Vamos saliendo de la pobreza pero no avanzamos en la igualdad salarial

Gran realce ha recibido la disminución de la pobreza a nivel nacional, que se redujo 3,1% al 2013 desde el año 2011, esto a partir del informe “Panorama Social de América Latina 2014” realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Pero poco se ha hablado de que a la misma fecha Chile se presenta como unos de los países con mayor inequidad y brechas más altas.

Esta desigualdad queda clara con los resultados del estudio “Los Verdaderos Sueldos de Chile” realizado por la Fundación Sol, donde se muestra que 53,5% de los trabajadores chilenos reciben un salario menor a los 300 mil pesos líquidos mensuales, mientras que, incluido el porcentaje anterior, el 70% gana menos de $426.000. Vamos saliendo de la pobreza pero no avanzamos para alcanzar la igualdad salarial.

El estudio afirmar que cuando los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) tenían el mismo nivel de PIB per cápita que hoy tiene Chile, su salario mínimo por hora – en promedio – duplicaba el actual salario mínimo chileno. Otro ejemplo, es el de Croacia que tiene un PIB per cápita similar al nuestro y su mediana salarial duplica a la media nacional.

La Fundación utilizó la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (NESI), la principal fuente estadística que mide los ingresos y salarios en el país, realizada por el Instituto Nacional de Estadística. Y obtiene estas observaciones, pese a basarse en datos oficiales, porque como se menciona desde la fundación no se queda en promedios y revisa la distribución desde diversos puntos.

Uno de esos puntos de vista distintos, es ver que a nivel de género también existe desigualdad salarial, esta no solo se da entre quienes perciben mayores y menores ingresos. Entre hombres y mujeres hay una diferencia en el ingreso de casi $147 mil pesos mensuales, el promedio de ingresos que perciben las mujeres equivale al 70 % del ingreso percibido por los hombres. Otra forma de hacer realce a esta situación sería explicar que, los hombres ganan un 42,6% más que las mujeres.

Por otra parte, la encuesta sobre Caracterización Socioeconómica Nacional, Casen 2013, reafirma la existencia de esta situación al mostrar en sus resultados que el país presenta altas y persistentes tasas de desigualdad de ingresos.

La pobreza sí se vincula con la distribución del ingreso ya que hoy en Chile la vivienda, salud, educación, y por tanto la seguridad social están mediados por los sueldos recibidos; principalmente, porque estas dimensiones no tienen absoluta garantía estatal. Entonces son las personas quienes deben suplir las profundas carencias que se dan en estos ámbitos cuando se está en situación de pobreza; lo que es difícil cuando los salarios son reducidos y mal distribuidos. Por lo que cuando se habla de pobreza no se puede obviar la desigualdad del ingreso.