Su autor, Ezequiel Diz, nos ilustra sobre los orígenes y devenir hasta la actualidad del tango, junto las emociones que porta su música: las injusticias insoportables y la redención humana a través de la belleza del arte. La pieza será ejecutada por la Orquesta Marga Marga este viernes 30 y sábado 31 de agosto.
Por Diego Bravo Rayo / Ezequiel Diz nació en 1977 en Rosario, Argentina. Allí sigue viviendo y, como conocedor de su tierra, le resulta fácil distinguirse de su entorno. «Era levemente simpatizante de Newell’s, aunque hoy creo que ni eso soy. El fútbol no es una variable que sirva para describirme, cosa bien difícil tanto en Rosario como en todo Argentina. Es que mi pasión musical ha cooptado todo mi líbido deportivo».
Estudió en la Escuela de Música de la Universidad Nacional de Rosario. Hizo carrera de guitarra y violín, y desde la adolescencia que está vinculado con el tango. Allí encontró otro punto disruptivo para con su alrededor: «La carrera de composición de la Escuela, que está muy orientada hacia la música contemporánea, no me supo contener”.
Los estudios de composición los hizo de forma particular en Rosario y principalmente en Buenos Aires. Allí, en la capital, fue discípulo de Jorge Fontella, a quien describe como «un gran compositor argentino, que hacía una música con una estética cercana al impresionismo».
3 discos, 32 partituras publicadas, 70 obras compuestas y 1 libro publicado es la huella de Ezequiel Diz. Esos pasos fueron en un sendero en el que confluyeron las vías del tango y la música clásica, los que resultaron en un camino estético llamado “tango clásico”.
– ¿Cómo está la escena del tango en Argentina?
Lo que viene ocurriendo hace unos años es que apareció un montón de gente joven, estudiantes de música, que le dan continuidad al tango, generando un hilo conductor. Hay un resurgimiento del tango y del folklore popular.
Yo vengo más de esa generación que nace con el rock y que se acerca al tango, y mi quehacer artístico me vincula más a la música clásica. Mi música toma elemento populares del tango, como patrimonio cultural argentino, y los combino con elementos académicos que es patrimonio cultural de la humanidad.
– El tango es una música popular y sofisticada.
Es una música popular que siempre fue muy académica: había que saber leer y escribir música para tocar en una orquesta de tango. En tanto el folklore, que es más del interior del país, era más «orejero» pero hoy se ha vuelto también altamente academizado, con compositores y músicos muy formados y desarrollados. En este sentido el Folklore se ha visto más enriquecido que el tango, debido a que este último cooptó a una parte de la sociedad más reaccionaria y le fue difícil la permeabilidad al cambio. Es que el tango se encerró en sí mismo y no permitió ningún cambio ni evolución. De hecho al más grande compositor de tango argentino, Astor Piazzolla, los tangueros lo dejaron de lado o incluso algunos no lo consideraban «del todo tanguero».
Distinta suerte corrió el folklore. Fue más permeable y hubo más proyectos que hicieron de «correa de transmisión» a las nuevas generaciones. Tal vez por eso hoy el folklore tenga en su interior a los autores más importantes de la música popular.
– El tango tiene una raíz barrial, afrodescendiente a partir de la milonga, y con el tiempo se incorpora en la llamada música docta. El tango se llega a compartir en barrios y en teatros.
El tango tiene un origen de suburbios y prostibularios, y que luego se va insertando en los salones de bailes. Luego fue evolucionando con el crecimiento de las orquestas y se hizo más masivo. Es así como en los 40 y los 50 te encuentras grandes orquestas de tango, altamente academizadas, con arreglos elaboradísimos, con lenguaje armónico tomado del romanticismo alemán, si se quiere decir. Para tocar en una orquesta de tango tenías que saber leer y escribir música. Astor Piazzolla logra llevar al tango a un lugar más allá de los salones de baile, sino también para contemplar, dándole un salto académico importantísimo.
– Piazzolla viene un poco a desordenar el tablero.
Los grandes autores de tango, como Anibal Troillo, eran grandes compositores y cancionistas, y con Piazzolla te encuentras con un compositor de una formación completísima. Antes de Piazzolla los tangos duraban 2 a 3 minutos y sus contrapuntos no tenían el nivel de academicismo que alcanzó. De hecho su música no resulta fácil ceñirla a un género, mucha gente del tango dice «eso es otra cosa pero no tango», mientras que en los compositores ocurre que algunos dicen que Astor Piazzolla no es un compositor clásico sino que viene del tango. Los jazzeros dicen que no es jazz. Bueno, estas son de esas discusiones que no conducen a nada. Piazzolla finalmente es él, Piazzolla. Que la industria comercial busque encacillarlo es otra cosa pero Astor atravesó todos los límites, ningún autor argentino llegó a su nivel.
