Un turismo que aporta más que las salmoneras al PIB y la necesidad de «igualar la cancha»

"Mientras las salmoneras reciben todo tipo de apoyo gubernamental y financiero (...) a pesar de su historia de desastres ambientales, los micro y pequeños emprendedores del turismo no gozan de dichos beneficios", advierte el dirigente Juan Carlos Viveros.

Un turismo que aporta más que las salmoneras al PIB y la necesidad de «igualar la cancha»

Autor: Daniel Labbé Yáñez

En 2017 el turismo se ubicó por primera vez en el cuarto lugar de las actividades que más aportan al PIB, reportando ingresos por US$ 4.200 millones. Una noticia que por supuesto tiene contentos a los empresarios del sector, entre ellos a Ricardo Margulis, presidente de Fedetur, quien en entrevista con Diario Financiero calificó este crecimiento como «impresionante».

Sin embargo, junto a ello destacó un hecho que a varios dirigentes sociales del sur y ONGs ambientalistas los tiene igual de esperanzados: el turismo logró superar en aporte al PIB del país a la cuestionada industria salmonera.

Juan Carlos Viveros

Uno de ellos es Juan Carlos Viveros, vocero del Movimiento Defendamos Chiloé, quien recibió esta información como una «gran noticia», señalando en una reciente columna publicada en La Estrella de Chiloé que «la ‘industria sin chimeneas’ deja de ser una promesa y se convierte en realidad».

Cabe recordar que el archipiélago de Chiloé y la Región de Los Lagos en general ha debido enfrentar diversos episodios de contaminación provocados por las empresas salmoneras instaladas frente a sus costas, siendo el más reciente la fuga de 690.000 salmones desde un centro de cultivo de la empresa Marine Harvest. Un hecho que la ONG Greenpeace representó como equivalente a «una plaga de 140 millones de ratones».

Viveros apunta como responsable de este logro a nivel nacional a «un permanente trabajo de articulación público/privada, la promoción nacional e internacional, el reconocimiento de los propios chilenos a la riqueza y la diversidad cultural, y por supuesto la inmensa valoración a la sustentabilidad».

A nivel regional, eso sí, Viveros pone un signo Pare: «La cancha no ha sido pareja. Mientras las salmoneras reciben todo tipo de apoyo gubernamental y financiero (…) a pesar de su historia de desastres ambientales, los micro y pequeños emprendedores del turismo no gozan de dichos beneficios», advierte.

Foto: Greenpeace

En ese sentido, el dirigente apunta a la necesidad de que el sector público «empuje de verdad al turismo, que al menos ‘iguale la cancha’, con políticas concretas, sostenibles, con instrumentos de apoyo permanente, tal como hacen con las salmoneras».

Por último, Juan Carlos Viveros destaca que es imperativo una regulación exhaustiva a las salmoneras, «pasando por una moratoria inmediata a las concesiones, hasta no conocer el estado del fondo marino y de la columna de agua». «Si Chiloé va a ser el cuarto destino turístico internacional de Chile, no solo tenemos que parecerlo, sino que serlo», concluye.


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