Desde el miércoles de la semana pasada, Richard Bobadilla mantiene su huelga de hambre en el exterior del Ministerio del Trabajo y Previsión Social (Mintrab), ubicado en calle Huérfanos Nº 1273. Por 91 días solo ha bebido agua y a pesar de sentirse «agotado emocionalmente», sigue firme en su lucha por ser reincorporado a su trabajo en la mina Radomiro Tomic de Codelco, luego de ser aislado de sus funciones en 2012.
En una resolución firmada el 21 de julio por el intendente metropolitano, Claudio Orrego, se notifica a Richard Bobadilla que tiene que hacer abandono del lugar, a pesar de que el trabajador de Codelco se mantiene afuera de la recinto. Orrego justifica su decisión aduciendo que desea impedir que la entrada y salida de personas del edificio se vea obstaculizada.
La noche del martes 15 de julio, personal de Carabineros se presentó en el lugar y entregó una notificación firmada por el suboficial Patricio Álex Marín Sandoval, de la Primera Comisaría.
Sin embargo, la noticia descompensó a Richard, quien se encontraba en su evaluación médica diaria, y no suscribió el documento emitido por Carabineros.
«(La notificación) dice que se está impidiendo el libre tránsito del Ministerio y eso no es así, porque el Ministerio tiene su puerta principal expedita, yo estoy a un costado», se defiende el trabajador en huelga de hambre.
«El Ministerio lo mínimo que me debería dar, en vez de enviar un desalojo, es acogerme y prestarme techo, luz, calefacción y seguridad personal», agrega Bobadilla.
«No me voy a mover voluntariamente»
Richard relata que hace una semana, junto a un grupo de apoyo sindical, decidió trasladarse a la entrada del Mintrab. Anteriormente, estaba acampando afuera de la Federación de Trabajadores del Cobre, ubicada a un costado del Parque Bustamente.
En diálogo con El Ciudadano, cuenta que cambió de lugar «porque allá estaba un poco solo, ya se sabía que la Federación (de Trabajadores del Cobre) no me iba a entregar ningún apoyo, por lo tanto, era poco visible el hecho de estar allá y decidí cambiarme acá».
A pesar del inminente desalojo, el ex operador de camiones de extracción insiste en mantener su protesta pacífica en la céntrica calle capitalina. «No me voy a mover, por lo menos voluntariamente no, porque el informe del Colegio Médico dice al Estado que tiene que otorgarme las condiciones mínimas por lo menos para poder llevar esta huelga de la forma más digna posible», sostiene.
A comienzos de julio, el Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico examinó al trabajador de Codelco y realizó un llamado de atención al Estado para que la huelga se desarrolle «en condiciones de seguridad y resguardos médicos mínimos».
«Yo solicito reintegrarme al trabajo que realizaba con normalidad, mi postura se mantiene intacta. No quiero morir, quiero que se solucione antes», expresa Richard al concluir la conversación con este medio.
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