No es difícil encontrarse con variados artículos periodísticos, que describen las irregularidades en las que, el actual Director de Salud Municipal DESAM de Valdivia Marcelo Belmar Berenguer, se ha visto involucrado en los últimos años. Antecedentes que, inexplicablemente, no fueran considerados por la alcaldesa de la comuna Carla Amtmann, a la hora de seleccionarlo en la terna que le otorgara un cargo de tal relevancia y que hoy, se suman a una serie de denuncias por tutela laboral, interpuestas por funcionarios que trabajan en el DESAM, y que describen momentos de profundo dolor, angustia, crisis y que actualmente, los tienen con enfermedades de salud mental, producto de su maltrato y acoso.
“¿Qué pensarías tú si te dijera que una vez llegué a olvidar como se llamaba mi hija?”, respira profundo y parte el relato de uno de los tres profesionales que presentó una tutela por acoso y maltrato laboral en contra de Belmar, en diciembre del 2022 y que está en pleno desarrollo. Ingeniero civil mecánico y jefe de la Unidad de Recursos Físicos del DESAM, Fernando Badilla describe estos meses “como un camino de soledad para mí y mis tres compañeros acosados y para el maltratador, una ruta de gran impunidad, porque todo lo ha hecho con conocimiento de causa, ofreciendo asignaciones a sus aliados y maltrato a sus víctimas. Al mes de haber llegado, en mayo, él no solo me acosó directamente a mí, sino que destruyó mi Unidad, quebró confianzas, minó lentamente gran parte de lo avanzado desde mi llegada hace 6 años, y generó un daño que tomará mucho tiempo en reparar y que no sé, si podré superar”.
Pero las cosas van más allá, expresa Fernando, “todo comienza en mayo, con la eliminación de reuniones y reclamos infundados, con actitudes hostiles y amedrentamientos permanentes, que fueron aumentando cada día más. Se activaron todos los protocolos del Departamento de Salud y la Municipalidad, incluso fui atendido en la ACHS, quien declaró mi situación como enfermedad profesional por hostilidad de jefatura. Estuve 3 meses con licencia, lo que mermó mi liderazgo como jefatura, mi desarrollo profesional y potenció aún más un menoscabo personal y emocional sin precedentes. Belmar, instauró la incertidumbre y el miedo entre mis compañeros del DESAM, inhabilitándome en mis tareas, hostigándome, incorporando a personas a mi unidad sin mi conocimiento, eliminándome de reuniones, proyectos y decisiones estratégicas, llegando al punto de tener la necesidad de solo recurrir a una tutela laboral como protección. Pensé que con esto y sumado a la tutela presentada antes por mi colega Cinthia Soto, la alcaldesa por lo menos lo alejaría de sus funciones, pero no fue así”.
Violencia de Género
“Recuerdo como si fuera hoy el día en que Marcelo Belmar llegó al DESAM, día que fue el inicio de meses de profundo dolor y que daría cualquier cosa por borrar de mi vida”, comienza su relato la encargada de comunicaciones de Salud Municipal, periodista Cinthia Soto, quien decidió recurrir en agosto del año pasado a los tribunales e interponer una tutela laboral, debido a las actuaciones que calificó como abusivas y lesivas de su dignidad e integridad psíquica, como también constitutivas de violencia de género, recurso que fue admitido por el Juzgado de Letras del Trabajo de Valdivia.
La profesional que fue premiada por el Consejo Regional de Periodistas y, anteriormente por la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, por su destacada labor en el gremio y en la comunidad, se acogió al “Protocolo municipal que establece el procedimiento de denuncia y sanción para las conductas de maltrato, acoso laboral y sexual”, y cuyo resultado desde la municipalidad fue simplemente devastadora. “Cuando leí la respuesta sentí, que todo lo que era profesado en campaña por la actual administración, eran solo palabras, además del maltrato sufrido, el hecho de ser mujer, para Marcelo Belmar, fue algo que le hizo actuar aun con mayor impunidad. Además de recorrer un camino solitario, he visto con dolor que se suman más casos y que nada de eso hizo reaccionar a nuestra alcaldesa. Me siento vulnerada en todos los sentidos, porque lo que me sucedió es algo que no le deseo a nadie, mi salud mental, mi autoestima y mi familia se han afectado profundamente, sobre todo porque no recibí jamás un llamado, una palabra o contención desde una mujer que dijo que llegaría a ‘sanar la familia municipal’”, señala la profesional de las comunicaciones.
