Por Aillen Fuenzalida
Una temática que se ha mantenido presente en el debate sobre medios de comunicación y libertad de prensa, es si efectivamente los medios chilenos han garantizado a la población un acceso plural a distintas opiniones políticas y sociales.
Respecto a los comicios del próximo 21 de noviembre, el dirigente del Partido Igualdad, Iván Carrasco, afirmó que “a nuestros candidatos no los han invitado a ningún programa” aseverando que “no se sienten para nada representados” por los medios tradicionales.
Enfatizando el problema, la candidata a diputada por el distrito 9, Jessica Cayupi Llancaleo, aseguró que “la visibilidad que nosotros hemos tenido ha sido nula, ningún medio tradicional se ha acercado a nosotros (…) solo medios emergentes, independientes, pero desde los grandes medios, desde el mundo radial o televisivo nada”.
Pese a esto, la representante del mundo mapuche manifestó que desde que proclamaron sus candidaturas sabían que sería de esta forma “siempre lo tuvimos súper claro”.
Esta no es la primera vez que los medios de comunicación tradiciones son objeto de críticas, tanto por una parte significativa de los chilenos como por personajes del mundo político.
Al respecto, la candidata recordó que existió el mismo problema durante su campaña para ser formar de la Convención Constituyente, en la cual finalmente no resultó electa.
“Nuestras propuestas son realmente transformadoras y eso probablemente no les guste mucho”, acusó la abogada e integrante de la Red de Mujeres Mapuche, la Asocicación de Abogadas Indígenas, la Plataforma Feminista Plurinacional y los Movimientos Sociales Constituyentes.
Dentro de la declaración de principios del Partido Igualdad, se incluye una fuerte crítica a la concentración de medios en nuestro país.
“Hoy son los grandes capitalistas -nacionales y extranjeros- quienes tienen todo el poder en la sociedad chilena. Ellos controlan la economía, el gobierno, los medios de comunicación y la política”, plantea el texto.
La pregunta inmediata que surge es si los medios de comunicación tradicionales continuarán privilegiando a ciertos sectores a la hora de visibilizar sus proyectos políticos o responderá a las críticas y la indignación social asegurando un verdadero pluralismo.