Cuando Donald Trump salió electo Presidente en Estados Unidos causó gran revuelo internacional debido a las distintas -y polémicas- medidas y reformas que planeaba instaurar para volver a instaurar a su país como el líder mundial en todos los sentidos.
Ahora el empresario busca alistar una nueva propuesta para que diplomáticos militares apoyen su idea de incrementar la venta de armas fabricada en territorio americano. Este proyecto, que será despachado en el mes de febrero, busca reducir las restricciones a los países que quieran comprar armamento norteamericano, en especial drones, piezas de artillería y aviones de combate.
Representantes de la Casa Blanca expresaron a la prensa que la idea de esta ley es estimular el crecimiento de empleos, beneficiar a la zona de defensa del país y, además, beneficiar a las naciones aliadas para que compartan la seguridad internacional y su peso.
El principal motivo por el cual Trump busca impulsar esta ley es debido a que China y Rusia, principales «rivales» de Estados Unidos, han tenido un reciente crecimiento en esa área, lo que ha provocado que las distintas compañías productoras de armas americanas estén presionando a Trump para que cumpla sus promesas de campaña, en donde especificaba que buscaría impulsar la venta de productos fabricados en Estados Unidos, incluido los implementos bélicos.
El único problema que enfrenta el mandatario es el temor de los expertos en esta área. El principal miedo es que la venta de estas armas en Asia y Medio Oriente, caiga en manos de grupos terroristas que representen un real peligro para la nación.
En 2017, la nación americana, según el portal de noticias La Radio del Sur de Venezuela, logró un monto de 41 mil 930 millones de dólares por la venta de armas.
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