El 11 de julio a las 09 am, acompañada de mi gremio AFUSAM hicimos una mediación con Marcelo Belmar, a las 11.30 am había roto todos los compromisos adquiridos. El mismo día, y, en el marco del Día del Periodista, recibí un premio por mi trabajo y aporte en medio de la pandemia, y dos días más tarde, me llaman a declarar por la denuncia interna que había hecho en la Municipalidad. La directora jurídica Natalia Tapia, quien tomó mi testimonio, me derivó inmediatamente a la ACHS, ya que según ella misma indicó, con ese nivel de maltrato no podía seguir trabajando, desde día a la fecha me encuentro con licencia médica. Lo irrisorio, es que ella misma fue la fiscal de la investigación que sobreseyó a Belmar, señalando entre otras cosas que “la vista fiscal es clara en señalar que el inculpado Belmar Berenguer mantiene ‘formas de expresar y de comunicar órdenes e instrucciones, con cierta torpeza, falta de tacto, que puede resultar para algunos duro y áspero. En este sentido, para determinadas personas, su trato puede significar un trato inadecuado o, incluso, agresivo. Que dicho análisis se desprende, incluso, de las declaraciones de los testigos de descargo presentados por el funcionario Belmar Berenguer y que, aunque no pueden ser objeto de reproche disciplinario las formas de trato del señor Belmar, si resulta adecuado que ellas sean morigeradas, a efectos de mejorar su relación con los demás funcionarios y usuarios del Departamento de Salud Municipal, en razón de lo cual se instruirá lo que se indicará en la parte resolutiva de este decreto”. Extraño e irregular por decir lo menos”, enfatiza la profesional.
El abogado Cinthia Soto y Fernando Badilla, Jorge Ríos comentó que “las denuncias se realizan porque mis representados vivieron intensos episodios de maltrato laboral y psicológico en su lugar de trabajo el DESAM Valdivia a manos de la nueva jefatura, episodios que consistieron en gritos y malos términos verbales, ironías y menoscabos con ambos, también vivieron de la separación de los grupos profesionales donde formaban parte siendo vetados para algunas reuniones o quitándoles atribuciones frente a los demás miembros de sus equipos, también fueron ignorados en algunas funciones que por el cargo que ostentaban les correspondía realizar, denigraron sus capacidades profesionales y también hubo episodios de agresiones verbales por nimiedades administrativas”.
Asimismo, explica Ríos “ambos presentaron denuncias sumarias, pero la administración no las acogió de inmediato, ni adoptó medidas de protección aun cuando en el caso de Badilla se decretó enfermedad profesional por parte de la ACHS o que en el caso de Soto se trate de una mujer. En el sumario de Soto incluso se acredita por varios trabajadores que el jefe posee malos modos de trato personal y desorganización en su actuar, pero se asumen como conductas humanas tolerables y el municipio lo absuelve. Por todos estos episodios vividos mis representados desafortunadamente inician cuadros de salud mental que derivan en enfermedades psiquiátricas de alta gravedad que ponen en riesgo su salud mental y que nunca antes habían tenido que vivir y soportar, por lo que no habiendo protección alguna por parte del empleador no quedó más remedio que acudir al amparo del juez laboral como ocurre cuando se vulneran los derechos de cualquier trabajador en Chile”.
Antes del maltrato y el acoso, algo de historia en las acusaciones por irregularidades financieras de Belmar
El actual director del Departamento de Salud Municipal (DESAM) de Valdivia, Marcelo Belmar Berenguer, es ingeniero comercial y además diplomado y MBA en Salud de la Universidad de Chile, máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental de la Universidad de Barcelona, y actualmente doctorando en Ciencias Sociales y Desarrollo Local en la Universidad de Valencia, además de ser académico de la Universidad Central. Buen currículum, pero a sus logros profesionales se suma pasado oscuro en el ámbito municipal, el cual ha sido investigado por varios medios nacionales.
