El 3 de enero de 2018 la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) fijó que, desde el 1 de enero, la veda extractiva del loco se renueve por cinco años, dejando limitado su consumo, venta y pesca hasta el año 2022. La prohibición estará vigente entre las regiones de Arica y Parinacota hasta Aysén.
Esta medida fue tomada para regular el consumo de este molusco para de esa forma evitar su disminución y asegurar su uso sostenido en el tiempo. Sernapesca informó que está prohibida la remoción, extracción, apozamiento, venta, transporte, elaboración y almacenamiento de este marisco y sus derivados. Quienes no se abstengan a esta ley, pueden se multados con 125 UTM (6 millones aproximadamente), junto con el decomiso de las especies y los medios de transportes utilizados, además de la clausura del local por hasta 30 días.
Pero no es la única especie que se encuentra en veda en nuestro país. La centolla, la macha y el ostión son algunas de los otros productos que, al igual que el loco, tienen limitaciones. En algunos casos, la prohibición llega hasta el 2024.
La centolla se encuentra con veda desde el 1 de diciembre hasta el 31 de enero del año siguiente en las regiones de Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes. La macha, en la décima región, está vetada desde el 2014 hasta el 2024. La razón de este largo período se debe a que se busca recuperar el stock y lograr niveles de abundancia para poder desarrollar una pesquería sustentable. En la quinta, sexta y séptima, este mismo producto, está limitado hasta el 2022.
Las jaibas panchote, patuda, remadora y paco se encuentra con veda de tiempo indefinido ya que buscan regular la extracción, en donde las hembras ovígeras y ejemplos juveniles son las especies a proteger.