El Transantiago se implemento en el año 2007 como una mejor alternativa a las micros amarillas que circulaban en esos años. El sistema público no integraba al Metro y los precios eran muy distintos a los de ahora.
En esos años, tomar una micro costaba $380 y por ese monto se podía recorrer todo Santiago, sin tener que hacer ninguna combinación. El Metro por su parte, no era tan popular como lo es ahora y tenía un costo adicional de $420, que pocos tomaban como opción.
Pronto el sistema llamado Transantiago los unió y se inició el sistema de transporte público integrado que conocemos hoy. El pasaje actualmente tiene un costo de $640 en horario valle, que llega a los $740 en su horario punta.
La implementación del Transantiago, debió haber significado una mejora en la calidad de vida de los santiaguinos. Sin embargo, a 10 años de su puesta en marcha, esa meta está lejos de cumplirse. Buses en mal estado, asientos de plástico, poca frecuencia de buses, baja renovación de maquinaria y precios muy elevados son algunas de las deficiencias que presenta el sistema.
Por otra parte, la evasión ha llegado a niveles históricos: 34% de los usuarios no paga. Las autoridades han desplegado distintas campañas en contra la evasión, pero algunos plantean que esa no es la solución.
Rodrigo Martin, experto en transporte urbano de la Usach, afirmó a radio Bío Bío que “el modelo actual de concesión a la empresa privada hace que tengamos un servicio que ha ido bajando en calidad y subiendo sus precios, haciendo que se produzca disconformidad. Ya se instaló una perspectiva social muy negativa del Transantiago y eso genera rebeldía en la gente. Por eso, no lo paga”.
La tarifa del transporte público de Santiago, está muy por encima de los precios que hay en otras ciudades latinoamericanas. A modo de ejemplo, en Lima, el valor oscila entre 300 y 500 pesos chilenos. En Bogotá cuesta cerca de 450 pesos chilenos y en Asunción entre 290 y 400 pesos, dependiendo si el bus tiene aire acondicionado.
En Santiago los buses no tienen asientos con acolchado, mucho menos climaticación e incluso a veces circulan con vidrios trizados o derechamente quebrados.
El Mercurio entrevistó a Louis de Grange, ex director del Metro, quien afirmó que el costo real del sistema de Transantiago es cercano a los $350, lo que se denomina «tarifa técnica», muy distinto al valor que finalmente paga el usuario.
“El diferencial que se genera entre ambas tarifas se destina a costear los buses del Transantiago que no se financiarían sin la integración tarifaria. La tarifa técnica se usa para cubrir los costos operacionales de Metro y un tercio de la infraestructura del servicio, como las líneas 3 y 6″, declaró De Grange.
Cabe destacar que el precio del pasaje que se paga en Santiago, es similar al que cobran en países europeos como España. Donde la tarifa es de alrededor de un euro, pero el sueldo mínimo es aproximadamente 700 mil pesos. Sin considerar que la calidad de los buses es muy superior, además de cumplir mayores normativas medioambientales.
En Santiago, los usuarios del Transantiago han convocado a distintas protestas en contra de un sistema público que ha sido calificado como un fracaso de manera transversal. Lagos que fue el impulsor del sistema, culpó a Bachelet por los malos resultados e incluso se formó una Comisión en el Congreso para investigar las causas del fallido proyecto.
Según informó la radio Universidad de Chile, en diciembre de 2007 el informe de la Comisión fue aprobado por el pleno de la Cámara Baja.
«Si bien el Transantiago tuvo serias deficiencias durante su puesta en marcha, tenía un problema de fondo, de diseño. Había sido concebido mal y por tanto, al nacer ya estaba destinado al fracaso», sostiene la resolución.
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