Hasta “La Moneda Chica” llegaron este martes diversas víctimas de la represión y brutalidad de la policía uniformada y Fuerzas Armadas del Estado de Chile, para reunirse con el Presidente electo, Gabriel Boric.
El encuentro fue solicitado por la senadora electa de la Región Metropolitana, Fabiola Campillai, y contó con la participación de Carlos Astudillo, Rosa Fuentes, Marta Cortez, Juan Francisco Alarcón, Camila Valdés, Paola Palomera, Cristóbal Urbano, todos y todas representantes de distintas agrupaciones y coordinadoras de víctimas que sufrieron trauma ocular, el asesinato de sus seres queridos, tortura, disparos de balas de acero o perdigones que les tienen postrados o con alguna discapacidad, atropellos con carros policiales, entre otras violaciones a los Derechos Humanos y vejámenes.
El objetivo fue entregarle a Boric un petitorio oficial, con el que se busca una reparación estatal universal basada en los pilares de Justicia, Verdad, Libertad, Reparación y Garantías de No Repetición. Entre las demandas, se encuentra la conformación de una Mesa de Verdad y Justicia permanente, entre el futuro gobierno, academia, sociedad civil, organizaciones de Derechos Humanos y las víctimas, a lo que el Presidente electo accedió inmediatamente, anunciando que se conformará en el mes de marzo próximo.
Adicionalmente, se solicitó que esta mesa lidere el Catastro Nacional de Víctimas de Derechos Humanos desde la revuelta, a lo que también el futuro Mandatario dio su aprobación y compromiso de realización. También, se propuso la creación de un Plan Nacional de Derechos Humanos que cree un programa de reparación integral para las víctimas, sobrevivientes y sus familias, en donde también se contemple a los presos políticos y sus familias, con atención a la reparación psicoemocional.
Por su parte, Gabriel Boric puntualizó la gran importancia que tiene este último punto, para la sanación integral de quienes han sufrido este tipo de traumas.
En el encuentro, además, se le consultó a la autoridad por la tramitación del proyecto de ley que busca el indulto de los casi 200 presos y presas políticas de la revuelta, quienes llevan -en su mayoría- casi dos años y medio en prisión preventiva sin ser juzgados por los tribunales de justicia. Ante ello, indicó que se están buscando todas las alternativas legislativas posibles para apurar la tramitación, pero al mismo tiempo resguardar que ésta no se “caiga”, pues esto provocaría que durante un año no se pueda tramitar éste o un proyecto similar que busque el mismo propósito.
Tras la cita, Fabiola Campillai manifestó que “fue una conversación muy amena. Le damos las gracias al Presidente electo por habernos recibido. Estamos muy contentos y contentas, porque todas nuestras peticiones fueron acogidas. Creemos que la verdad la justicia, libertad, reparación y las garantías de no repetición van a ser posibles con este Gobierno”.
Respecto a la posibilidad de que uniformados se puedan unir a la lista de indultados e indultadas, Campillai fue tajante: “No transamos la libertad a los violadores de derechos humanos. No los queremos en las calles. Sí queremos justicia, la que no ha habido hasta hoy en ningún caso. Por eso estamos en esta mesa, porque vamos a luchar por no la impunidad. El Presidente lo dijo: no va a haber impunidad de ninguna manera”.