El general en retiro Juan Miguel Fuente-Alba está cuestionado por 30 viajes hacia la Región de Coquimbo en aviones institucionales, los que realizó mientras ocupaba el cargo de Comandante en Jefe del Ejército y que implicaron un gasto de alrededor de 20 millones de pesos. Estos vuelos no tienen justificación alguna y 4 de ellos, los hizo con familiares directos.
Según se indica en un reportaje publicado en Radio Bío Bío, uno de los viajes que el general (r) realizó hacia La Serena en febrero del año 2013, fue justificado por el Ejército como una visita para inspeccionar las unidades de la II División Motorizada que había en esa ciudad. Lo que resulta extraño es que en aquella ocasión, lo acompañaron su esposa, Ana María Pinochet, su hijo Fernando, quien tenía el cargo de Coronel, y la esposa de éste último.
Además, 14 de los 30 vuelos fueron en el Avión Cessna C-680 Sovereign, cuya compra -que involucró 9,3 millones de dólares en el año 2012 y que fue solicitada por Fuente-Alba- está siendo investigada por el fiscal de Santiago Centro, José Morales, por un eventual fraude al Fisco.
A dicha acusación se suma la querella presentada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) por el delito de fraude al Fisco en contra de todos los que resulten responsables en aquella operación. El CDE acusa que esta compra produjo una pérdida patrimonial para el Estado de alrededor un millón de dólares.
Además, en los 30 traslados hacia la Región de Coquimbo, el ex Comandante en Jefe hizo uso de vehículos fiscales que se trasladaron desde Lo Curro (donde se ubicaba la casa fiscal del militar) hacia distintas localidades de esta región, como La Serena, Coquimbo, Tongoy y el balneario de Puerto Velero. En esta última localidad, Fuente-Alba cuenta con una propiedad desde el año 2002. Cabe destacar que en la mayoría de estos traslados, el Ejército no puedo identificar a quienes ocuparon los autos.
Todos los antecedentes de estos traslados irregulares en vehículos fiscales y aeronaves son parte de la investigación especial de la Contraloría General de la República en contra de Fuente-Alba.
El Ciudadano