Con un profundo análisis en torno a lo que ha ocurrido tanto a nivel social, y también en salud mental en la población mundial por la pandemia, se inició el ciclo de Conversaciones “Pandemia: certezas e incertidumbres”, actividad que se extenderá durante 4 sesiones en las que participarán destacados invitados nacionales e internacionales, convocados por la U. de Chile y la embajada de Francia, a partir de la Iniciativa Franco-Chilena de Altos Estudios.
En la primera sesión estuvieron el destacado sociólogo francés, y académico de la Universidad de Strasbourg, David Le Breton, junto a Andrea Slachevsky, académica de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.
El académico francés Le Breton se enfocó en la temática “Edades y salud mental en pandemia”, abordando los cambios y restricciones que han tenido que aplicar los países y que buscan controlar el avance del Coronavirus: “Estas medidas preventivas son medidas mundiales en el sentido que no se dirigen particularmente a una población en lugar de otra, sino que es la humanidad la que se ve afectada y la que se esfuerza por resistir a un poder destructivo y anónimo”, aseguró.
Además, planteó que las mismas restricciones, como el uso – necesario – de mascarillas o de distanciamiento ha repercutido en cómo nos vinculamos con otras personas. Ante esto dijo que “ya no sabemos qué hacer con nuestras relaciones con los demás. El vínculo social entra en una zona turbulenta. Una interminable fase entre dos, intermedia, para la que no hay instrucciones. Un periodo que hay que domar para crear nuevos rituales de vida cotidiana o de interacción con los demás. Los antiguos códigos que teníamos ya no funcionan y aún no sabemos los nuevos que vendrán. La economía ha sido arrasada y no volverá a su antiguo nivel en mucho tiempo”.
“En general los mundos contemporáneos avanzan decididamente a ciegas hacia un futuro que escapa a toda previsión, pero del que ya medimos los peligros en términos de retroceso de las tecnologías sobre la calidad de vida, y la desregulación del clima, la contaminación, etc. La mitad del planeta ha experimentado el confinamiento”, apuntó el investigador.
En su intervención, David Le Breton, aseguró también que “la crisis sanitaria nos recuerda la estrecha interdependencia de nuestras sociedades”, y, añadió que una situación difícil como la que hemos vivido en los últimos meses “nos llama hacia la lucidez sobre el mundo que viene. Nos da una lección imparable, es un calvario trágico, una prueba trágica que requiere soluciones para un mundo que sea más solidario y más feliz”.
El académico dijo además que después de años de indiferencia ante las demandas sociales de los más desfavorecidos, “muchos gobiernos que tenían la etiqueta de ser de derecha se han visto abocados a desarrollar una política de apoyo a los más frágiles, aunque quede mucho por hacer” y aseguró que “esta pandemia nos recuerda la necesidad antropológica de compartir, de reducir las desigualdades sociales, y que de las políticas de protección del planeta, somos interdependientes para bien o para mal”.
Tras la exposición del sociólogo David Le Breton, fue el turno de Andrea Slachevsky, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Bajo el título “Demencias: cuando el cerebro no ayuda a vivir la pandemia”. En ella, la investigadora profundizó sobre las consecuencias que ha dejado la emergencia sanitaria en la salud mental de las personas y la relevancia que tiene hablar sobre estos temas, dónde uno de los principales riesgos de las demencias “es el envejecimiento. Si bien, no es el único, es uno de los principales factores de riesgo”.
La especialista aseguró que, según las proyecciones, en 2050 en Chile tendremos cerca de 550 a 600 mil personas padeciendo algún tipo de demencia, lo cual “no solamente afecta a una persona que va a tener estas dificultades, generalmente con otras patologías médicas que va a causar discapacidad, sino que va a afectar a todo un entorno, y al cuidador. Se habla de vivir la enfermedad en conjunto, en relación al otro”, afirmó.
Slachevsky también profundizó en la importancia de tener un diagnóstico a tiempo: “Las demencias son probablemente de las enfermedades con mayor tasa de subdiagnóstico y el diagnóstico muchas veces se hace tardío porque se dice que ‘es normal para la vejez’ de que la persona requiera de otro para, por ejemplo, tomar cita médica o gestionar sus cuentas y solamente pueda manejar pequeños dineros”, aseguró la especialista.
En esa línea, enfatizó en que esto “muestra una imagen terrible de la vejez, como una imagen de pérdida de la función, que no siempre es así”.
El ciclo continúa el próximo jueves 24 de junio, donde se abordará “La vida cotidiana en pandemia” con la participación de la académica Anne Lambert del Institut National d’Études Démographiques, y de los académicos de la U. de Chile, Roberto Aceituno, (FACSO) y Fabián Duarte (FEN).
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