Es así como, el Comité Penal del Consejo de Defensa del Estado se querelló contra Cristina Girardi por malversación de fondos. En ese contexto, el diario El Mostrador señalaba que “como por ejemplo el caso de Cerro Navia en el año 2008, donde «arrojó un déficit en la corporación de 1.375 millones de pesos». Los dardos apuntan al responsable de la administración del organismo durante el período 2006-2007, el ex secretario general de la Comuna de Cerro Navia, el PPD Marcelo Belmar Berenguer, a quien la propia alcaldesa Girardi le delegó todas las facultades el 7 de septiembre del 2006 (…) Ese mismo año, según consta en diversos medios de comunicación, El presidente del Tribunal Supremo del PPD y experto en derecho parlamentario, René Canales, indicó a La Cuarta que el 14 de marzo, una veintena de militantes presentó una denuncia contra Belmar. «Lo acusan de tener conductas reñidas con la probidad ejerciendo un cargo en Cerro Navia. Se le trasladó la acusación y debe hacer sus descargos dentro de esta semana», señaló Canales.
Un año después, el alcalde Luis Plaza entregó una entrevista a The Clinic denunciando los manejos de la administración anterior, señalando que “Cristina Girardi -hermana del senador Guido Girardi, hija del diputado del mismo nombre y hermana del concejal de Lo Prado Dino Girardi- se querelló en contra de su ex colaborador Marcelo Belmar por el déficit de $ 1.375 millones por los delitos de malversación de fondos, apropiación indebida de fondos públicos y falta a la probidad. Pero después Belmar le contestó que eso lo sabía todo ella y también le hizo una denuncia sobre la situación y ella le replicó, explica Plaza.”
Emol titulaba en el 2006 “Caso Servel-Publicam: Fiscalía interrogó al administrador general de la campaña del PPD (…) Marcelo Belmar -hombre clave en la investigación que busca aclarar el vínculo entre el senador del PPD Guido Girardi y la empresa inexistente Publicam– prestó declaración este miércoles ante Millán, según lo confirmado por el Ministerio Público. Con estas declaraciones, el fiscal busca cotejar las declaraciones dadas por el senador por Santiago Poniente, quien dijo que usó facturas emitidas por Publicam para justificar ante el Servicio Electoral el pago de honorarios que hizo a un grupo de brigadistas mediante boletas simples.”
En el 2018, y bajo el bullado caso de sobresueldos en la Municipalidad de Valparaíso, el medio La Izquierda Diario indica que “Contratos exclusivos y altos sueldos en el municipio ¿Con las manos limpias? Con el título “Sueldos del Monopolio Sharp – Favores Políticos”, se dio a conocer en las redes sociales un cuadro con 11 contrataciones realizadas luego que Jorge Sharp, asumiera como alcalde de Valparaíso, donde se denuncia una eventual falta de concordancia entre la formación académica y el sueldo que perciben bajo la modalidad de honorarios, Código del Trabajo y contrata, y que en promedio bordean los 2 millones de pesos. Así al conocer la nómina de personal a honorarios contratados este año, se constata la vinculación del nuevo Jefe de Gabinete del alcalde Sharp, Javier Valenzuela Corte, donde efectivamente se aprecia una remuneración mensual de $2.267.723, la única diferencia con la filtración se aprecia al cotejar los datos de “Marcelal Beltran Berenguer (sic)”, título de Ingeniero Comercial, cuyo nombre no se aprecia en las nóminas de funcionarios, con una remuneración de $5.355.550. el nombre que sí aparece bajo la modalidad de contrata es de “Marcelo Eduardo Belmar Berenguer”, Ingeniero Comercial, con contrato vigente de enero hasta diciembre de este año por un total de $2.677.775
Hoy, y bajo la dirección del DESAM en Valdivia, fue incorporado en el equipo de Salud Municipal de Valdivia, el ex Director del DESAM de Paillaco, César Durán quién, actualmente está suspendido de ejercer cargos públicos, por lo que tampoco podría hacerlo en Valdivia. Entonces ¿Cómo es posible que esto tampoco lo haya notado la alcaldesa de Valdivia?
