concuerda con un posible suicidio, ¿cómo te vas a suicidar teniendo las manos y las costillas fracturadas si son la base de tu cuerpo? No tiene coherencia…
-Los únicos videos donde César Mallea se observa en el calabozo e ingresando en él, fueron entregados parcialmente a la familia, debido a la excusa que dio Carabineros de encontrarse con “fallas técnicas”. ¿Qué ocurrió cuando fuiste a la Comisaría 56 de Peñaflor?
-Cuando yo me entrevisté por primera vez con el oficial que supuestamente estaba a cargo, dice que mi hermano llega de buen humor, echando chistes y que a ellos les extrañaba mucho la situación; luego ellos nos indicaron las cámaras de seguridad; cuando nosotros ingresamos a ver las cámaras de seguridad, doy el primer paso entrando a los oficinas de las cámaras y el policía de guardia dice que las cámaras habían sufrido un desperfecto y que por tanto no podíamos ver la grabación.
Había otra persona ahí, de espalda a nosotros -que no pude identificar- y dice que él tiene guardada las grabaciones (para archivo), y que existe la posibilidad de que veamos algunos segmentos. En resumen, me muestran el primer archivo donde mi hermano aparece con una polera blanca manga corta, un jeans y zapatillas; él hace ingreso al calabozo, estira una frazada en el suelo, se sienta en ella, flecta sus rodillas y se quita las zapatillas, dejándolas ordenadas a su lado; luego de ello se cubre con una segunda frazada; eso fue lo que vimos al ingreso de mi hermano.
Luego de eso me muestran un segundo archivo: una figura en un lugar oscuro, en la primera figura mi hermano se ve claramente, estaba iluminado, y luego me muestran cómo en un rincón oscuro del calabazo un cuerpo colgado, del cual no puedo tener certeza de que sea el cuerpo de mi hermano porque no pude identificar su rostro; estaba tan oscuro que se veía solo silueta.
–¿Hubo algún testigo de la detención, tuvo algún compañero de calabozo?
Anteriormente yo le había preguntado al oficial si acaso había alguien o no acompañándolo en el calabozo, lo que me responde el oficial es que no había nadie en el calabozo y que mi hermano estaba absolutamente solo.
Cuando me muestran estas grabaciones yo me doy cuenta que hay un bulto detrás de él, en el cemento, y le digo al oficial: – ¿ y eso que hay ahí detrás que es?-; me dice: “Es otra persona que está». Entonces le dije yo -pongámonos de acuerdo, ¿había o no había una persona con mi hermano en el calabozo? Él contesta: “es que me equivoqué, sí había alguien”; ya, le dije yo, -¿y ese alguien que estaba ahí no vio ni sintió nada?-, y el oficial me contestó muy categóricamente: “No, él no vio ni sintió nada”. -Estaban a 30 centímetros- le dije yo.
-¿Notaste alguna otra cosa extraña cuando fuiste a la Comisaría?
-Mira, en primera instancia cuando nosotros llegamos a la comisaría, lo que me causó extrañeza es que estaba el auto de mi hermano afuera, estaba abierto, con los vidrios abajo, eso fue primero lo que nos llamó la atención, porque cuando se llevan a alguien detenido, en primera instancia se preocupa de que su vehículo estuviera asegurado, o les quitan las llaves en el momento y ellos mismos le aseguran el vehículo, en el caso de mi hermano eso no ocurrió.
LA AUTOPSIA
Al momento de la autopsia, la familia de César Mallea, representada por su hermana Silvana Mallea, exige la presencia de organismos de DDHH humanos para estar presentes en el momento de la autopsia, pero según denuncian, el Servicio Médico Legal de Melipilla no les permitió el ingreso. “La excusa fue que ellos podían manipular el cuerpo, cosa que no es así, porque ellos son ‘observadores'», indicó Silvana.
Silvana Mallea (S):
-Nosotras queremos informar, que cuando a mi hermano le hicieron la autopsia, el médico tanatólogo en el certificado de defunción puso “asfixia por ahorcamiento”, Mi hermano estaba con todas las costillas fracturadas desde la segunda a la quinta por ambos lados, tenía la nariz fracturada, también sus manos estaban todas moradas y sus uñas eran aún más moradas, casi negras; sus pies, su manos, cara y cuello, estaban con diversos hematomas visibles. Y el tanatólogo no lo informó. Yo lo digo, porque yo lo vi, porque fui la única de la familia a la que permitieron que entrara a reconocer el cuerpo de mi hermano, vestido dentro del ataúd.
-No nos dieron ninguna otra opción, no nos dieron el derecho a poder vestir a mi hermano, no me dejaron poder ingresar con el teléfono para poder tomar imágenes y tenerlas como medios de prueba, tampoco me permitieron estar mucho tiempo ahí, me dijeron que yo no lo podía tocar, a lo cual no hice caso y obviamente lo toqué, mi hermano estaba lleno de hematomas.
-¿Estos antecedentes están en la Justicia?
M: -Yo me enteré de las ruptura de las costillas porque la Fiscal me hizo mención de ello, que iba pedir explicaciones al tanatólogo, porque no había informado. Ella nos dijo que se había enterado por el estudio que había hecho la Brigada de Homicidios, y el tanatólogo omitió muchos datos que se contraponía con el estudio de la Brigada de Investigaciones. Aún no tenemos respuesta. Aquí, claramente se debería haber aplicado el “Protocolo de Minnesota”, porque mi hermano perdió la vida siendo asesinado claramente por una institución del Estado, por lo cual ellos son responsables absolutamente de lo que ocurrió con él.
-¿Qué representa para ustedes, como familia, el Estado chileno?
-Para nosotros es un Estado asesino, una extensión de la dictadura de Pinochet, y más aún porque ahora han dejado a cuanta gente sin vista, violadas, golpeadas en público, porque ya es con alevosía, ya no respetan nada; esto se ha convertido en un caos para el pueblo, en hambruna, humillaciones, matanzas, Piñera ha sido el mayor genocida a vista y paciencia mundial. Un Estado violador de los DDHH, ellos han dado manga ancha a Carabineros y a militares para que hagan y deshagan con el pueblo chileno.
Aquí uno no tiene derecho a manifestarse, no tiene derecho a decir nada que vaya en contra de lo que el Gobierno quiere porque si tú lo haces corres el riesgo hasta de perder tu vida.
-¿Esperan algo de la justicia chilena?
S: -Debemos estar súper conscientes que han pasado 47 años desde que Pinochet mató y desapareció gente, y todavía no se ha hecho justicia; no podemos volver a esperar tantos años para ver si vamos a lograr justicia, esto tiene que resolverse ahora, esto no puede seguir pasando, porque en la conmemoración del domingo 18 de octubre de 2020, también mataron a otro joven (Aníbal Villarroel de 26 años, Población La Victoria); esto pasa aquí en Chile todavía, no son casos aislados, esperamos que la Justicia haga honor a su nombre. De otra forma iremos a la justicia internacional, de hecho yo puse en conocimiento al Tribunal Penal Internacional y a otras entidades, porque nosotras estamos seguras y convencidas de que mi hermano no se suicidó.
Nosotros queremos informarles que si a nosotros nos llega a pasar algo, o a cualquier integrante de la familia, no nos queremos matar, de ninguna forma, ni teniendo un accidente, ni pegándonos un balazo, o tirándonos de un puente, no, no nosotros queremos vivir, hasta lograr justicia para poder tener paz; por favor que la gente lo sepa, que no tenemos ningunas ganas de morirnos y que tampoco la tenía mi hermano.
Por Daisy Alcaino