Un llamado a la empresa Camanchaca a la responsabilidad social hizo la concejala de Tomé, Francisca Zúñiga, en el marco de un Concejo Municipal extraordinario realizado a fines de noviembre, oportunidad en la cual se analizó la situación producida luego de la demolición de una parte de la fachada de la que fuera la fábrica de paños FIAP.
“Si la empresa Camanchaca tuviera interés por el patrimonio textil de Tomé, no hubiera esperado la falla estructural para demoler varios metros de la fachada de FIAP”, dijo Francisca Zúñiga, que además es presidenta de la Comisión de Cultura del Concejo Municipal.
En la reunión del Concejo participaron representantes de la Pesquera Camanchaca, actual propietaria del recinto FIAP, quienes justificaron la demolición y presentaron una maqueta 3D sobre los futuros planes de mantención.
La visión de la concejala Zúñiga coincide con la manifestada por Arquitectxs Autoconvocadxs del Biobío, organización que en los últimos días publicó una extensa declaración manifestando que mutilar el patrimonio no es el camino, pues en caso de fracturas estructurales lo indicado es reparar en vez de demoler.
El Consejo por el Patrimonio de Tomé también ha manifestado su desacuerdo con la demolición de un sector del edificio, organizando una serie de acciones, entre ellas el envío de cartas a la gerencia de Camanchaca y al alcalde de Tomé y Concejo Municipal. Ambas todavía sin respuesta.
Además, el Consejo por el Patrimonio ha continuado convocando a asambleas patrimoniales, velatón y jornada de pintura de lienzos, actividades que han contado con alta participación de jóvenes
Sobre la llamada responsabilidad social que las empresas deben tener con las comunidades donde trabajan, la concejala Zúñiga dijo que la responsabilidad de Camanchaca debe ir mucho más allá de entregar cajas de jurel o salmón a la Municipalidad de Tomé.
“Debieran entender la responsabilidad social como un espacio de vinculación directa con la comunidad, sumando desde el principio a las organizaciones, y no al final, cuando todo ya está definido”, expresó la edil.
La demolición de una parte de la ex Fábrica Ítalo Americana de Paños también ha sido tema en el gobierno regional del Biobío. El Consejero Regional, Javier Sandoval, fue el primero en realizar una visita en terreno, constatando no sólo la destrucción patrimonial, sino la falta de consulta a la ciudadanía. Posteriormente el Consejo Regional envió un oficio al alcalde, Eduardo Aguilera, solicitando información sobre el caso.
En opinión de la concejala Zúñiga, la destrucción del edificio histórico de FIAP, tiene mucha relación sobre cómo se planifica una comuna: “La comuna tiene que planificarse de cara a la ciudadanía. No puede ser que la Secretaría de Planificación de la Municipalidad de Tomé, esté planificando entre cuatro paredes, porque la ciudad la habitamos todas y todos”, puntualizó la concejala.
Finalmente, Zúñiga planteó la necesidad de ampliar la mirada patrimonial sobre FIAP: “Actualmente su edificio tiene valor histórico, arquitectónico. Y también es muy importante el patrimonio intangible, todo el legado de la cultura fiapina que caracteriza a Tomé”.
Vía Agencia Medio a Medio