Vía Radio Kurruf
Durante la jornada de este miércoles 10 de marzo, un gran contingente policial se hizo presente en el sector de Metrenco, en las cercanías de Temuco, específicamente para irrumpir en las comunidades mapuche pertenecientes al Lof Rofue, que en el último tiempo se han encontrado reivindicando el territorio tanto en la recuperación propia del espacio físico como también en su cultura y cosmovisión.
La arremetida policial se debía a los supuestos hallazgos encontrados por el equipo de inteligencia a cargo de investigar, los cuales habrían dado luces de que en este lugar se encuentran los responsables de la cuestionada muerte del cabo Naín, carabinero asesinado en medio de un procedimiento policial que contó con un gran despliegue de personal aéreo, terreste y de monitoreo.
No fue posible acreditar participación en los disparos
A pesar de la intención del Ministerio Público por vincular y sostener las hipótesis de Carabineros en función de que el imputado tendría relación con el hecho que se le acusa, no fue posible acreditar esto. Sin embargo, por la gravedad de estos hechos, se determinó una prisión preventiva de 6 meses, quedando el imputado, a petición de su defensa, en la cárcel de Temuco, en el módulo de comuneros mapuche.
Cabe recordar que hace poco menos de dos semanas, mediante la televisión abierta, un ex uniformado acusaba a miembros de su institución de haber gestado este montaje donde muere Naín, además de denunciar el negocio ilegal de seguridad, vinculado al robo de madera, que asegura, es parte importante de los intereses que mantienen las fuerzas de orden en la zona.
La seguidilla de represión al Lof Rofue y la campaña mediática no han sido casuales. Al igual como ha ocurrido en otros territorios que se han levantado por la restitución territorial y espiritual mapuche, la prensa tradicional no ha dudado en replicar la versión emitida desde las fuerzas policiales y del Ministerio Público, aún ignorando que en este territorio ya ha habido imputados por delitos que jamás han cometido como en la bullada Operación Huracán, donde Carabineros introdujo pruebas falsas en los teléfonos de los supuestos involucrados para luego inculparlos de delitos que finalmente no dieron con ninguno de los verdaderos responsables, y con los 8 imputados absueltos.