Desde que la pandemia se inició, muchas empresas comenzaron a suspender contratos y despedir trabajadores debido a las dificultades económicas. Eso fue lo que ocurrió con las empresas de call center Opus y Spm, que a la fecha han desvinculado a más de 400 trabajadores.
La compañía trasladó sus operaciones a Perú, contratando trabajadores de dicho país, pero manteniendo los mismos clientes acá en Chile. Así lo comentó la presidenta del Sindicato Interempresa Nacional de Trabajadores Contratistas y Subcontratistas (SINTRAC), Isolina Acosta.
La dirigenta detalló que los despidos se dan el contexto de una “negociación colectiva vigente, todo un proceso además de mucho avance en nuestra organización, porque teníamos harta fuerza, muchos socios y socias, la gran mayoría mujeres jefas de hogar (…) vino el tema de la pandemia, empezamos el teletrabajo y empezaron a despedir a la gente”.
Acosta agrega que los despidos no se justifican ya que recientemente habían renovado sus contratos con los clientes, por lo que los consideran como injustificados. Por ello, mantienen 9 demandas, a las que suman el concepto de prácticas antisindicales.
“Nosotros demandamos a las empresas mandantes (empresas que solicitan el servicio de call center) también por localizar los puestos de trabajo. Porque si bien es cierto, el mandante efectivamente hace el contrato con la empresa en Chile, sabe que los que van a atender a sus clientes son trabajadores peruanos, por lo tanto, la empresa mandante está consciente que hace el negocio y ese call center le sale mucho más barato de lo que le sale en Chile. De esta forma, es la empresa subcontratada con la mandante las que deslocalizan los puestos de trabajo”, explica la representante sindical.
Actualmente, solo hay contratados 8 trabajadores de Optus y Spm, por motivos de fuero sindical, maternal y paritario. Pero una vez terminado este período legal, serán desvinculados, cerrando así el giro de la empresa en Chile.