Más demandas, menos apoyo y más fiscalización
José Montesinos es funcionario del DESAM Valdivia hace 15 años, y por casi 11 años fue el único trabajador y responsable de la Unidad de Mantención de dicho departamento. Con la llegada de Belmar, una trayectoria laboral reconocida y valorada por distintas unidades, fue siendo cuestionada, menoscabada, pasando a un maltrato de carácter personal y pecuniario como el mismo lo explica. “es muy doloroso que, habiendo un comité paritario, otro psicosocial y una Unidad de Desarrollo de las Personas no hayan hecho nada por frenar esto, ni yo ni mis compañeros nos hemos sentidos respaldados por ellos, que nuestros propios colegas sean obligados a ser testigos por el acosador, habla de un profundo miedo y de una desprotección desde nuestro gremio y las autoridades, que hizo muy fácil a Belmar actuar con total impunidad. En mi caso, no solo el director del DESAM me ha dañado, sino que el apoyo del jefe de recursos humanos, Claudio Altamirano, se contradice profundamente con su rol, que debería ser velar por el bienestar de los funcionarios, somos muchos los que no tenemos decretadas nuestras funciones, nuestros antecedentes tampoco han sido actualizados y las irregularidades contractuales del último año suman y siguen, lo que no se entiende es cómo es posible que desde la unidad de RRHH no existiera un freno o un cuestionamiento en dichas irregularidades, algunas de ellas incluso, ya han sido denunciadas en contraloría”.
“El miedo en el DESAM es evidente, y los pocos que levantamos la voz, no tenemos otro objetivo que recuperar el equipo y el ambiente laboral seguro que teníamos antes de la llegada de Belmar. Queremos seguir siendo los que éramos, fortalecidos y enfocados en el bienestar de la comunidad, estos malos momentos van a pasar, y espero que en el futuro la comunicación y el buen trato siga siendo nuestro sello, y que no cualquiera crea que, dando asignaciones, quitándoselas a otros, ofreciendo cargos y manipulando, se puede transgredir los valores más fundamentales que los equipos y que son la lealtad y el respeto”.
Desde la directiva de las Asociación de Profesionales de Salud Municipal APROSAM, son enfáticos en explicar que “al respecto de las denuncias mencionadas nosotros hemos tenido como gremio una postura clara y relevada a distintos actores locales, hemos posicionado este tema con concejales, con nuestras bases informando de todo el acontecer, sin ocultar nada, y también directamente con la jefa de servicios incorporados y alcaldesa. Estos 3 funcionarios no son socios de nuestras bases, las temáticas que han levantado dentro de las denuncias nos parecen graves, gravísimas, y en ese contexto independiente del gremio al que pertenezcan les hemos manifestado nuestra solidaridad como gremio no solo con palabras de buena fe sino acciones concretas, donde en base a gestiones con concejales pudimos solicitar una instancia con la alcaldesa para conversar directamente y el tema posicionado como número 1 fue el clima laboral en DESAM y como este afecta a toda la Red. Valdivia tiene una historia de trabajo gremial y de buenas prácticas y lo que hemos visto en el último año ha sido un deterioro de la institucionalidad, donde la desconfianza, el temor y la relativización del trato digno han fracturado lo relacional. Hasta el momento en reuniones con la jefa de servicios incorporados y el presidente de la comisión de Salud del consejo municipal hemos hecho ver que no creemos que podamos generar cambios positivos con esta misma autoridad y por eso creemos que se necesita un cambio en la dirección de nuestro DESAM”.
Para la elaboración de este reporte contactamos vía correo electrónico a la Asociación de Funcionarios de Salud Municipal (AFUSAM) con la idea de conocer su postura frente a los hechos descritos, pero no hubo éxito hasta el cierre de la presente edición.