– Y ante tanta controversia, ¿dónde te hayas?
Yo soy una generación que toma esa cima del tango. Si bien he tocado en grupos de tango y he tenido un recorrido haciendo el tango tradicional, mis referentes, precursores o ídolos tienen que ver con Astor Piazzolla y Eduardo Rovira, que es otro vanguardista del tango pero un poco opacado con la omnipresencia de Piazzolla.
– ¿Has venido a Chile antes?
Esta es la segunda vez que me va tocar la Orquesta Marga Marga así como la segunda ocasión que voy. Estoy encantado que me programen e inviten, la Orquesta Marga Marga es una especie de faro en Chile y diría también que en Latinoamérica, porque la música chilena tiene una presencia inusitada en su programa. Es importantísimo que una orquesta dé importancia a los compositores de su zona.
– ¿Y en Argentina los repertorios son diferentes?
En Argentina es más difícil, lo que responde a la idiosincracia del argentino que en general siempre mira Europa. No conocemos música de compisitores uruguayos, peruanos, chilenos, paraguayos, bolivianos y así. Por eso que la labor de Orquesta Marga Marga y que diga que van a tocar música de chilenos, me causa una envidia tremenda.
LA INSPIRACIÓN DE TRES TANGOS
– Pensemos en el público, que se pueden preguntar en qué se inspiró Tres Tangos.
Yo a esa obra le tengo mucho cariño porque Tres Tangos es una suerte de Opus I. Lo compuse en el año 2002, cuando tenía 20 años, y al momento de componerla me dije «de acá para adelante voy a escribir mi música y la voy a mostrar». Todo lo que hice antes de Tres Tangos lo consideré que era parte de mi etapa de formación y las mandé a guardar. Puntualmente con los Tres Tangos verán una presencia del tango contemporáneo.
Hoy, con 42 años, miro a los Tres Tangos con cariño. Es que se han tocado mucho en Alemania, de hecho lo tengo publicado en una editorial alemana que edita a autores latinoamericanos (Gerb. Stark Musikverlag Leipzig). Si al público le gusta el tango, esta obra les va a gustar muchísimo.
– ¿Esta obra cuenta con alguna influencia de otros compositores?
Tres Tangos es una música influenciada por autores vanguardistas como Astor Piazzolla y Eduardo Rovira. Van a escuchar una música que tiene mucho que ver con el tango contemporáneo y con elementos de la música clásica. Rovira y Piazzolla son mis precursores, mis ídolos y no me avergüenzo en reconocerlo.
– ¿Hay alguna emoción que le busques hacer honor o destacar en Tres Tangos?
Más allá de esta obra, hay dos situaciones que son el motor impulsor de mi intención creativa, que, dependiendo de los momentos, una juega más que otra. Una dice relación a que yo habito en un país y una ciudad tremendamente desigual, donde gente puede tener un pasar cómodo, tener estufa en invierno y vacaciones en verano, mientras otro montón no tiene nada de eso. Habiendo comida para todos pero que finalmente no puedan comer todos, o que haya gente que esté arriesgando su vida para ir a un lugar mejor. Ante esto el capitalismo no da solución. Me genera dolor y bronca esta injusticia.
Por otro lado, creo que la humanidad es una especie en potencia maravillosa por lo que puede hacer, sin embargo al ver lo que realmente es, resulta algo completamente inconcebible. Por ello es que en el mismo quehacer vivo un enamoramiento del mismo arte, no solo de mi música sino también como oyente, cuando escucho músicas de otro. Ahí es cuando a veces pienso que a través del arte la humanidad se puede redimir, que recrear la belleza también es parte de la humanidad. Descubrir algo, sea por accidente o habiéndolo buscado, y que aparezca una sonoridad, y luego eso le darle forma a otra sonoridad, es fantástico. Es que la música va tomando una personalidad propia cuando se está componiendo.
TRES TANGOS
Autor: Ezequiel Diz
Intérprete: Orquesta Marga Marga.
Director: Luis José Recart Echenique
Fecha y lugar de conciertos:
30 de agosto, 19:30, Club Naval de Valparaíso. Condell 1586.
31 de agosto, 19:30, Palacio Rioja de Viña del Mar. Quillota 214.
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