Starbucks es una de las cadenas de cafetería más valiosas del mundo. Según la consultora Brand Finance, la multinacional norteamericana está avaluada en 45 mil millones de dólares, pero sus cuantiosas ganancias no se reflejan en el bienestar de sus trabajadores: denuncian prácticas antisindicales y acoso laboral en una de las sucursales de Santiago.
“No somos una bolsa de café que puedan mover de un lado a otro. No estamos dispuestos a tolerar estas acciones en contra de los trabajadores por el hecho de denunciar conductas graves dentro de la empresa», acusa Camilo Trejo, delegado del sindicato de Starbucks, en analogía a la triste situación que viven las y los trabajadores de la sucursal de la cafetería situada la calle Callao (Las Condes), puesto que denunciaron al sindicato que sufrían “hostigamiento” laboral y ahora los quieren reubicar en otros puntos de venta de la empresa. Esta acción la consideran un “castigo” un “amedrentamiento”, ya que así Starbucks buscaría diluir la organización de los trabajadores para defender sus derechos.
Constanza Pino, quien trabaja hace 4 años en la compañía, denunció al sindicato que la gerencia ha solicitado fotos de su ubicación por Whatsapp como una forma de verificar cuánto demora desde su casa al trabajo, según afirma en el video de abajo. Ella acudió al sindicato para estampar la denuncia y como respuesta recibió el anuncio de que sería trasladada.
Por su parte, Camila Aros, quien trabaja hace 5 años en la cafetería, denunció acoso laboral y recibiría el mismo “castigo”, según relata junto a otros trabajadores en el siguiente video:
Si bien la compañía realizó una investigación interna, las trabajadoras indican que las medidas resultantes fueron insuficientes y que además existen “represalias”.
En la cuenta de Instagram del Sindicato de Starbucks indicaron que solicitaron los testimonios de los y las afectadas para pedir explicaciones a los directivos de la firma: “Como sindicato fuimos a la tienda Callao para hablar con los trabajadores ya que se hizo el cierre de la investigación por el hostigamiento laboral que sufrían en su lugar de trabajo dejando fuera a dos de ellos, quienes se veían directamente afectados”.
Añadieron que “estamos evaluando las acciones a seguir, pero queremos dejar claro que no vamos a dejar que hagan lo que quieran con nosotros. No somos una bolsa de café o una manga de vasos las cuales pueden mover a su antojo”.
Cabe señalar que Starbucks ha sido condenada en Chile, al menos cinco veces, por prácticas antisindicales como despidos injustificados, por ejemplo. Asimismo, ha sido la compañía más multada por este tipo de conducta durante 2011, 2012 y 2014.
Starbucks condenada a lecciones de libertad sindical
Otro caso muy bullado entre los trabajadores y Starbucks ocurrió entre 2018 y 2019. Cuando comenzó la renovación de los directorios de los sindicatos, la empresa despidió a dos trabajadores que postulaban a las asociaciones gremiales.
Con las pruebas en mano, los dirigentes fueron a la Dirección el Trabajo para denunciar la situación y para que la repartición pública fiscalizara a la multinacional. Sin embargo, Starbucks no reincorporó a los trabajadores, puesto que “dijeron que lo que estaba haciendo el sindicato era blindar a estas personas, que eran malos trabajadores”, explicó en aquella oportunidad a DF, la abogada vinculada a la causa, Wendoling Silva.
Para salirse con la suya, Starbucks presentó una demanda ante un tribunal de Santiago en la que sostenía que los trabajadores despedidos abusaron de su fuero sindical.
A su vez, la Dirección del Trabajo finalizó la investigación y resolvió demandar a la empresa por separación ilegal de los trabajadores.
Así, ambos recursos judiciales siguieron su curso ante la justicia.
No obstante, en julio de 2019, los tribunales rechazaron la demanda de la multinacional por abuso de fuero sindical y acogió el recurso de la Dirección del Trabajo por despido antisindical. El resultado: Starbucks fue condenado a pagar 200 UTM y 2 millones de pesos por las costas del juicio. Asimismo, la justicia ordenó que las personas que integraban la gerencia debían capacitarse sobre derechos laborales y libertad sindical.
Al parecer, las lecciones no fueron aprendidas por las y los ejecutivos de la multinacional norteamericana.