El mar interior de Chiloé está plagado de centros de cultivo de salmón y choritos. Las islas están rodeadas de concesiones y las comunidades no tienen toda la información de esta invasión de la industria acuícola.
Pero, la unidad, protagonismo y dignidad de las comunidades y organizaciones en Isla Caguach, lograron que la empresa salmonera Trusal renunciara finalmente una concesión de acuicultura que había solicitado a la Subsecretaría de Pesca para cultivar choritos justo en el lugar donde fondean las lanchas que cada año veneran al Jesús Nazareno.
En una comunicación oficial, la compañía comunicó su decisión a las autoridades, luego que se enfrentara a la férrea decisión de juntas de vecinos, comunidades indígenas, pescadores, agrupaciones religiosas y organizaciones sociales, de no negociar y no permitir la instalación del proyecto industrial.
La carta enviada por Trusal afirma que “de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 19880, la Ley General de Pesca y Acuicultura, y al Reglamento de Concesiones de Acuicultura, el titular compareciente, a través de su representante, y en su calidad de único titular de la solicitud de concesión antes indicada, viene a renunciar expresamente a la solicitud de concesión de acuicultura PERT 205103198.”
“Se hace presente al Señor Subsecretario de Pesca y Acuicultura que la renuncia al derecho que le competen a mi representada sobre la referida solicitud se hace con el único propósito de no entorpecer las actividades religiosas que tradicionalmente se realizan en ese sector de la isla Caguach”, dice el escrito del representante legal de esta empresa que tiene sus oficinas centrales en Santiago.
A continuación, un reporte en video directamente desde Cahuach, Chiloé:
Vía Agencia Medio a Medio