Un fuerte debate se generó esta semana en redes sociales a raíz de un video que muestra a la diputada Catalina Pérez (exFA) lanzando dulces a niños de un campamento de Antofagasta desde un carro alegórico.
El video fue publicado por la propia parlamentaria, quien aparece disfrazada de duende recorriendo distintos puntos de la ciudad en el marco de una actividad navideña.
«Llevemos la Navidad a todos los rincones, ayudamos al viejito pascuero recorriendo Antofagasta con nuestro #BurritoSabanero para darle alegría a todos los niños y niñas de la comuna», decía el mensaje con el que Pérez acompañó el registro.
En el video también se ve a la diputada lanzando dulces a niños que corren detrás del carro alegórico, un detalle que generó polémica en redes sociales, particularmente de quienes denunciaron el carácter «denigrante» de este gesto.
«No no lo puedo creer! País tercermundista mode on»; «Actitud muy patrona de fundo, tirando lo que le sobra a los inquilinos»; «El emperador lanzando panes al pueblo para ganarse su aprecio», son algunos de los comentarios que se leen en redes sociales.
Sin embargo, hubo otros que defendieron el actuar de Pérez, recordando que se trata de una antigua tradición navideña que se realiza todos los años en las comunas del norte de Chile:
«En el norte es una tradición hacer eso. Nunca vieron a Alexis Sanchez arriba de un camión lanzando juguetes en Tocopilla», dijo un usuario en Twitter.
«Es tradición nortina. Las caravanas y los bomberos lo hacen en navidad y siempre ha sido así», señaló otro.
La defensa de Catalina Pérez
En Reddit, un usuario explicó que «esta tradición existe desde los años 50 cuando las empresas pesqueras y otros grupos como los trabajadores del correo comenzaron a hacer carros para repartir regalos a los hijos de trabajadores. Hasta el día de hoy se mantiene vigente»
«Cualquier Iquiqueño y nortino conoce la tradición (…) Claramente la nota y las críticas las escribe un/a santiaguino/na ignorante que no tiene idea de tradiciones populares chilenas, porque la mayoría del tiempo no se acuerda que Chile es más que Santiago, y que a lo largo del país existen prácticas diversas, propias y particulares de cada territorio, por muy “rotas” que las encuentren en la capital», agregó.
La propia diputada salió a abordar la controversia en los días posteriores, asegurando que «en ningún caso me parece una actividad denigrante, sino que muy por el contrario, una actividad que, junto a la comunidad, decidimos hacer».
«Primero, reunimos muchísimos dulces gracias a voluntarios que se quisieron poner para armar esta actividad, hicimos bolsitas y lo organizamos junto a juntas de vecinos, comités de viviendas y algunas organizaciones que quisieron colaborar», agregó.
«Yo sé que no todos son del norte y no tienen por qué conocer las tradiciones del norte. Yo sí soy una persona que se crió en el norte, y esto es parte de una tradición. Nosotros crecimos corriendo detrás del viejito pascuero arriba de un carro alegórico», sentenció.